Primero la Familia

La política en Colombia dejó de ser un asunto público y centralizado en Partidos Políticos, para convertirse en un negocio familiar.

Opina - Política

2017-12-13

Primero la Familia

De la composición de los listados[1] de aspirantes para ocupar las curules en el Congreso que elegiremos los colombianos en 2018, se puede colegir que la política en Colombia dejó de ser un asunto público y centralizado en Partidos Políticos, para convertirse en un negocio familiar.

Se trata de familias cuyos varios de sus miembros han sido procesados y condenados por disímiles delitos. Así las cosas, los Partidos Políticos que avalan candidaturas de hijos, nietos, primos, hermanos, hermanas, esposos, esposas y sobrinos de políticos criminales y corruptos, pierden su naturaleza y se convierten en agencias en donde se tramitan los más innobles intereses de quienes solo buscan mantener el negocio de la familia: la Política.

Quienes critican las aspiraciones de familiares de políticos corruptos y criminales, de inmediato se deben enfrentar al argumento, válido jurídicamente, de que no hay “delitos de sangre”. Cierto, no hay delitos de sangre, pero lo que si debe haber es un mínimo de decencia, de vergüenza y de respeto con la sociedad, con lo que deben simbolizar el Estado, la política y lo público. Lo cierto es que aspirar a ocupar una curul en la institución más desprestigiada, el Congreso, de la mano de políticos condenados por disímiles delitos, constituye una burla, una provocación, pero sobre todo, la confirmación de que los límites de la decencia hace rato se perdieron en este país.

Lo que resulta reprochable a los familiares de los condenados que aspiran a una curul en el Congreso, es que no exhiben dentro de su discurso asomo alguno de vergüenza por los delitos, crímenes y faltas cometidas por quienes les están heredando una curul manchada y atada al ethos mafioso que se entronizó en la vida societal de Colombia. ¿Por qué no toman distancia de sus corruptos padres y esposas, entre otros, y buscan llegar al Congreso, alejados del mal nombre que los acompaña? Hay una única y posible respuesta: porque primero están los negocios de la familia y luego, lo demás. Y lo demás, es la ética, la decencia, la pulcritud y el respeto a la ley.

Los nuevos aspirantes al Congreso parece que no arrastraran el peso de las acciones dolosas y criminales de sus familiares. Y resulta comprensible que así sea porque una vez convertida la política en parte sustantiva del negocio familiar, entonces no hay manera alguna de que al interior de dichas familias uno de sus miembros quiera llegar al Congreso, para limpiar un apellido.

Por el contrario, y al parecer, los une a todos, en primer lugar, el interés de extender y consolidar el negocio, esto es, mantener las redes de corrupción y en otros, las estructuras mafiosas y criminales; y en un segundo lugar, eso sí, menos evidente, el objetivo de “vengar” los señalamientos y las condenas proferidas contra padres, hermanos o esposos.

Y la mejor forma de “vengarse” es extender los tentáculos de un negocio familiar que cuenta con Agencias Políticas (ayer, Partidos Políticos) que no solo dan avales, sino que pondrán al servicio de las renovadas mafias, toda la institucionalidad para consolidar el ethos mafioso y la privatización (familiarización) de la política.  Y mientras la Política sufre el peligroso proceso de familiarización (privatización), la clase empresarial, la Academia y las Iglesias guardan cómplice silencio. Qué asco de país.

 

 

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[1] Véase: https://www.elespectador.com/noticias/politica/los-candidatos-mal-rodeados-articulo-727973

 

( 2 ) Comentarios

  1. Que tristeza ver el gran negocio de los políticos y los del pueblo nada que despertamos

  2. Es que durante mucho tiempo los medios y los grandes capitales nos han querido mantener ignorantes con respecto al hecho de que es el «gobierno Santos o el Uribe», creyendo que con elegir presidente se arregla el país. Lo cierto es que el poder del congreso es casi infinito (vimos el ejemplo con las circunscripciones de paz). Por eso hay que concientizar a todos que solo votando por personas distintas se cambia el país. Mientras sigamos eligiendo a los familiares de los corruptos que han gobernado siempre, el sistema no cambiará. A votar copiosamente por candidatos a Senado y Cámara que sean éticos y honestos (Alianza Fajardo-Robledo-López) y por el MAIS. Si seguimos eligiendo a los corruptos de siempre, nada cambiará.

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Germán Ayala Osorio
Docente Universitario. Comunicador Social y Politólogo. Doctor en Regiones Sostenibles de la Universidad Autónoma de Occidente.