Es irrefutable que las plataformas digitales se han impuesto de forma protuberante a la hora de consumir información, basta solo con observar el éxito e impacto de los Youtubers en la sociedad actual. Por eso, lo que antes se pensaba como inviable ahora estaría marcando un precedente, dos de los más reconocidos e influyentes periodistas, Vicky Dávila y Daniel Samper se mudaron a YouTube para establecer allí su medio de información periodístico.
Dicho ejercicio tiene sus ventajas. En YouTube hay la posibilidad de llegarle a un nuevo público joven; consumidor mayoritariamente de contenidos digitales. Igualmente, ya no dependen de un tiempo y espacio, dado que en cualquier momento un usuario puede consumir sus vídeos desde cualquier parte del país e incluso del mundo. Y por último, tras estar en un medio más dinámico le pueden impregnar un nuevo aire al periodismo tradicional esquematizado.
De igual manera, tal desafío tiene sus desventajas, y es que a pesar de ya poseer el reconocimiento como periodistas, para los consumidores aún los contenidos emitidos desde YouTube no inspiran el mismo prestigio y profesionalismo que algo presentado por un gran medio de comunicación. No obstante, lo anterior también se puede convertir en una oportunidad para demostrar la independencia de la que ahora tanto alardean.
A la fecha el canal de Vicky Dávila digital ya cuenta como más de 86 mil suscriptores y más de 530 mil visitas en menos de dos semanas, en el caso de Daniel Samper quien comenzó tiempo atrás, ya completa más de 130 mil suscriptores y sus vídeos traspasan los 3 millones de reproducciones. Así mismo, La Puya: una sección periodística de El Espectador emitida también desde la plataforma de videos, sobrepasa los 50 mil adscriptos.
Aunque a simple vista han alcanzado gran cobertura surgen los interrogantes de ¿cómo darle longevidad a un proyecto periodístico en YouTube sin un sueldo mensual fijo y cuando en Colombia por mil vistas la plataforma solo paga US $ 1,5? Entonces, ¿será este un experimento pasajero o trascenderá? ¿Será el punto de partida para que otros periodistas también emprendan su canal? Eso solo lo dirá el tiempo, porque no es lo mismo hacer periodismo ante una cámara que auspiciado bajo un set, un equipo y una firma reconocida.