Autora:
Lady Orozco
El paro nacional ha dejado al descubierto la incompetencia de muchos funcionarios públicos: la procuradora, el defensor del pueblo, algunos alcaldes, pero sobre todo, la del ministro de Defensa, quien ha dejado huellas de sangre imposibles de borrar, incluso usando aceite para tratar de ocultarlo, como se evidenció en el Éxito de Cali.
Es cierto, señor ministro, usted no ha actuado solo, pues a su «lucha» se han sumado particulares como el Grupo Éxito:
«Lo que sí encontramos es que en el ingreso del local del Banco AV Villas, el suelo estaba derramado de aceite, y sin embargo, encontramos sangre salpicada dentro del local de AV Villas. Encontramos huellas de manos, todo quedó registrado. En los estantes de la sección de ropa y electrodomésticos (del almacén Éxito) encontramos sangre salpicada. También, cuando ingresamos a los cuartos fríos vimos fresca la mezcla de aceite regado, sangre salpicada en el suelo, agua y jabón. En las puertas de los cuartos eléctricos, en las bodegas, en el suelo encontramos sangre».
Sin embargo, eso no lo exime de sus responsabilidades, y mucho menos ahora que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha dado un informe detallado de su visita.
El informe de la Comisión:
Si bien en Colombia sería ilógico decir que no ha habido violaciones a los derechos humanos, tomaré la citación de la CIDH para que a usted, querido lector, o a usted, señor Molano, le quede mucho más claro y tenga un peso más fuerte.
- «…se presentan hallazgos sobre graves violaciones a los derechos
humanos, en particular respecto del derecho a la vida, a la integridad personal y a la libertad de manifestantes, así como otras situaciones que ponen en riesgo la protesta social. De otra parte, respecto de las afectaciones a derechos fundamentales de terceros, a bienes públicos y privados protegidos en el contexto de las protestas. Adicionalmente, se plantean consideraciones sobre los cortes de ruta e Internet como espacio de protesta…»- «…Como principales preocupaciones identificó: el uso desproporcionado de la fuerza; la violencia basada en género en el marco de la protesta; la violencia étnico-racial en el marco de la protesta; la violencia contra periodistas y contra misiones médicas; irregularidades en los traslados por protección; y denuncias de desaparición; así como el uso de la asistencia militar, de las facultades disciplinarias y de la jurisdicción penal militar…»
- «…la CIDH ha podido constatar que en reiteradas ocasiones, así como en
diversas regiones del país, la respuesta del Estado se caracterizó por el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza, en muchos casos, incluyendo la fuerza letal. Ello pudo ser cotejado con la información recibida a través de audios, videos, fotografías, así como en reuniones con organizaciones sociales y testimonios individuales y colectivos tomados en el marco de la visita…»
Nadie le quita la responsabilidad a los alcaldes, a los privados y demás funcionarios, pero la realidad es que la cabeza que está al frente de todo (aparentemente) es la suya. Señor Molano, ¿cómo es posible que después del informe presentado por la CIDH, usted continúe en su cargo y que sus fuerzas políticas lo hayan salvado de una moción de censura?
En Colombia no corre sangre de las familias de los grandes políticos, corre la de los campesinos, jóvenes olvidados, madres abandonadas. Hemos presenciado cadáveres flotando, ¿y quién responde?, ¿quién puede devolverle la vida a estos chicos?, ¿dónde está la responsabilidad del Estado y cuándo va a presentar su carta de renuncia?
Señor ministro, hemos visto violencia y presuntas violaciones en contra de mujeres, cometidas por los señores que están bajo su cargo, incluso, uno de los casos llevó a que una menor se suicidará. Esta sociedad no necesita más personas como usted en la política, por eso las marchas siguen y seguirán, para que, algún día, ninguna persona de su talante se ostente de tener semejante cargo.