Esa debería ser la consigna central del sector “puro y moral” que se opone a la inclusión social plena.
Una excesiva polémica se ha generado alrededor de la revisión de los manuales de convivencia en las instituciones educativas colombianas. Lamentablemente el debate lo ha protagonizado la estrategia politiquera de algunos, que valiéndose de la mentira y la ignorancia hecha prejuicios religiosos de gran parte de la sociedad colombiana, han logrado una convocatoria masiva para defender lo indefendible, es decir, el derecho fantasma a discriminar al “pecador” para mantener la “pureza” social, por los siglos de los siglos. Probablemente la biblia lo contemple, pero afortunadamente no nos regimos por ella, eso deben tenerlo claro.
No se puede perder de vista el problema de fondo de este embrollo, y es el bullying o matoneo que padecen muchos niños, niñas y adolescentes en nuestro país. No es un tema caricaturesco, de poca importancia o como dirían en mi región apatusquero. Es un tema de tal gravedad, que su desenlace mayoritario es el suicidio de la víctima. Según el Instituto Nacional de Medicina Legal, son 359 los suicidios de menores que se han presentado desde el 2014 a lo corrido del 2016. De enero a mayo de este año han ocurrido 83 de esos suicidios. ¿No es alarmante?, ¿Dónde están los indignados por esta situación?, ¿Para cuándo la marcha por los menores inducidos al suicidio debido a la discriminación de algunos estudiantes, rectores, profesores y padres de familia?.
¡SEGUIREMOS INDUCIENDO AL SUICIDIO A LOS PECADORES, CON TAL DE QUE LOS ELEGIDOS POR DIOS NO TENGAMOS QUE SOPORTARLOS!, esa debería de ser la consigna central del sector “puro y moral” que se opone a la inclusión social plena.
Hablen de frente y de manera honesta, pero sobretodo ubíquense en el tiempo y en el espacio. Los principios sociales de la edad media fueron renovados hace décadas y el día en el que logren modificar la Constitución Nacional para que esta prescriba que no somos iguales ante la Ley y que se puede discriminar al “pecador” o al diferente, ese día se les aplaudirá y si quieren se les programa lavatorio de pies a cada uno, por ahora, están obligados a someterse a la constitución actual si no quieren aumentar la cifra de hacinamiento carcelario.
Es un tema que lamentablemente carga con mil y un prejuicios, eso es una verdad a Perogrullo. Y es entonces esa la razón por la cual el Ministerio de Educación tiene que ser más cauteloso y prudente para no dejar puertas abiertas a la desinformación. La labor del Ministerio es plausible, pues después de muchos años se atrevió a cumplir el mandato legal y jurisprudencial omitido por décadas, porque hay que resaltar que la exhortación directa de la Corte Constitucional en la tan comentada “sentencia de Sergio Urrego” no es el génesis de la obligación Estatal de combatir cualquier forma de discriminación.
Sin embargo, errores como la publicación masiva del documento “Ambientes libres de discriminación” (ojo, publicación no distribución), la formulación errónea e innecesaria de algunas preguntas de las 30 orientadoras, la insuficiente instrucción y capacitación de los intervinientes en la educación nacional respecto de temas como la inclusión escolar y la educación sexual, pues terminaron siendo el “papayazo” para la maquinaria perversa que se ha formado alrededor del tema. ¡Así que prudencia y cautela Ministra!.
Finalmente, hay que decir que no vale la pena desmentir las afirmaciones que ha generado el sector opositor a estos cambios y avances, porque me parece una falta de respeto con la gente pensante, aclarar aseveraciones como que a los niños se les instruirá para que reevalúen en la escuela a cuál género pertenecen; que si un menor observa una pareja homosexual su inclinación se tornará de acuerdo a lo que vio; que al incluir al diferente la masa seguirá las conductas de aquel, entre otras muchas que rayan en lo absurdo. Aclarar ese tipo de afirmaciones es caer en el terreno de los prejuicios obstinados, que no se curan con explicaciones sino con lectura y conocimiento propio. Así que ahí está la invitación.
Publicada el: 14 Ago de 2016