Columnista:
Juan David Ramos Sierra
Las principales ciudades de Colombia han presentado, en lo que va del 2020, deficiencias en la calidad del aire; esto no es algo nuevo, pues cada año parece repetirse el problema y, al parecer, la situación tiende a empeorar. Es el caso de Medellín y Bogotá que ya han tomado medidas, sin embargo, el momento indica que las decisiones son más de fondo que de forma. Por otra parte, en Cali y en Barranquilla aunque hay alertas, la emergencia está bajo control, pero las autoridades toman nota ante una eventual crisis en materia ambiental.
El caso más importante y, de lejos el más crítico, es la capital antioqueña, que con medidas como el pico y placa, vienen en ascenso los dígitos para reducir la movilidad del material particulado contaminante. Desde la Alcaldía de Sergio Fajardo —estrenado en la ciudad— con continuación en Alonso Salazar, Aníbal Gaviria, Federico Gutiérrez y, ahora Daniel Quintero, se siguen tomando medidas con respecto a estudios científicos que concluyen, como el principal factor contaminante, al parque automotriz.
Situación que se repite en Bogotá y Cali; entre tanto, en Barranquilla no es tan clara debido a que solo hay 3 estaciones de monitoreo, las cuales son insuficientes para abarcar todo el territorio. Existen también otros factores, como las emisiones contaminantes de las industrias, además, los últimos incendios forestales —que tampoco son nuevos—, pero que debido a su magnitud, han generado reacciones de movimientos y autoridades ambientales para contener el impacto ocasionado.
La capital de la República estuvo paralizada el mes pasado por un decreto de la Alcaldía que restringió el tránsito de camiones contaminantes, lo que detonó el paro de transportadores. La medida adoptada iba dirigida a disminuir los altos niveles de contaminación de la ciudad, y su sustento corresponde a cifras del Ministerio de Transporte que aclara sobre los más de 15 años de operación del parque automotor y, que, por tanto, no cuenta con las tecnologías de bajas emisiones contaminantes. Otra de las medidas de la administración distrital han ido dirigidas a vigilar la operación de industrias que funcionan con combustibles sólidos y líquidos, y la implementación del pico y placa.
Medellín tuvo, el pasado viernes 6 de marzo, 5 estaciones en rojo, de las 18 que monitorean la calidad del aire, es decir, ese día se registró la más alta alerta de la contingencia ambiental actual.
La emergencia generó que desde la Alcaldía de Daniel Quintero se tomaran medidas al respecto, las cuales consisten en 10 puntos de choque, que se distribuirán entre el sector público y privado para la financiación y distribución de esfuerzos dirigidos a promover la movilidad sostenible, como la idea de que EPM financie 50 mil bicicletas eléctricas y se doblen las estaciones de carga para movilidad eléctrica. La prioridad también se centra en conectar al Norte del Valle de Aburrá con el Sur, por medio de una ciclorruta, y en convocar a una consulta popular por el derecho al aire limpio.
En Cali, la calidad del aire no respira bien. Según el estudio ‘Cali Respira’ realizado por varias universidades de la ciudad, se determinó que hay preocupación por el aire que se respira en varias zonas de la capital del Valle del Cauca; la alta afluencia de vehículos, explican los expertos, es una razón de ello, para lo cual, proponen que se implementen tecnologías limpias como buses de gas natural, así como el uso de la bicicleta.
Algunos expertos afirman que el Gobierno Nacional debe de tomar medidas frente a esta problemática ambiental que persiste en varias ciudades del país, así mismo, controlar el material participado proveniente de incendios y establecer estrategias que se puedan materializar en el mediano y largo plazo que, a todas luces, requiere prioridades que vayan dirigidas a solucionar o a reducir las afectaciones de varias regiones de Colombia, y las muertes causadas por la mala calidad del aire.
Referencias:
https://www.rcnradio.com/colombia/pacifico/estudio-alerta-sobre-mala-calidad-del-aire-en-cali