No más los mismos con las mismas

Opina - Economía

2017-06-27

No más los mismos con las mismas

Los que dicen que vamos camino a parecernos a la actual Venezuela se quedan cortos en esa advertencia, el riesgo es mayor porque siguiendo como vamos estaremos peor que los venezolanos. La culpa es de quienes nos han gobernado durante décadas, sumando males, llegando a convertirnos en el 3er país más inequitativo del mundo; empujándonos a la quiebra económica por una deuda externa cada vez mayor.

El 2016 cerró con una deuda externa equivalente al 54% del Producto Interno Bruto, durante el primer cuatrimestre del actual año creció en un 6% más, alcanzando ya el 60%; informaciones tomadas del Ministerio de Hacienda y Crédito, entidad cada vez más ineficiente, que sigue tomando decisiones no sólo impopulares como la Reforma Tributaria que se nos impuso, sino también anticonstitucionales pues la Constitución de Colombia dice en su artículo 364 que el endeudamiento no podrá exceder a las capacidades de pagos.

A este paso mi pronóstico es que el actual gobierno entregará a un país con una deuda externa de casi el 80% del PIB, es decir que la inmensa mayoría de lo que produzca Colombia estará comprometido al pago de una deuda impagable.

Endeudados no hay desarrollo económico y sin éste seremos más inequitativos (va y ocupando el 1er lugar en ese fatídico escalafón mundial) lo que conllevaría a que nunca lograremos vivir en paz, por no haber prosperidad, retrocediendo a la Colombia que dio lugar a casi un siglo de violencias.

No estoy siendo alarmista, soy muy realista, objetivo, sincero. Así nos tienen los mismos políticos, egoístas y corruptos, que nos han gobernado con las mismas políticas para enriquecerse sin pensar en el bienestar del pueblo y en la prosperidad de este hermoso país, que bien pudiera convertirse en un buen paradigma mundial.

Ya es irreversible un cambio, cambiar de políticos y de políticas, estamos agonizando sobre el fondo que ya hemos tocado.

Los vecinos tienen sus propios problemas que deberán resolver ellos mismos, pero sí de mirar hacia otros se trata, deberíamos voltear la vista hacía el próspero Ecuador, e incluso hacía una Cuba, que logró que se le eximiera una gran parte de su deuda externa; y mirando más hacia estos dos países, deberíamos secundarlos en las políticas que han logrado en educación y salud de alta calidad, gratuitas, haciéndolas valer como derechos humanos inalienables.

No hay peor ciego que el que no quiere ver, o peor aún: no miren porque no conviene es lo que quieren las mismas élites políticas que buscan seguir en el poder para explotar mejor al país en beneficio de unos pocos a costa de los males de los millones que ponen a votar los oligarcas corruptos, asustando con mentiras como el castrochavismo y otros fantasmas.

Quienes no quieran ver a los vecinos, pues que miren hacia adentro, y vean que Colombia necesita de otros líderes políticos con ideas pragmáticas.

Por sólo citarles un ejemplo: Jorge Enrique Robledo, candidato presidencial del Polo Democrático Alternativo, propone un nuevo gobierno donde se cree el Ministerio de las Pequeñas y Medianas Empresas, las que de verdad generan empleos y hacen crecer la economía de cualquier país; propuesta que va en contravía con los intereses de los mismos que buscan perpetuarse en el poder ayudando a las grandes empresas, ese mínimo de empresarios que son los dueños del país y que promueven la entrega de los recursos naturales a las trasnacionales extranjeras, socios rapiñas aliados a esos grandes ricos criollos que están quebrando a Colombia.

También hago mis aportes por el bien de todas y todos: desmontar el aparato burocrático creado por los mismos para satisfacer compromisos electorales: propongo desaparecer al Ministerio de las TIC y el Ministerio de Ambiente, incorporándoles, robusteciendo al Ministerio de las Ciencias y las Tecnologías. Así gastaremos menos en burócratas y dispondremos de más recursos para el desarrollo sostenible del país.

En cuanto a las relaciones internacionales propongo que, sin dejar de mantener vínculos con USA, la Unión Europea, China, y otras potencias; ya es hora de que nos vinculemos más a Cuba –quien mucho puede aportarnos en educación, medicina enfatizando en la prevención, biotecnologías, ecoturismo, artes- y sobre todo en integrarnos a Latinoamérica y el Caribe. Hasta ahora los gobiernos colombianos se han puesto en función de los gringos y los europeos, ignorando a la misma Constitución de Colombia que establece en su artículo 9 que la política exterior se orientará hacia la integración latinoamericana y del Caribe.

Estados Unidos y la Unión Europea nunca han regalado miles de becas para estudiar medicina como lo viene haciendo Cuba, ni nos ayudaron a sacar adelante los procesos de la paz, excepto Holanda, Noruega y Suecia, el resto de Europa y USA no se comprometieron con la paz en Colombia como lo hacen nuestros vecinos latinoamericanos y caribeños.

Lo de USA y Europa es prestar dinero a los gobiernos colombianos a cambio de llenarnos de bases militares gringas, utilizarnos como “aliados” para intromisiones en nuestros países vecinos, y que les paguemos con los recursos naturales que sacan de este rico país, en complicidad con los mismos políticos que mal nos han gobernado hasta ahora.

Colombia bien puede convertirse en paradigma de país pujante y próspero; más aún: en faro de la integración comercial latinoamericana y caribeña.

América Latina ha comercializado a través de un entramado de acuerdos que aunque han conseguido que más del 80% de los intercambios estén libres de aranceles, con un poco de voluntad política –que bien podría liderar Colombia- se puede conseguir rápidos beneficios en muy poco tiempo; según el más reciente informe, del 4 de abril de 2017, presentado por el Banco Interamericano de Desarrollo.

Latinoamérica y el Caribe necesitan avanzar más hacia un área comercial regional integrada para aumentar las exportaciones, protegerse de un entorno comercial mundial cada vez más desafiante y estimular a las empresas a volverse más productivas.

Armonizando los 33 acuerdos de libre comercio preferenciales que existen entre los países latinoamericanos y caribeños se podría conseguir un mercado único que sumaría 5 billones de dólares, el 7% del Producto Interno Bruto Mundial. Así ese 20% de las transacciones que todavía están gravadas quedarían libres, y sería un primer paso hacia una unión supranacional capaz de hacer que América Latina y el Caribe pueda competir en el mercado internacional como la 5ta economía mundial; al nivel de la Unión Europea, Estados Unidos, China y Japón.

El futuro se está perfilando como un entorno global más difícil e implacable con los tratados pequeños. Los latinoamericanos y caribeños nos unimos o corremos el riesgo de volvernos irrelevantes. La integración de mercados es la única vía para amortiguar las adversidades que se vienen para América Latina y el Caribe, por las despiadadas políticas rapiñas neoliberales impulsadas por Trump y otros depredadores europeos y asiáticos.

Colombia debe ser el mejor aliado de Latinoamérica y el Caribe, no como hasta ahora que es el único aliado de USA en nuestra región. Colombia necesita integrarse a los países vecinos, haciéndonos más que amigos, hermanos. Colombia tiene que ser para los colombianos, pero amiga de los latinoamericanos y caribeños.

Nuestra Colombia sí tiene arreglo, pero con otros políticos, nuevos líderes, con otras propuestas, arreglando nuestro país, para liderar procesos de integración en América Latina y el Caribe. Colombia puede convertirse en paradigma a seguir por muchos países. Para lograr la Colombia que anhelamos y merecemos, líder latinoamericana y caribeña, no podemos seguir con los mismos políticos y sus mismas políticas. ¡No más los mismos con las mismas!

 

Roberto Trobajo
Cubano/Colombiano. Director de Cine y Televisión