El 24 de Noviembre de 2016 fue y será una fecha histórica para Colombia. Y ésta sí que es la fecha histórica, lo digo porque de tantas veces que sea pronunciado y se ha leído esta frase en Colombia en estos últimos tiempos, ya no podíamos asegurar cuál es la verdadera.
Y como no serlo, si por fin se firmaba el acuerdo final del conflicto interno colombiano entre las FARC y el estado que duró más de medio siglo, firma lograda luego del saboteo perpetrado por el Uribismo primeramente con el plebiscito, donde el NO se impuso —aunque con una inmensa minoría— frente al sí, y luego con la poca seriedad y la mala intención al proponer los puntos de renegociación.
Falta de seriedad porque sus propuestas no eran tales sino una simple imposición, una bofetada al proceso y a las FARC; eran en síntesis un desafío, una toreada a la guerrilla para que se pare de la mesa y se devuelvan al monte a seguir disparando los fusiles. Eso era en últimas las propuestas del Uribismo. No hubo cachos para esa toreada, Uribe quedó sólo en el ruedo con la capa y la espada listas.
Cabe resaltar que otros sectores del NO como los pastores cristianos, tenían por lo menos claro los puntos que querían renegociar, los cuales apuntaban sobre todo a la conservación de la idea de familia de tradición religioso-cristiana-conservadora que ha imperado en Colombia desde tiempos inmemoriales. En ese sentido, fueron atendidas dichas pretensiones obteniendo los resultados que ellos deseaban, de todas formas en el acuerdo de paz jamás se contemplaba interferir en ese asunto, más que todo eran malos entendidos derivados de la sucia propaganda de sectores como los de Uribe y Ordoñez, quienes alegaban que en el texto de la Habana se pretendía una imposición ateo-homosexual-abortista a la sociedad colombiana.
Fueron atendidas la gran mayoría de propuestas de los del No, para ser exactos 100 de ellas (1) se incorporaron en los nuevos textos, claro, hubo una que no se podía atender porque significa quebrar la columna vertebral de los diálogos: La de NO participación en política de miembros de la guerrilla, más exactamente de los líderes de esa organización. Eso era un chiste y/o un insulto al sentido común. El proceso era precisamente para que depongan las armas y hagan política con garantías.
El CD quiso adjudicarse facultades que no le correspondían, ni legal ni legítimamente, como intentar nombrar una delegación propia para hablar directamente con las farc. Obviamente también esta pretensión delirante fue rechazada por las partes negociantes.
Así, entre declaraciones , adjudicaciones sin derecho, incertidumbre, falta de argumentos, pataletas, anhelos frustrados de dilatación, y demás artimañas ya conocidas por todos y emanadas desde estos sectores retardatarios, violentos y temerosos de las verdades que surjan con la implantación de los acuerdos, transcurrieron casi dos meses después de la pírrica victoria del NO en el plebiscito, pírrica porque el escaso margen con el que se apuntaron su ganancia no llegaba ni a un punto porcentual del total de la votación (0,3 %), además la meta de ellos era tumbar el proceso y por el contrario se continuó con él, e ilegítima porque recordemos que el mismo jefe de campaña del NO, Juan Carlos Vélez, admitió la obscena tergiversación que hicieron respecto a los puntos acordados, la mentira y la generación de odio que implantaron en la mente de los sectores más ignorantes de nuestra sociedad, los cuales —y con tristeza debo decirlo— no son pocos.
Pero bueno, Santos esta vez se dejó asesorar y acató las sugerencias de los expertos: No cayó en el juego dilatorio planteado por el Uribismo, ni tampoco repitió su error de refrendarlo mediante otro plebiscito, ya comprendió que los colombianos aun no estamos capacitados para sobrellevar tal responsabilidad, sobre todo y lo repito, los sectores más ignorantes de ésta atrasada república suramericana. Delegó esa tarea al congreso, donde la gran mayoría está con él y con el acuerdo. Muy atinado movimiento.
Como siempre el sector del NO en cabeza mayoritariamente de Álvaro Uribe no está de acuerdo con el nuevo texto y seguro tampoco lo estará con otro ni con ninguno, a menos, claro, que quien lo redacte desde la primera a la última letra sea él y su círculo. Bueno eso ya lo sabemos y no vamos a ponernos a seguir “echándole tiza”, como se dice en el argot popular.
Y aunque también es un hecho muy sabido que sectores como la prensa privada están contra la paz y más exactamente RCN en manos de la organización Ardila Lülle, no deja de sorprenderme cómo cada día esa oposición se vuelve más descarada, se desnuda más, se despoja de máscaras y muestra sin asomo de vergüenza sus colmillos y garras para atacar una paz que sin duda es irrefrenable para bien de la mayoría de colombianos.
No sintonizo RCN por razones obvias, aunque es difícil no toparse con sus publicaciones en la red. Ya todo lo de ese canal me parecía lo mismo: manipulación, amarillismo, sensacionalismo, sectarismo, apelación al miedo y la ignorancia, generación de matrices de opinión, volcamiento de la opinión hacia algún lado de la balanza (la que a ellos les conviene), etc. Pero cuando en twitter veo un corto video de esos que se entrometen hasta debajo del calzoncillo, y observo que los analistas invitados son todos (cinco) de sectores opositores al acuerdo incluyendo a Uribe, definitivamente quedé pasmado.
Ni siquiera por disimular había un invitado que diera un punto de vista diferente, como lo ordenan la ética y el profesionalismo periodístico. ¡NO!, RCN había votado lejos su disfraz de medio imparcial, e imponente y campante se declaraba o mejor dicho se reafirmaba tácitamente un opositor a los acuerdos de paz. Gurisatti ésta vez no se iba a arriesgar a que “le cantaran la tabla” en su propio set y en plena trasmisión meridiana como lo hizo Claudia López en anterior oportunidad. Ésta vez previó cualquier “impasse” y puso toda la carne en el asador, ella lo sabe hacer muy bien: aparte de sus “analistas invitados”, las intervenciones de otros entrevistados también provenían de sectores contradictores del acuerdo. Estoy seguro de que mientras escribo estas líneas, le está dando el remate y con broche de oro al virulento ataque mediático orquestado por Ardila Lülle y conducido por ella al nuevo y definitivo acuerdo de paz en su programa La noche. (Son las 11:31 pm y por salud mental y para poder logra conciliar el sueño, preferí no verlo).
Ya hacerle un análisis a RCN sobra, no admite análisis porque ellos mismos se declararon enemigos de la paz, ¿qué análisis se puede hacer de lo que es obvio y además descarado?, el sesgo es evidente y perturbante; analizar a RCN sería redundar, darle vueltas al mismo asunto, comprobar que el agua efectivamente moja o que 1 + 1 son 2.
Lo que cabe con RCN es exigirles una explicación con argumentos —si es que los tienen— del por qué se oponen al derecho fundamental y contramayoritario (2) de la paz para el pueblo colombiano; debemos exigirle explicaciones a Gurisatti pero sobre todo al “dueño del aviso”, como decimos popularmente, o sea a Carlos Ardila Lülle y sus hijos.
¿Por qué señor Ardila, no quiere que haya paz en Colombia?, ¿cuál es su razón?, o mejor dicho ¿cuál es su temor?, ¿será el mismo de Álvaro Uribe y su círculo?, ¿ Acaso usted también saldría salpicado y perjudicado con las verdades arrojadas con la paz?, ¿sus empresas sí han sido legales o están untadas de sangre de campesinos masacrados y despojados de sus tierras?, ¿sus negocios son transparentes o están atravesados por el lavado de dólares de actividades no muy impecables?, explíquenos señor Ardila, porque sí mal no recuerdo usted está envuelto en financiamiento de grupos paramilitares a través de su empresa Postobon, ¿es por eso?, ¿en qué le afecta la paz a usted, honorable empresario?
¿Por qué se empeña en atizar ésta guerra, la cual no la pelea ni usted ni sus hijos ni sus nietos?, ¿por qué envenena a la gente a través de sus medios de comunicación?, le recuerdo que el espectro electromagnético es de todos y cada uno de los nacidos en éste sufrido suelo patrio, y también le recuerdo que con en el acuerdo de paz los medios alternativos y de oposición a políticas tradicionales empezarán a nacer, ojalá tampoco se oponga a eso porque le vuelvo a recordar: el espectro electromagnético es de todos los colombianos, honorable empresario Ardila. Un conocido y sabio dicho popular —como todos— reza: “El que nada debe nada teme”, si o no señor Ardila, ¿entonces?
¿Será que usted pretende negarle un derecho fundamental a todo un país como es la paz, sólo por anteponer intereses personales aduciendo ateo-comunismo, homosexualismo y demás absurdas y fantasiosas desinformaciones a través de sus medios?, … No, yo no puedo siquiera imaginar que en una tan ponderada, ética, pacífica, filántropa y ejemplar figura de la industria y el emprendimiento colombiano como lo es usted y sus hijos quepan tan bajas pasiones, ¿o me equivoco?, Una figura ejemplar y emblemática del progreso de este país es totalmente ajena a prácticas que atenten contra la sociedad, por lo menos eso es lo que dice RCN de usted y de su honorabilísima familia y pues sí RCN lo dice debemos creerle…¿o no?.
Sí ya se hizo la paz con las Farc y se está haciendo con el ELN, ¿no será hora de que RCN también se desmovilice?
¡Proceso de paz ya con RCN, propiedad de Ardila Lülle!, porque sus micrófonos y sus cámaras son el veneno para el pueblo colombiano.
(1) http://www.las2orillas.co/este-es-el-acuerdo-definitivo-no-va-a-haber-mas-negociaciones-y-no-va-a-haber-mas-acuerdos-enrique-santiago/
(2) http://www.semana.com/nacion/articulo/jurista-italiano-luigi-ferrajoli-dice-que-plebiscito-no-era-necesario/501096
Los grandes medios de comunicación de colombia siempre se han movido del lado de los poderosos y estos desafortunadamente se han empantanado en lodazales y negociados junto a las corruptelas, y estas siempre han estado defendidas por una justicia comercializada, fallando a punta de plata. Los tres poderes constitucionales han sido tocados por una jauría de hampones y ha sido manejado el establecimiento a base de intereses mezquinos y pordebajeros, en Colombia se compran los fallos judiciales, se compran y negocian las posiciones burocráticas, el congreso es una olla nauseabunda en donde se fabrican y gestan los más oscuros negociados y se expiden leyes y decretos con verdaderos gorilas en favor de la hamponeria nacional y en detrimento de los intereses nacionales. Es una vergüenza!!!