Periodistas de segunda

Opina - Medios

2016-06-08

Periodistas de segunda

En Colombia para que la libertad de expresión sea un tema de agenda nacional tienen que ocurrir lamentables hechos a periodistas de reconocida trayectoria.

Recordemos el revuelo nacional con la retención por parte de la guerrilla del ELN a la periodista Salud Hernández en el mes de mayo de 2016; la opinión pública, los grandes medios de comunicación, el gobierno nacional, reconocidas personalidades de la vida social y política del país se pronunciaron exigiendo la libertad y solicitando garantías para la libertad de prensa, considerada por la UNESCO como un elemento central del derecho más amplio a la libertad de expresión.

Paralelo a este gran despliegue, recordé dos casos del periodismo abandonado y olvidado por la institucionalidad, les hablo del caso de Flor Alba Núñez Vargas asesinada el 10 de septiembre del 2015, en el municipio de Pitalito, Huila y el de Luis Carlos Cervantes, asesinado el 12 de agosto de 2014 en el municipio de Tarazá, Antioquia; ambos periodistas en sus localidades, ambos comprometidos con su ejercicio de vida y con sus comunidades.

Tremenda diferencia cómo se abordan las realidades en el país. Unos periodistas se mueven en el centro del poder, hacen parte del estatus quo, van a cócteles y se codean con la clase política tradicional y hacen parte de las empresas del oligopolio comunicativo del país, otros, los de las periferias, las regiones, los encargados de la admirable labor del periodismo local y regional, ellos parece que fueran los periodistas de segunda categoría, o al menos así lo demuestran los hechos.

El Estado está en la obligación de impulsar la protección al periodismo y a la libertad de expresión y brindar mecanismos especiales de protección para aquellos ciudadanos que en el ejercicio de su derechos de expresarse libremente han sido víctimas de algún tipo de intimidación por su ejercicio, lamentablemente no sucedió así con Flor Alba Núñez y con Luis Carlos Cervantes, pero sí con Salud Hernández.

La sociedad tiene el derecho a saber que en el marco de la libertad de expresión “no basta que se garantice el derecho de fundar o dirigir órganos de opinión pública, sino que es necesario también que los periodistas y, en general, todos aquellos que se dedican profesionalmente a la comunicación social, puedan trabajar con protección suficiente para la libertad e independencia que requiere este oficio”. (Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión, principio 12. Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos año 2000).

Sin libertad de expresión no hay democracia y sin democracia no hay respeto por los derechos humanos, está claro el tema, ahora bien, ¿cómo podemos decir que en Colombia hay libertad de expresión en el marco del conflicto social y armado?, ¿cómo será ésta posterior a los acuerdos con la insurgencia?, ¿se llegará a un estado completo de la libertad de expresión?. Todo indica que el tema, no es de una firma de acuerdos entre el gobierno y la guerrilla, sino entender el papel de la comunicación en la democracia, la cual ha tenido evidentes negaciones y contradicciones en la vida práctica del país.

Una prensa crítica, independiente y alternativa constituye un elemento fundamental para la vigencia y disfrute de los derechos y libertades consagrados en las declaraciones internacionales y en la legislación interna. La libertad de expresión no sólo es para expresarnos con libertad, sino también para recibir información diversa, contraste necesario para hacer un análisis desde lo individual, pero también desde lo colectivo sobre la realidad circundante en nuestro país.

Publicada el: 8 Jun de 2016

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Carlos Andrés Cardona
Defensor de derechos humanos y columnista de opinión. En Twitter: @CardonaRamirez