El uribismo provoca viacrucis de arrepentidos

El uribismo manipuló a 10 millones de ‘creyentes cristianos’ para volver al poder a hacer lo que mejor saben hacer: gobernar en favor de los suyos, los ricos y hacendados de este país que tienen por finca un país entero. Y adivinen quiénes son sus peones mal pagos.

Los fieles seguidores de la lucha contra el olvidado Castrochavismo creyeron que Iván Duque, Álvaro Uribe y el Centro Democrático —o mejor dicho el uribismo— eran la solución a los males, y hoy presenciamos, una vez más, una intensa quejadera de votantes ingenuos que se dan golpes de pecho por haber elegido al hoy presidente Duque, que se montó prometiendo desmontar y corregir los errores de Santos y sin llevar ni un mes ya logró aquello en lo que su antecesor tardó años, que muchos de sus votantes se arrepintieran de haber confiado en él.

En campaña fue desgastante explicar lo que sucedería si ocurría la retoma del poder por parte de Uribe y su gente, y hoy comprobamos lo que tanto se advirtió. Esa clase media que prometieron fortalecer, los estratos 3 y 4 que tantos votos desinformados pusieron, será la más afectada por las medidas que pretende llevar a cabo el supuesto Salvador y su cohorte.

Al parecer, el senador Uribe, jefe del presidente Duque y todo su equipo uribista , está proponiendo un proyecto para que el el jefe de Estado pueda decretar un incremento extraordinario de sueldo sin necesidad de esperar a la negociación habitual.

Una medida que pareciera desesperada por parte del expresidente para tratar de quedar bien al ver la estampida de decepcionados que se están dando cuenta que creyeron en él ingenuamente y lo defendieron por encima de ‘esa plaga de la izquierda’ que pretendía tomarse el poder para garantizar educación gratuita y de calidad para todos, a ver si algún día el país deja de votar con ingenuidad, con desconocimiento histórico y con un terrible alzheimer casi colectivo que sigue aupado por los medios de comunicación que se le meten al establo a sostener micrófono sin haber llevado su ética periodística.

Esta pantomima que ni los sindicatos, ni los analistas han apoyado por que no tiene ni estructura técnica ni económica, es otra obra del expresidente que tuvo el poder durante 8 años para subir sueldos y bajar impuestos y se dedicó a subir impuestos ampliando la base gravable del 10 al 16% en muchos productos, pero le redujo impuestos a empresarios y los salarios subían con extrema timidez. Un calco de lo que está pasando con su pupilo.

Ah, y por favor no olviden la reforma pensional que traen bajo el brazo los excelentísimos mandaderos que mayoritariamente conforman el gobierno para seguir alejando a los colombianos del sueño de pensionarse, mientras aún tienen ánimos y energía para vivirlo. No me digan pues que también echaron en saco roto que el Presidente eterno nos subió la edad de pensión sin sonrosarse, porque claro, un político colombiano no sufre de esos males, con 4 años de labor —o no— ya sale con su megapensión asegurada. 

Otra pantomima podría ser lo que sucede en torno a la Consulta Anticorrupción, pues mientras Duque sale a decir que hay que asistir a las urnas para enviar un mensaje claro, el ‘jefe’ y su bancada dicen que no conviene gastarse toda esa plata, aún cuando se pudo evitar haciendo la Consulta un día antes de elecciones, pero por pedido de ellos fue aplazada. Es decir, por pedido del uribismo se generó ese sobrecosto que hoy rechazan, cuando ya está gastado.

Y en el fondo podemos ver la más clásica y desgastada técnica, el policía bueno y el policía malo, buscando llevar por ese camino a que el pueblo se confunda y termine siendo Duque el pobrecito, cuando todos deberíamos saber que él es consciente de con quién se revolvió en el fango. ¿O será que aún no recuerda el presidente que su propio padre, Iván Duque Escobar, acusó a Álvaro Uribe por dar licencias a narcotraficantes? 

Amigo votante de Duque, si usted está arrepentido de dar ese voto lo mejor que puede hacer es castigar a la clase política votando 7 veces sí la Consulta Anticorrupción que hoy trata de desprestigiar el Centro Democrático luego de apoyarla en campaña, cuando convenía dar imagen de lucha contra la corrupción. Vamos a quitarles beneficios que ellos mismos se han otorgado y sueldos de 30 millones que según el presidente del Congreso no alcanzan.

Y es que habrá que preguntarle al senador Macías que si a él no le llegan con 30 millones al mes, más dietas, transporte, tiquetes y equipo de trabajo, ¿Cómo esperan que le alcance a un colombiano promedio para vivir dignamente y pagar cada vez más impuestos con los salarios de mierda que se negocian beneficiando siempre al empresariado? ¡Qué distinta se debe ver la vida sin necesidades y con una cuenta bancaria siempre a rebosar!

En todo caso, no podemos estar satisfechos ni sentir alegría porque el uribismo haya engañado al pueblo y nosotros tuviéramos la razón en lo que así sería. No. Los males que se están incubando en el país por el ‘nuevo’ gobierno y el ‘renovado’ Congreso nos afectarán con igual fuerza a las clases media y baja del país. Es decir a la mayoría.

Se llegó la hora definitiva para unirnos en la movilización que se requiere estos 4 años para que en las siguientes elecciones tengamos fresco el talante y las intenciones que tienen los mismos, así usen otras palabras. ¡A movilizarnos antes de que crean que incluso ese derecho lo pueden coartar!