¡Pilatos, lávate las manos!

Bordeando la Semana Santa, el COVID-19 llegó como un simple virus al cual muchos no le pusieron ni le siguen poniendo atención a pesar de lo letal que es para la humanidad.

Opina - Política

2020-03-28

¡Pilatos, lávate las manos!

Columnista:

Édgar Uruburu

 

Colombia es uno de los países con menos muertos debido a este virus que aterroriza a la humanidad y, sin embargo, se ufana de ser uno de los que más prevención y atención presta a las medidas para combatirlo a pesar de la baja mortalidad.

Aunque no estamos exentos de que la pandemia siga cobrando víctimas fatales en nuestro territorio, el presidente comenzó que sí, que no… pañitos de agua tibia como todo lo que ha hecho desde cuando asumió el cargo. En cambio, algunos mandatarios locales comenzaron a tomar medidas de aislamiento, como el caso inicial de Bogotá, cuya alcaldesa ordenó el aislamiento preventivo de 4 días, como medida para evitar la expansión del COVID- 19 en la capital de la República.

Medida que, si bien parece buena para tratar de evitar la expansión del virus, no es en absoluto la panacea que salvará a los humanos de este nuevo azote. Como anillo al dedo y ya casi para la celebración de la muerte del Nazareno, por radio, televisión, prensa y, cuanto medio existe, le piden a la gente que se lave las manos. Esta burgomaestre actúa bipolarmente en cuanto a lo correcto o no. Quedarse en casa y lavarse las manos como salvación cuando su Secretaría de Salud (Secretaría de Salud del Distrito) es de las más ineficientes para combatir virus comunes y corrientes que afectan a los bogotanos desde hace tiempos.

Por cierto, hace años he estado observando cómo esta Secretaría envía a sus funcionarios a hacer controles a establecimientos de la capital, encontrando que su negligencia es exorbitante. Le exigen a un almacén de ropa, que tiene un baño no público, que debe tener jabón líquido, toallas, etc., so pena de severas sanciones. Luego van a hacer varias visitas sorpresa para asegurarse de que los propietarios o administradores cumplan con este requisito indispensable para garantizar la salud de los clientes, que prácticamente, nunca usan ese baño y si lo hacen será por una emergencia y tras solicitar la debida autorización.

También tuve conocimiento de visitas a droguerías y otro tipo de negocios en busca de anomalías, como por ejemplo, ver que la pared de un techo no es lisa, sino que tiene algunas características diferentes (eso fue debido a que hace un tiempo ese tipo de paredes se puso de moda). De igual manera, el propietario del establecimiento fue, digámoslo así, sentenciado a arreglar la contextura del techo o someterse a una cuantiosa multa. Él manifestó, que además, eso le correspondía era al propietario del inmueble, ya que él era solamente arrendatario. La funcionaria dijo que obedecía órdenes superiores y si no cumplía con el requisito exigido se le impondría la multa.

 

Formas y sitios de transmisión peligrosa de virus y bacterias

Lo más sorprendente es que la mayoría de restaurantes de la capital, sea en el barrio que sea y que sí prestan servicio al público y, que sí tienen que ver con la propagación de virus y bacterias, casi siempre presentan un deterioro y un desaseo exacerbable. Pocas veces tienen jabón líquido, papel higiénico, toallas para las manos y nunca son sancionados por la Secretaría de Salud. Esto seguramente porque a ningún alcalde anterior le ha interesado la salud de los habitantes de la capital. Y, es más, a ningún alcalde de ningún municipio, ninguna zona urbana o rural de este país del Sagrado Corazón.

Ahora ya están diciendo algunos gobernantes que gracias a Dios los muertos por el COVID-19 no son nada comparados con otros países, debido a las medidas y a los aislamientos preventivos para evitar la propagación de la pandemia. Nada más falso, ese lavado de manos que están pregonando y, que a la vez hacen, es como el de Poncio Pilatos… El presidente aparece en TV., como el pan de cada día, se gastan miles de millones en publicidad, bendicen a quienes están aportando para combatir el mal, pero no hacen nada para difundir normas reales que sí son importantes para sancionar a quienes son difusores concretos de esta pandemia y de otras múltiples bacterias que han matado a miles de ciudadanos, de consumidores de establecimientos que no cumplen con las mínimas normas de higiene y, que debido a la falta de rigurosos controles, hacen lo que quieren, porque saben de la ineficiencia de entidades como la Secretaría de Salud de Bogotá y todas sus similares en Colombia.

El dependiente del supermercado, el carnicero, el vendedor ambulante y, todos aquellos que manipulan bolsas de plástico para empacar, tienen la costumbre de untar de saliva sus dedos para separar las paredes de las bolsas y nadie les dice nada, incluso en estos momentos en que todos están espantados, aterrorizados con el COVID-19, ni siquiera tienen la capacidad ni mental ni verbal de observar y exigirle a estas personas que eviten dicho acto, con el cual desde hace años, están siendo protagonistas en la ayuda de la expansión de virus y bacterias que enferman y matan al ser humano.

En sus recomendaciones iniciales el New York Times en uno de sus artículos dice que todo lo que sea expulsado por la nariz (estornudos, secreciones) y por la boca (hablar, toser, escupir) e incluso las secreciones de los ojos son las causas que más se deben evitar para prevenir la expansión de los virus.

¿Pero los gobiernos y los ciudadanos lo tienen en cuenta? ¿Se ha tomado una verdadera conciencia de cómo al convertirnos en portadores y/o transmisores por medio de nariz, boca, ojos y manos se convierten en causantes directos o indirectos de muerte?

Aquel que se mete los dedos a la nariz y luego coge los pasadores del bus, el dinero o acaricia a alguien está expandiendo el virus gracias a su falta de higiene y al no cumplimiento de una simple norma de urbanidad. Se ha observado en estos días carniceros que con guantes o sin guantes, manipulan a un mismo tiempo la carne y el dinero, pero los compradores de igual manera no le prestan ninguna atención ni les genera preocupación que través de ese medio se propague el COVID-19. Incluso alguien comentó que al que le va a dar le da, y que, además, los colombianos somos de los más fuertes del mundo porque tenemos un sistema inmune muy bueno.

Los medios y la población están en la obligación de exigirle a los gobernantes que difundan todos los métodos por los cuales se transmite este poderoso virus y tantos otros, que ejecuten las sanciones con todo el peso de la Ley a quienes no cumplen con estas normas elementales que ayudan de forma real a evitar la expansión de pandemias de este tipo y otras, que si bien no se les ha prestado la atención debida desde hace años (hepatitis A, VPH* y tuberculosis, entre otras, sin contar las de los parásitos). Es hora de comenzar un nuevo ciclo para que no haya muertes debido a la insalubridad, la falta de higiene y la falta de autoridad.

Solicitemos y exijamos a todos los que contaminan, como aquellos quienes se urgan la nariz, a quienes escupen en las calles, a quienes se untan los dedos con saliva para abrir las bolsas, a quienes no se lavan las manos después de hacer sus necesidades fisiológicas, a quienes manipulan la carne, pollo, queso, etc., que usen guantes diferentes para manipular los insumos y para el dinero. Esto es más importante porque los productos los seguimos consumiendo a pesar de estar en aislamiento.

Solicitemos a RCN y, a sus similares, que en lugar de pedir a sus radioescuchas que icen banderas blancas para apoyarnos en este problema del COVID-19 se exhiban banderas blancas en todas las ventanas para apoyar el proceso de paz, a la JEP, a los científicos que luchan por la vida. Exijámosle que dejen de manipular con publicidad y mensajes subliminales apoyando a bacterias, virus, parásitos y demás destructores del hombre que con su corrupción destruyen todo lo que se les aparece en su camino.

Recuerden, esto es una cadena interminable en el tiempo y el espacio y, por lo tanto, lo esencial no es quedarse en casa o en aislamiento, que incluso puede generar problemas de salud. lo más importante, por encima de todo, es cumplir todas las normas de higiene y bioseguridad para así no convertirse en portadores y/o transmisores de cualquier virus.

Como la vida vale mucho más que el poder y el dinero, en estos momentos cruciales para la salud y el futuro del país, piensa en la falsedad de Poncio Pilatos: ¡Lávate las manos para evitar el COVID-19, pero no te las laves para combatir la corrupción sea cual sea!

 

*VPH: virus del papiloma humano.

Agradecimiento a la Dra. Isa Rico por su asesoría en el tema médico.

 

( 0 ) Comentarios

  1. Pole! Sorry! Discúlpeme! No soy “infectòlogo” pero el aislamiento personal y social por al menos 14 días es una buena medida para retener el aplacante poder de contagio de COVID-19…. es una disciplina de salud pública. Germán Mejias de Chile 🤚🇨🇱🇨🇴

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Edgar Uruburu
Comunicador Social-Periodista@uniLibertadores Posgrado en Finanzas Públicas de la ESAP. Buscando la verdad en un mundo complejo... Paz y justicia para todos... Mi pensamiento no refleja el de mi familia ni el de laOrejaroja.com