Aunque han transcurrido más de 200 años de historia, los colombianos no han aprendido a distinguir quiénes son los dirigentes que deben elegir para que los saquen del atraso en que se encuentran. Todos estos periodos dirigidos por gobernantes que han mantenido al país en un enfrentamiento constante, en una lucha de clases bien administrada y en una opresión, casi que con consentimiento de causa, es la razón por la cual un gran porcentaje de la población sigue eligiendo y aplaudiendo a ese mismo tipo de personajes que han mantenido a la Nación en el subdesarrollo.
Nos compadecemos de los venezolanos sin entender que como colombianos debemos preocuparnos más por estar catalogados por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) como el tercer país más desigual del mundo.
Como estudiante de periodismo, una de las primeras cosas que me impresionó y marcó un cambio en mi personalidad fue el conocer las técnicas subliminales. Yo era un bebedor inagotable de Coca-Cola, no podía dejarla por nada del mundo y ella consumía mi organismo haciéndolo más sensible al azúcar, pero en mi caso era en forma de hipoglucemia. El poder subliminal utilizado por esta compañía ha sido la clave para el crecimiento gigantesco que ha logrado.
Lo subliminal es intangible para la visión, pero tangible para el subconsciente y, por ello, el deseo de tomar el líquido. De igual manera, los medios de comunicación comenzaron a utilizar esta técnica no solamente para ganar audiencia, sino lo que es peor, para ganar adeptos para sus patrocinadores y de los políticos con los cuales trabajan de la mano para fortalecer sus emporios y ganar votantes.
Escuchando diariamente conversar a la gente comencé a analizar algo inusual en el lenguaje. Una gran mayoría de personas repiten y repiten el término «la verdad». Seguí prestando atención y es inobjetable la repetición del término para todo. El vendedor, el pasajero, el de la tienda, el sobrino, la cuñada, la hija, el niño de 10 años, la de 14, el anciano en el bus. Es incontable el número de veces que se escucha la repetición de «La verdad». A pesar de lo fastidiosa y monótona tiene su trasfondo. Es la manifestación de lo que pueden hacer los medios masivos de comunicación en el subconsciente colectivo.
LA VERDAD se repite insistentemente y, tal vez pasa desapercibida para otros, porque ellos también la dicen. Cuando alguien es parte de ese mismo proceso no lo nota, o como en algunos casos que lo he hecho caer en la cuenta, la reacción es enojarse y defenderla, argumentando que no tiene nada de malo. La observación como estudio solo quiere demostrar que no es normal a pesar de que parezca parte de un proceso parecido a la moda, de vestuario, de música o de cualquier otro tema. Confieso que me llega a desesperar la repetición de estas dos palabras cuando una misma persona en una respuesta o conversación de un minuto, o incluso menos, repite diez veces lo mismo.
«La verdad, el dinero no me alcanza». «Estoy cansada, la verdad»… «Y así en un constante ir y venir nos podríamos demorar horas y horas repitiendo «la verdad», un constante juego de las mismas palabras y luego al ver un noticiero de televisión y escuchar un programa de radio encontré que los presentadores y locutores tienen el mismo sonsonete repetitivo de «la verdad» y ahí capté que, muy seguramente, hay algo premeditado para utilizar la técnica subliminal y así de una u otra forma manipular a televidentes y oyentes. La inoculación de mensajes subliminales va al lado de la música, de los comerciales, de las noticias, del humor y todo cuanto se pueda para que los súbditos repitan y crean lo que a los dueños del Poder les interesa.
Muy posiblemente es el camino que practican algunos políticos expertos en la movilización de las masas, entre ellos Álvaro Uribe. Algunos entendedores le atribuyen la inteligencia y el uso del poder de manipulación que han ejercido líderes mundiales, como por ejemplo Goebels, uno de los artífices del éxito logrado por Hitler, a la utilización de este tipo de técnicas.
La manipulación de la mente, de la que se han entendido estudiosos como MacLuhan, se demuestra una y otra vez sin que gran parte de las clases subyugadas lo entiendan o lo reconozcan. A diario se sigue notando a todo nivel; lo repiten los viejos, los jóvenes, los niños y solamente falta el perro de la familia porque no habla, pero seguramente lo entiende. Escuche por ejemplo un comercial de una bebida de los mismos dueños de los medios manipuladores y dice: “el litrón es excelente, mis clientes andan felices y «la verdad» yo también… Si mira a los presentadores de los programas y hasta los noticieros, de nuestra insulsa TV, repiten como loros a cada segundo dicho término.
Y no es solamente una persona quien repite exactamente el mismo término, es una gran mayoría. Los vendedores en los buses se suben a ofrecer sus productos y esta es la constante. “Yo vengo a vender estos dulces porque «la verdad» es que no tengo otro sustento». «Prefiero subirme a los buses porque «la verdad» no me gusta robar… Incansable, repetitivo y fastidioso que podría pensarse es un modismo más, pero en realidad suena a que la manipulación llega ahí a su punto crucial.
Por lo que he analizado, una gran parte de quienes repiten y repiten esto, son fieles y consumados oyentes o televidentes de Caracol y RCN, líderes en el compromiso con la clase política y empresarial que domina todo en el país. En el análisis también se ve o se nota el uso del término en medios internacionales, independientes de nuestra idiosincrasia lo cual daría para pensar en realizar un análisis más profundo por parte de estudiosos sobre el comportamiento humano. Si es común en varios países, la teoría de la influencia subliminal debería ser tenida más en cuenta y presentarse en los colegios y escuelas públicas para que los jóvenes tengan conocimiento de estos procesos que afectan su mente y su desarrollo intelectual independiente y así no sean presas fáciles de publicistas, políticos y dirigentes deportivos, entre otros.
Por lo visto en el reciente proceso electoral colombiano, es entendible por qué el titiritero logró que su títere-presidente alcanzara más de 10 millones de votos de sus co-títeres. No importaron ni el dolor causado por los cientos de falsos positivos, la violencia que dejó miles de muertos, desplazados y huérfanos, el paramilitarismo que generó una ola de violencia interminable, las desapariciones, los crímenes de líderes sociales y comunitarios y toda esa lista de crímenes de lesa humanidad que cae bajo las espaldas de un país indiferente. Seguimos por el mismo camino y por ello se eligió a uno de los de siempre, a pesar de querer un cambio influyó más el temor al exguerrillero y todo porque subliminalmente se le metió a la gente en la cabeza la idea de que nos convertiríamos en otra Venezuela.
Hoy ya descansan en paz, pero no por la muerte de ellos, sino porque seguramente estarán pensando en la muerte política de sus opositores. Están equivocados porque en cierta forma es la resurrección de otros líderes a los cuales les temen. Es el renacimiento de una gran parte del pueblo que está dispuesta a dar una gran batalla para que un día se acaben la corrupción, el odio, la violencia y todo lo que huela a podredumbre. Ojalá se consiga todo esto por el futuro de las nuevas generaciones.
Si usted quiere ser parte de una nueva sociedad pensante y justa comience a informarse eficientemente, no sea parte de esas masas fáciles que caben en el maletín del titiritero y hacen lo que él desea. Si ya ayudó a elegir a la marioneta perfecta que le impusieron, preste atención a los proyectos, no sea conformista, exija sus Derechos, mire con sus propios ojos, escuche conscientemente y no se deje llevar por lo que le repiten los Medios.
Las emisoras están difundiendo un mensaje para que exija que su teléfono celular tenga acceso a FM, la radio libre y gratuita. Dice que es un Derecho y no cuesta nada y que en cambio el streaming consume sus datos… Esto es porque hay miedo, pues la gente tiene más opciones para escuchar lo que quiera, donde y cuando quiera, sin comerciales, sin noticieros, sin locutores gritones y tantas otras cosas. Y lógico, ya los medios tradicionales no tendrían el mismo poder.
Las teorías de McLuhan, como las de tantos otros filósofos y científicos son tristemente desperdiciadas porque el pensamiento de esas inmensas masas por las cuales realizaron sus estudios no tienen la facultad de entenderlos, analizarlos y aprovechar sus enseñanzas para dejar de ser del montón, para dejar de ser borregos y convertirse en seres humanos con un nivel intelectual superior y, por ende, alcanzar mejores niveles de vida y de superación personal. Su aldea global se quedó pequeña, frente al regreso del canibalismo salvaje que se vive en Colombia, promovido por los dueños del Poder.
Comienza un nuevo ciclo en la vida de Colombia y solo el tiempo dirá si el titiritero se sale con las suyas o la marioneta se rebela; que es la gran esperanza de muchos. Dicen que ojalá haga lo de Santos, pero eso es una utopía porque el muñeco de trapo no tiene ni las agallas, ni el intelecto, ni el poder para enfrentar a su Patrón. Simplemente sabe que fue un bobo con suerte. Él sabe que si lo hace estaría cavando su propia tumba.
Comencemos a trabajar para salir de ese estado en que el Estado nos tiene postrados en tan bajos niveles de desarrollo. Demostremos que no somos un país de salvajes que ha perdido la facultad de pelear y se ha dejado domesticar fácilmente por un lobo aún más feroz y más astuto; tanto que tiene la facultad de dominar cuerpos, mentes y almas. Busquemos el mejor camino para alcanzar verdaderas metas sociales que favorezcan a todos. Que no haya más guerras, ni verbales, ni físicas y se alcance la paz que realmente se necesita.
Inmenso Edgar! Gran columna que dió exactamente en la conyuntura del problema colombiano. Felicitaciones.
Heidegger lo describió con exactitud cuando afirmó que el Sistema piensa todo por nosotros ahorrándonos el enorme esfuerzo de pensar. A esto lo calificó como «vivir en estado de interpretado».
Aunque muchos crean que tienen sus propias ideas políticas, sociales, económicas etc, no se dan cuenta que son influenciados constantemente por los distintos medios de comunicación a través de lo subliminal.
Otros (los domesticados), no tienen pensamientos propios, absorben los conceptos y «verdades» que les inculcan los medios reproduciendolos como loros sin la más mínima reflexión. Es así que la mayoría de los once millones y pico de sujetos que decidieron el rumbo de este país para los próximos cuatro años actuaron en estado de interpretados.
tienes mucha razón y precisamente después de haber sido publicada la columna me encontré con unos compañeros del bachillerato (en los 70s y 80s) y me recordaron que algunos de nuestros profesores nos corregían por la utilización de «las muletillas» y ahí vi que era el término perfecto para haber nombrado la repetidera de la repetidera (así lo dices, como loros). Una de ellas dijo que los profes hacían bastante énfasis y casi como regaño nos insistían en que el uso de las muletillas era dejar dominar la mente y la solución era fácil teniendo el control de nuestras pensamientos, expresiones y vocabulario. Parece que hoy en día ni siquiera los profesores lo saben pues en los colegios nadie habla de ello y es más conozco algunos profesores que parecen más de ultraderecha y de clase super alta, que de educadores, en el verdadero sentido de la palabra. no tienen absoltamente nada. Y mientras en las escuelas, en los colegios y en los hogares no haya una educación más consciente, ligada con la realidad no solo de nuestro entorno sino con todo lo que sucede en el país, no vamos a lograr un verdadero cambio social, politico y por ende, económico.