Bajo el sofisma, “locomotora de la minería” las multinacionales siguen desbaratando el subsuelo. El gobierno tiene la obsesión que esta práctica contribuye al desarrollo, a pesar de que históricamente solo ha dejado pobreza y desolación.
Las consecuencias de la destrucción son de tal magnitud que los ríos de estos territorios[1] ya no forman parte del ciclo de vida y se han transformado en símbolos de muerte; más de 100.000 hectáreas han quedado convertidas en desiertos cuya superficie se encuentra cubierta con lagunas impregnadas de mercurio[2]; el mercurio es el material que se ha venido utilizando durante la extracción del oro y del cual Colombia importó legalmente cerca de 800 toneladas entre el 2010 y el 2016[3], y de acuerdo a la estimación realizada por el Ministerio de Ambiente y la Universidad de Antioquia, durante el 2009 entraron a Colombia 352 toneladas de mercurio[4]; este elemento altamente tóxico está afectando la salud de forma alarmante; se estima que los gastos realizados para atender las enfermedades causadas por mercurio ya superan el billón de pesos[5]; sin embargo, los medios de comunicación continúan resaltando los “importantes” recursos que obtiene el Estado a partir de la extracción y venta de estos minerales minimizando los “hipotéticos” daños que se están haciendo.
Las instituciones conocen la magnitud del problema y en conjunto con los medios de comunicación masiva informan que esta situación es producto de la minería ilegal pretendiendo ignorar que esta es una de las caras ocultas de las concesiones otorgadas por el Estado en medio de la corrupción imperante en las instituciones.
El oro es más rentable que la cocaína; por ello, las bandas criminales lo prefieren y están controlando grandes extensiones de terreno en el Nororiente Antioqueño, Caquetá-Putumayo y en el Sur del Cauca-Nariño, incluyendo el 28% de las Áreas Protegidas, donde se produce el 50% del agua que consumen los colombianos. (CONPES 3850 DE 2015 “Fondo Colombia en Paz”).
El oro que se extrae del país es básicamente para exportación y alcanza la cifra de $6 billones al año; sobre los cuales se recaudan las regalías; sin embargo, solo el 17% de estas empresas están debidamente legalizadas indicando que el 83% restante no pagan ningún otro impuesto; por otro lado, el contrabando y el lavado de dinero se mueve de forma paralela a las vías del narcotráfico.
Desde que iniciaron las concesiones mineras y aprovechando las oportunidades de legalización que ofrecía el Estado, algunas empresas comercializadoras empezaron a exportar mayores cantidades de oro de lo que presumiblemente estaban extrayendo; por ello, la Fiscalía les abrió la investigación correspondiente encontrando que las gobernaciones, alcaldías y policía, en su mayor parte, tenían conocimiento de esta situación y que, de una u otra forma, la estaban autorizando.[6]
Cuando se otorgan concesiones mineras en una región, detrás de ella vienen la “fiebre del oro” y las actividades ilícitas. Han sido denunciados, por ejemplo que, “en las montañas de Buriticá (Antioquia) hombres armados de seguridad de la firma Continental Gold, se enfrentaron con trabajadores de minas aledañas. Por estos hechos la Fiscalía le sigue los pasos a Eduardo Otoya Rojas, ex vicepresidente corporativo de Continental Gold en Buriticá y presidente de la empresa Frontino Gold Mines. El empresario es investigado por minería ilegal y por presuntamente tener nexos con el Clan Úsuga y la Oficina de Envigado[7]; también la Fiscalía adelantó pesquisas en contra de la multinacional minera Anglogold Ashanti la cual, según denuncias de la comunidad Embera Katios del alto Andagueda en Chocó, ingresó a sus resguardos con supuestos títulos de concesión otorgados por las instituciones, situación sobre las cuales ha alertado el Observatorio de Territorios Étnicos.
En Colombia se manejan dos presupuestos: el Presupuesto General de la Nación, administrado por el ejecutivo y utilizado para financiar las actividades propias del Plan Nacional de Desarrollo; y el Sistema General de Regalías, que nace en medio de indignantes historias de corrupción donde ese dinero ha sido la plata de bolsillo de los políticos, con el cual, pagan los favores electorales; la situación era tan crítica que el mismo Estado se vio obligado a reglamentar el destino de esos dineros; sin éxito.
Dijo el presidente en el 2015, “Las regalías eran sinónimo de corrupción; hoy son obras y progreso”[8]; sin embargo, son permanentes las denuncias sobre el mal uso de estos dineros; por ejemplo los municipios de la región del Catatumbo (Norte de Santander) han recibido regalías superiores a $1,5 billones desde el 2012 para ser utilizadas en programas de educación, salud y empleo; recursos que se han dilapidado y la situación de pobreza sigue siendo de tal magnitud que la gran mayoría de sus habitantes se dedica a raspar coca; curiosamente uno de los puentes vehiculares que da solución a las dificultades de movilización que existe en la zona fue donado por el presidente Hugo Chávez[9].
La situación no es distinta en Tumaco (Nariño), donde las arcas municipales recibieron durante la misma época recursos por $67.194 millones por concepto de regalías cuyo destino ha sido cuestionado y, de los cuales, solo $4.457 millones se asignaron para el Fondo de Pensiones de entidades territoriales.
Estas denuncias son comunes en todos los territorios que reciben regalías; en el Caribe, por ejemplo, la Contraloría ha denunciado que los contratos derivados del Sistema de Regalías se asignan con un solo participante.[10]
La conclusión es evidente; el Sistema General de Regalías sigue siendo un presupuesto asignado para que los políticos paguen sus favores a costa de la miseria de la población.
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[1] De las 1.150 fuentes hídricas que cruzan el país, 232 están contaminadas con mercurio
[2] http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16460299
[3] Cifras del Ministerio de Comercio señalan que en el 2010 ingresaron al país 113,3 toneladas; en el 2011 fueron 84 toneladas; en el 2012 ingresaron 101,3 toneladas; en el 2013 fueron 99,9 toneladas; en el 2014 se importaron 127,1 toneladas y en el 2015 sumaron 133,2 toneladas y 130 en el 2016.
[4] Exposición de motivos. Proyecto de ley «por medio de la cual se establecen disposiciones para controlar la explotación ilícita en yacimientos mineros y se dictan otras disposiciones». PL 169-16 PL Minería Ilegal 26102016
[5] http://www.portafolio.co/economia/mercurio-informe-departamento-nacional-planeacion-500537
[6] https://www.elespectador.com/noticias/judicial/ofensiva-de-la-fiscalia-contra-la-mineria-ilegal-de-oro-articulo-685872
[7] IDEM
[8] http://wp.presidencia.gov.co/Noticias/2015/Noviembre/Paginas/20151121_04-Regalias-eran-sinonimo-de-corrupcion-hoy-son-obras-y-progreso-Presidente-Santos.aspx
[9] http://caracol.com.co/radio/2017/10/27/economia/1509105348_541385.html
[10] http://www.eltiempo.com/justicia/cortes/alto-riesgo-de-corrupcion-con-dineros-de-regalias-en-el-caribe-30543
Y a quien echarle la culpa de la mala administracion del ejecutivo en la verdadera construccion del Pais? Gracias a Dios somos uno de los Paises mas envidiados ante el resto de los Paises del mundo y pemanentemente nos hacen la pregunta: y ustedes con la nevera llena a toda hora y la mayor parte de la gente muriendose de hambre
Este artículo de Miguel Pacheco constituye un documento de denuncia, muy bien documentado y revelador sobre los diferentes caminos que toma la corrupción. Nos sorprende el billón y medio en regalías recibido por Norte de Santander durante la administración del Gobernador Edgar Díaz Contreras para invertir en El Catatumbo, donde la ausencia del Estado se refleja en miseria y raspado de coca para la sobrevivencia. ¿Qué tienen que decir sobre esto la Fiscalía, la Contraloría, La Procuraduría y los demás entes de control? Ese período administrativo de quien pretende ahora ser senador, se recuerda como uno de los episodios negros de Norte de Santander.
Muy buen artículo que muestra la realidad que nos aqueja. Es muy lamentable toda la corrupción que se ha tejido alreedor de las regalías en Colombia
Con investigación. Muy bien.
Los medios de comunicación, son muy corruptos. Inventan las noticias, ocultan las noticias.estan vendidos como mercenarios al mejor postor. No cumplen con su deber de información veraz. Gracias, por decir la verdad con apoyo en fuentes reales.
Respeto el comentario pero no estoy de acuerdo. Me parece muy parcializado, con soportes desactualizados y sin veracidad jurídica, porque hay fallos de la justicia que han determinado la realidad. Por otra parte al artículo le hace falta fondo para ver las otras aristas y realidades. En lo único que sí estoy de acuerdo es en el destino y uso que dan a las regalías la clase política y algunos empleados estatales.
Atte Gina
Doña Gina, sería interesante conocer ¿a cuales soportes desactualizados y sin veracidad jurídica se refiere?.
Agradezco su respuesta.
Muy buen articulo, muestra la realidad que nos aqueja. Es muy lamentable toda la corrupción que se ha tejido alrededor de las regalías en Colombia
Es vital darle un jiro a esta locomotora que está destruyendo la vida y trabajar más en recuperar metales de materiales que se desechan ..y ampliar el nivel de producción de comida
Alrededor de las regalías siempre ha danzado la corrupción de todos los estamentos públicos. Los políticos no les importa ni el daño ambiental, ni extremada pobreza de la mayoría de los mineros, ni la violencia que se genera.
La entrega desmedida de títulos mineros con conseciones estrafalarias y todo tipo de derechos sobre la tierra y sus pobladores. Y estas empresas les quita el agua, las tierras de siembra pero si les construye una cancha de fútbol.
Excelente. Explicación de lo que se hace con el oro y mostrando el daño ambiental a nuestro Hermoso País. .apoyando la lista de la decencia podemos empezar hacer cambios y proteger nuestros ecosistemas .
Jorge Rico