El senador del Polo Democrático, Jorge Enrique Robledo, dió una lección de resistencia al no retractarse de sus señalamientos al Fiscal General Néstor Humberto Martínez, después de que este lo acusara de injuria y calumnia por el debate de control político sobre el caso Odebrecht, adelantado en los estamentos del Congreso.
«Con esta denuncia penal pretende la desproporción antidemocrática de borrarme del mapa, condenándome a ocho años de cárcel, multa de mil millones de pesos, pérdida de la investidura de congresista y no poder ser candidato presidencial«, señalaba el senador días antes de la reunión en la Corte Suprema.
Ya en la Corte Suprema de Justicia, la rivalidad política quedaría expuesta a examen de un juez, quien en su calidad de conciliador logró que el Fiscal se retractara de sus acusaciones al que es, en gran proporción, el senador de oposición más reconocido por sus debates de corrupción.
Robledo ha demostrado hasta la saciedad que en Colombia más que corrupción, lo que hay son auténticas organizaciones criminales donde se encuentran políticos, sector público y empresa privada. Lo que él llama: Corrupción Sistémica (con nombre propio).
Por otro lado, está acusación prueba que el Fiscal Martínez, inteligentemente, quiere dirigir el debate a instancias personales, cosa gravísima para los criterios legales y democráticos y la independencia del legislativo como única garantía del derecho ciudadano de conocer la verdad total de los hechos.
Valdría la pena ver, si esto no es otra cosa que un intento de dilatar el proceso de judicialización contra el fiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno, quien compartía relaciones políticas y sociales con su director inmediato.
Así las cosas, el Fiscal se presentó con documentos del Presidente de Navelena y del Banco Agrario, sustentando que Martínez Abogados Ltda. nunca prestó sus servicios al consorcio de la Ruta del Sol, mientras que Robledo se presentó con un certificado de la oficina del Vicepresidente financiero del Banco Agrario que decían que sí se había producido.
Lo que demuestra que el debate sigue, aun cuando las pruebas interpuestas y mediatizadas por el senador Robledo comprueban el impedimento del Fiscal para investigar el caso Odebrecht, por sus relaciones económicas, políticas, y sociales con los señalados, incluyendo Luis Carlos Sarmiento Angulo, cabeza del Grupo Aval, quien sería la banca de inversión de Odebrecht, e invitado especial a la boda de María Fernanda Martínez, hija del fiscal.
El senador explicó al salir del Palacio de Justicia que esté no es un triunfo de Robledo, sino de los colombianos. En el estrado ganó la democracia; democracia que debe ser defendida de toda agresión contra el principio esencial, de toda sociedad, de ejercer el control político como herramienta reveladora de las triquiñuelas de los corruptos.
“Denos el agua a donde nos dé, ¡No, nos van a silenciar!», mencionó Robledo.
Terminaría resumiendo este acontecimiento, con una arenga de los jóvenes que se solidarizaron, a son de tambores y rechiflas, al frente del Palacio de Justicia por el matoneo del fiscal contra el senador: “Robledo, Robledo al fiscal ya le ganó”.