Condenaron a 9 años de cárcel al exjefe de seguridad de Álvaro Uribe (segundo mandato), el general (r) Flavio Buitrago. Cuatro años menos de los que está pagando el general (r) Mauricio Santoyo, quien fuera Jefe de Seguridad de Uribe durante su primera ronda presidencial. Sí, las dos cabezas que tuvieron a cargo la protección del líder del Centro Democrático están rindiendo cuentas a la justicia, al igual que alfiles como: Andrés Felipe Arias, Jorge Noguera, María del Pilar Hurtado, Bernardo Moreno, Luis Carlos Restrepo, Luis Alfonso Hoyos, etc. Todos buenos muchachos, en palabras del expresidente; pero todos con problemas legales.
Si bien para nadie es un secreto que la justicia sí comete irregularidades e injusticias, hay que ser muy ingenuo para creer que todos estos (y otros) funcionarios y cercanos a Uribe que se han visto enredados en delitos, son inocentes, víctimas de una persecución ideológica que pretende acabar con la reputación del Honorable Senador Uribe. Y hay que ser más ingenuo todavía para creer que todos actuaban a sus espaldas y con ideas propias. ¡JA!
¿En qué cabeza cabe que un político tan meticuloso como Uribe deja que sus peones se muevan libremente? Si hemos visto en repetidas ocasiones que todo lo que hace su partido o bancada lo planea y lo decide principalmente él. ¿Cómo suponer siquiera que algo del tamaño de las Chuzadas del DAS nunca fue consultado al gran jefe?
El círculo cercano a Uribe ha ido cayendo en la cárcel o en investigaciones a lo largo de los años, porque sí es verdad que la justicia cojea en este país; pero esto no ha sido suficiente, ya que muchos de sus fieles seguidores siguen defendiéndolo, y hacen lo que él les pida, como recolectar más de 300 millones de pesos para Andrés Felipe Arias (quien nos robó, como Nación, 46 mil millones de pesos con AIS) o salir a votar en contra de un castrochavismo que sólo existe en la cabeza de ellos.
Tampoco se entiende cómo los seguidores de Uribe lo aman y lo defienden como el gran colombiano teniendo más de 300 investigaciones y procesos judiciales en su contra, los cuales obviamente ha detenido con ayuda de los contactos que aún le quedan; pero la verdad está ahí, los delitos están ahí y la responsabilidad también, sólo falta que responda.
Hay que ver más allá de sus gritos y manotazos que descaradamente reclaman «Paz sin impunidad», porque de nada le sirve al país que un político hable de cuidar la Constitución y proteger la ciudadanía si detrás de él hay todo un ejército de malhechores atentos a ejecutar sus deseos sin reparo, y sin mancharlo; pero nadie que nade entre tanta mierda puede salir oliendo a jazmines como si nada.
No se puede negar la responsabilidad de Uribe en actos ilegales que ocurrieron durante sus mandatos, como su reelección (así sus seguidores digan que fue por un bien mayor) o los falsos positivos, y más cuando muchos de esos actos han ocasionado el recrudecimiento del conflicto interno en el país y sobre los cuales se necesita saber la verdad para poder continuar con el proceso de curación y paz al que el país se está sometiendo. Y a eso es lo que él tanto le teme.
Álvaro Uribe y el general (r) Flavio Buitrago.
Hay que llevar a Uribe a rendir cuentas ante la justicia, y si es tan inocente como él y sus feligreses rezan, que lo demuestre, porque su prevención parece más un miedo irracional a que si los delincuentes declarados confiesan sus delitos, algo le va a terminar salpicando a los delincuentes de cuello blanco que se beneficiaron del conflicto, o que incluso ayudaron a atizarlo.
Hoy cayó el exjefe de seguridad de Uribe, ¿cuándo caerá el jefe de la Seguridad Democrática? Y sí, Santos también la cagó cuando fue Ministro de Defensa y en algún momento tendrá que rendir cuentas, eso no se nos olvida así se haya alejado aparentemente del uribismo. Ya veremos qué sucias alianzas nos trae esta política excremental, y quiénes tendrán que limpiar sus culpas ante un tribunal.
Publicado el: 22 Nov de 2016
