Mucho se habla hoy en día acerca del feminismo, pero definitivamente poco se piensa acerca del mismo. Las críticas en cualquier espacio suelen ser desmesuradas hacia una ideología que está en la lengua de muchos, pero en el cerebro de pocos y que sin embargo es atacada en demasía por una rapante ola de ignorantes o simples desinformados que, o disfrutan exhibir su ignorancia o simplemente pueden exhibirla, y lo hacen.
Acá pretendo hacer una defensa al sistema de valores feministas, que nacen y se edifican constantemente a través de una investigación exhaustiva para relucir y erradicar aquellas injustificadas discriminaciones, inducidas por una variable a veces tan insignificante como lo es el género.
Por ende, esto no es una defensa ante todo aquello que se apode feminista ya que yo no confío en los adjetivos propiamente asignados ni mucho menos, adjudicados por terceros, debido a que estos no siempre serán firmes representantes de la realidad. Esta defensa pretende pues defender un marco de ideas que buscan algo en específico, tal y como es la erradicación del sexismo; pero no por ende a aquellos autores que dicen ser “firmes detractores del sexismo”, mientras sus acciones claramente dicen lo contrario.
Es necesario llamar al pensamiento crítico, puesto que en la red y en el mundo de a pie son abundantes las incesantes falacias a la hora de intentar argüir en contra del “feminismo”, desatadas por aquellas masas de pubertos intelectuales, que más que conocer, quieren imponer su ridículo e inconsecuente razonamiento a todo aquel que se le opone o simplemente lo desconoce.
Primero, quiero aclarar y ojalá os lo pudiera gritar (suponiendo que esto serviría de algo): Que alguien se llame a sí mismo feminista, no significa por ende, que dicha persona sea feminista o que, todo lo que salga de sus pelotas o cojones sean aseveraciones feministas.
Un ejemplo para dejar claro esto es “La República Popular Democrática de Corea” (Corea del Norte), como su mismo nombre dice, se consideran a sí mismos como una república democrática, ¿pero que ellos se consideren a sí mismos democráticos, los convierte per se en un país demócrata? Definitivamente no. Decir lo contrario, sería tan falso y cínico a afirmar que las dos principales cadenas noticiosas de este país son medios totalmente objetivos.
Y ya que sabemos que no todo aquel que se llame feminista, lo es y por ende tampoco lo son todas sus afirmaciones premeditadas o no, resulta necesario seguir avanzando, pero en otra dirección. Ya no es oportuno hablar de las “feministas” en sí, puesto que solo se hablará del concepto como tal, de “la idea en sí”, del feminismo.
¿Es el feminismo actual innecesario, tonto y un completo sin sentido? Si usted considera a la mujer como un ser infinitamente inferior al hombre, pues obviamente resultará innecesario, tonto y un sinsentido. Pero si por el contrario, usted es una persona racional, entenderá por supuesto que no, ser mujer no significa necesariamente ser menos que un varón.
Pero acá también es muy necesario aclarar algo: ¿Qué es el feminismo actual? ¿Existe algo que se pueda considerar racionalmente como “feminismo actual”? Estas preguntas son importantes, porque el desconocimiento actual hacia el feminismo se centra en una gran medida a la respuesta de estas preguntas.
El feminismo actual es un conjunto de valores que desestiman toda afirmación sexista, ya que precisamente para esto nació y evolucionó el feminismo; para señalar atropellos injustificados semejantes a la discriminación racial, puesto que decir que un afroamericano, por ejemplo, es menos a la hora de comerciar que un hombre blanco, es tan demostrablemente falso como sugerir a priori que la mujer es una total incompetente a la hora de trabajar con números.
El feminismo actual no es lo que dicen las “feministas” más controversiales, lo que grita Femen en sus multitudinarias apariciones, o lo que expone cualquier laureada “feminista radical” (pero no por ende, feminista) en contra de los penes, las erecciones o las miradas de ciertos hombres hacia unas voluptuosas curvas.
El feminismo actual es toda aquella propuesta, idea o acción que pueda ser consecuentemente demostrada como no sexista.
Así que: ¿Considera usted que afirmar que todo hombre es un potencial violador, es una afirmación totalmente sexista y por ende no se puede considerar como un valor feminista? Bien, porque yo sí lo hago. Lo considero una afirmación sexista y por ende recurro a decir que eso no es feminismo. Acá lo ridículo, por supuesto, sería entender dicha afirmación como feminista (siendo la misma sexista y por ende discriminatoria) y juzgar los valores feministas por algo que claramente no cabe en dicho conjunto.
¿Acaso usted juzgaría los valores democráticos por la realidad vivida en Corea del Norte? ¿Acaso usted diría que la democracia ya no es necesaria porque los valores democráticos de hoy son más prósperos que los de hace 200 años?
El feminismo es necesario, porque la discriminación de género existe. Por eso, luchar por erradicar imposiciones como el servicio militar obligatorio por el hecho de ser hombre o el inescapable matrimonio con tu violador en ciertas culturas, por el hecho de ser mujer, es avanzar en pro de cada individuo.
“Nunca he creído que por ser mujer deba merecer tratos especiales. De creerlo estaría reconociendo que soy inferior a los hombres, y yo no soy inferior a ninguno de ellos”, Marie Curie.
el matrimonio con el violador sólo se da en contextos en los que sucede que en esa realidad, eso es lo mejor que puede pasarle a aquella mujer violada, por cierto.