Un pleito limítrofe

Desde esta columna damos nuestro espaldarazo a la comunidad porteña, y a esta lucha por hacer respetar su territorio a expensas de unos intereses particulares.

Opina - Sociedad

2019-12-19

Un pleito limítrofe

Columnista: Miguel Silvera Padilla

 

El municipio de Puerto Colombia, adjunto al área metropolitana del Distrito de Barranquilla, tienen desde hace varios años una disputa en el ámbito legal por la jurisdicción del Corredor Universitario, un sector que une a estas dos localidades y que en la actualidad pertenece al municipio, pero que es pretendido por la capital del Atlántico, en cabeza de unos llamados dirigentes y empresarios barranquilleros que buscan expandir sus intereses en estas tierras prometedoras.

Este lugar es codiciado por sus 1.435 hectáreas altamente valorizadas. Gracias al desarrollo urbanístico adelantado en la zona, alo largo de su extensión se ubican importantes universidades, bancos, supermercados, conjuntos residenciales y un sinnúmero de terrenos que están a la espera de un buen uso y del desarrollo de obras que, al fin y al cabo, es lo que hace que sea tan codiciado.

Durante muchos años el tira y jala ha tenido altos y bajos, pero en realidad no hay aún una última y definitiva decisión, lo que genera incertidumbre entre muchos porteños.

La preocupación de estos habitantes es que, a comparación de Barranquilla, los recursos recaudados en el Corredor Universitario representan más del 70% de los ingresos de Puerto Colombia, por lo que sería una catástrofe para esta municipalidad perder un patrimonio de esta magnitud.

Pero, este caso, que se ha mantenido en muy bajo perfil, gracias al magistrado que lo manejaba, ha dado un giro a favor del municipio.

Se trata del cambio de magistrado ponente, efectuado el pasado 5 de diciembre por el Consejo de Estado, que debe estructurar el fallo del proceso que se analiza en segunda instancia tras la apelación del municipio de Puerto Colombia ante la decisión del Tribunal Administrativo del Atlántico de anular la Ordenanza 000075 de 2009, aprobada por la Asamblea Departamental, donde se ratificaron los límites con Barranquilla.

Desde el 21 de agosto de 2018 y hasta la fecha señalada, el trámite estuvo en el despacho del Magistrado Roberto Augusto Serrato Valdés, pero un cambio surgió: ahora el nuevo ponente es Osvaldo Giraldo López, quien tiene la responsabilidad de ratificar los limites históricos de Puerto Colombia con Barranquilla, que desde hace muchos años ha querido expandir su crecimiento apuntando al Corredor Universitario.

Creo que es justo y necesario que los porteños luchen y obtengan este espacio territorial, no sólo por lo que representa en materia de soberanía y economía, sino por hacer respetar su jurisdicción que ha sido apetecida, y de la cual pretende adueñarse.

Hay que resaltar que este es un sector importante que, de ser perdido, significaría la ‘muerte’ en recaudo de impuestos y, por ende, menos recursos para subsanar las necesidades de Puerto Colombia.

Queda entonces, esperar el fallo para delimitar concretamente, y ojalá sin dilataciones, los límites de las partes involucradas.

Desde esta columna damos nuestro espaldarazo a la comunidad porteña, y a esta lucha por hacer respetar su territorio a expensas de unos intereses particulares. Por ello, defenderemos a ultranza lo que creemos le pertenece a esta población y que, sin duda, representaría un atropello para la población en general, aunque para Barranquilla sólo sean unos metros más o unos metros menos.

 

Fue un gusto compartir mis artículos durante el 2019 con ustedes, y espero y quiero con el favor de Dios continuar debatiendo sobre los distintos temas de la Región Caribe, Colombia y el mundo. Feliz Navidad y un próspero 2020.

 

 

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Miguel Silvera Padilla
Estudiante de comunicación social, barranquillero como el baile "arrebatao" creyente en Dios, el amor y sus ideas. Apasionado por los temas sociales y la política. Llevando siempre por delante la consigna en que primero es el Ser y después el deber Ser. Columnista de medios digitales.