Columnista:
León Fredy Muñoz
Colombia es un país con inmensas inequidades, cada año concursamos por el primer puesto de desigualdad a nivel mundial. Hace varias décadas nadie nos ha podido sacar de esos desprestigiados primeros puestos, pues el tiempo parece acrecentar cada vez más las injusticias sociales en vez de mejorarlas.
Los congresistas en su mayoría son elegidos por personas humildes, trabajadores de a píe, gente honesta, madres cabeza de familia y un gran número de desempleados, de tal modo, no deben olvidar que representan al pueblo sencillo y necesitado que votó por ellos buscando una esperanza de cambio y no olvido, al ocupar la curul.
En Colombia el salario mínimo es menos de un millón de pesos y el salario de los congresistas es 34 veces mayor a esa cifra, ¿Cómo es posible que en tiempos de pandemia pretendan subir el salario a los congresistas en un 5,12 % es decir, 1 700 000 pesos mensuales? Cuando los sectores alternativos venimos insistiendo en la necesidad de entregar una renta básica, la matrícula cero y un mínimo vital de internet, lo que permitiría salvar vidas en estos tiempos de crisis.
¿Por qué han de reconocer gastos de representación por 14 millones de pesos cuando no existen desplazamientos ni costos adicionales generados con la labor legislativa durante esta época de pandemia? No existe ninguna excusa real para que los congresistas recibamos estos recursos, menos si muchos se niegan a asistir presencialmente para hacerle juego a este gobierno corporativista, no es posible que la democracia se haya tergiversado en el gobierno del pueblo a favor de los elegidos, como si se tratara de escoger reyezuelos y majestades.
Muchos congresistas no quieren que se haga justicia con nuestro salario, hace días en Comisión Primera de Senado, los representantes del partido de Gobierno, votaron a favor de mantener sus propios privilegios en esta cuarentena, escogiendo su propio bienestar por encima del de sus humildes electores. Esos mismos congresistas, desconocieron, las propuestas realizadas en la consulta anticorrupción que permitiría bajar nuestros sueldos.
La democracia en su sentido puro parece que fue olvidada por muchos legisladores quienes una vez escogidos se olvidan de donde provienen e ignoran que ni siquiera el 1 % de la población llega a ganarse la mitad del salario que ellos reciben. ¿En qué país creen que viven estas personas?, ¿a quiénes representan? Solo algo es seguro, aquellos que mantienen sus privilegios en tiempos de necesidad y que solo cumplen los favores políticos de sus financiadores, no representan a la Colombia profunda.
Es por eso que es necesario insistir, que esa alza en el salario de los congresistas no debió ser firmada por el presidente de la República, ese recurso es mejor invertirlo en esas familias colombianas que hoy hacen parte de los 5 millones de desempleados que no tienen acceso a Internet, o que los sueños de sus hijos van a ver truncados y por tanto, su futuro por no tener una matrícula cero. Yo, actuando coherente y consecuentemente desde que empezó la crisis he venido donando parte de mi salario, porque creo que si no somos parte de la solución estamos condenando a esta sociedad a seguir perpetuando los círculos de miseria y de pobreza.