Columnista:
Lady Orozco
El paro nacional en Colombia ha gestado algo sin precedentes, estos eventos siempre habían tenido una duración máximo de una semana, y pocas veces —por no decir nunca—se cumplía lo acordado con los negociadores. Eso los llevó a una desconfianza total. Ahora llevamos más de un mes y esto no parece llegar a su fin.
¿Por qué surge el paro? Si bien es cierto que el estallido fue la reforma tributaria que estaba diseñada para llenar de impuestos a la clase baja y media, no fue lo único. A esto se unía: la reforma a la salud, matrícula cero para los estudiantes de universidades públicas, renta básica, disminución al salario de los congresistas, garantías para vivir durante la pandemia, cumplimiento de los acuerdos de paz e infinidad de cosas que no marchan bien en nuestro país. A eso, sumémosle la reforma a la Policía y al Esmad, pues con estas protestas se demostró, de nuevo, que es casi que una obligación hacerle seguimiento y entrar a debatir los cambios que necesitan estas instituciones.
Sin embargo no se ve luz al final del túnel, todo lo contrario.
Señor Duque, los estudiantes de las universidades no solo deben pagar un semestre, es toda una carrera que los está llevado a endeudarse cada vez más, y sobre todo, teniendo en cuenta el programa «Ser Pilo Paga», el cual llevaba dinero a las privadas cuando las más desfinanciadas continúan siendo las públicas. Cada día la educación crece en costos y las familias siguen teniendo que decidir entre comer o entrar a la universidad.
Se necesita una renta básica universal, y no, no por 160 000 pesos mensuales como lo han hecho durante la pandemia, señor Duque, ¿usted sería capaz de vivir con ese monto?, le pregunto porque me parece paupérrimo que consideren que con esto puede subsistir una familia, al menos de una manera digna. Esto solo demuestra la desigualdad que se sigue viviendo hoy por hoy en el país, pues el salario de los congresistas continúa creciendo, continúan cobrando el transporte que no están usando, ¡pues la mayoría trabaja a través de Zoom! ¿Qué pasará si ese monto fuese usado para beneficiar a las familias colombianas más pobres?
Quieren reactivar la economía del país, ¿pero solo haciéndolo con las grandes empresas?:
«Según Confecámaras, el 80% [sic] de las empresas más grandes de Colombia obtuvo el beneficio, en comparación con el 9% [sic] de las Mipymes [sic] que accedieron al PAEF». ¿Y las empresas más pequeñas? ¿Qué pasa con los pequeños emprendedores? ¿El beneficio era para los dueños del país solamente?
La reforma a la Policía es inminentemente necesaria. Ya van 45 homicidios que, presuntamente, fueron cometidos por esta organización. ¿A costa de qué? ¿Quién está dando la orden de asesinar sin mediar palabra? ¿Quién es —o son— los responsables de lo ocurrido en Siloé y demás ciudades que han viso sangre de jóvenes? Señores Duque y ministro de Defensa, ¿quiénes están dando la orden?
Aquí estoy de acuerdo ¡milagrosamente! con Uribe, sí falta autoridad, pero no hablamos de la misma institución. Falta autoridad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, una organización que ha casi que rogado por entrar al país. Falta autoridad de los países extranjeros que continúan apoyando a un país que esta violando los derechos humanos. Ningún país que quiera preservar los DD. HH. puede apoyar a uno que lleva 45 homicidios cometidos presuntamente por las instituciones del Estado. Tampoco puede apoyar a un Gobierno que no hace nada ante las 65 personas que han sido afectadas ocularmente. No pueden seguir apoyando a un país que volvió a las épocas de paramilitarismo, ese que ahora inunda las ciudades con civiles disparándole a los manifestantes que salen a exigir sus derechos.
Colombia despertó, Uribe. Ya la «mano firme» no funciona con esta generación. Sabemos que usted esta esperando venderse como el salvador para las próximas elecciones, pero ¿salvaros de qué?, ¿de lo que usted mismo ha hecho? Solo un Gobierno, el de Santos no se dejó mandar de usted, pero todo lo que lo antecede es su responsabilidad. Es decir, usted lleva más de ocho años años en el poder, así sea tras bambalinas.