“Les están vendiendo la ETB mientras ustedes ven la Copa América o la Eurocopa”, “Sigan pensando en James mientras que matan campesinos” y “Fútbol y pan para el pueblo” son ejemplos de las frases que a través de las redes sociales he tenido que leer cada vez que se aproxima o se está en un evento futbolero como la Copa América, el mundial e incluso el rentado nacional.
Viven pendientes de los millones que gana James y Cuadrado, les exigen obras sociales e interés por los temas nacionales. Comparan lo que gana Falcao en un día con lo que gana un campesino en un mes y en ocasiones lo satanizan, pero pocas veces se ponen a pensar ¿Cuál es la responsabilidad de Falcao en el bajo incremento del salario mínimo? ¿Es obligación de James construir casas o más bien de los que manejan el dinero de los impuestos?
En mi defensa del bendito deporte debo decir que en las sociedades más avanzadas del mundo cohabitan el balompié con la educación de avanzada, la ciencia e incluso la protesta social. Suecia por ejemplo, fue cuarto en el mundial de USA 94, realizó un mundial y tiene como ídolo nacional al gigante Zlatan Ibrahimovic aun así tiene uno de los niveles más altos de vida y un índice de corrupción muy bajo.
Imagen cortesía de: bigbangnews.com
Alemania por su lado, cuenta con el mayor promedio de asistencia del mundo a los estadios rodeando los 60.000 espectadores por partidos. Y quizás el caso más llamativo, Islandia un país que a punta de protestas, marchas y unión del pueblo logró entre el 2008 y el 2011 superar la crisis financiera y encarcelar incluso a los mandatarios inmersos en corrupción; esta selección hoy por hoy juega la Eurocopa y traslado al 20% de su población total a Francia a apoyar a su selección. Ahora bien, casos como Chad, Congo, Namibia y países ni siquiera tienen liga nacional y el fútbol es solo un entretenimiento cuentan con un nivel de vida catalogado como “Muy bajo”, en estos casos de ¿quién es la culpa?
Culpar al fútbol por la indiferencia de un país es vago y más tonto que ver un partido. Es la manera más fácil de lavarse las manos de responsabilidades sociales tan básicas como saber votar. Sí, saber votar.
Si en nuestro país votáramos bien y le exigiéramos a nuestros dirigentes la misma diligencia social que a nuestros futbolistas seguro podríamos ver la Copa América y vivir en un país mejor con tranquilidad, pero decidimos juzgar al deportista por la indiferencia del político, le exigimos al futbolista lo que el mandatario debe hacer con el erario; le reservamos al que juega futbol la memoria y el estigma que no le tenemos a los malos políticos como Peñalosa y Uribe, a esos si los perdonamos y los reelegimos.
Ahora bien querido activista de la internet y enfermo de la critica a todo y por todo, lo invito a que recapacite y considere que quizás el que está enviciado pero con el internet es usted, que solo puede emitir juicios a través de redes sociales que en su mayoría no cambia nada e irrespetando lo más básico de una sociedad democrática: La opinión y los gustos ajenos.
Publicada el: 29 Jun de 2016
