Columnista:
Lucas Felipe Lara
En Colombia le damos más importancia a la farándula que a los temas políticos; es más probable que un joven responda quién es la ‘Liendra’ o el ‘Mindo’, a que conteste quién es Francia Márquez, que, para los que no saben, se trata de una lideresa ambiental y social, que ha tenido que sufrir amenazas por parte de los disidentes de la extinta guerrilla de las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército Popular de Liberación (EPL) y las Águilas Negras, organizaciones que mantienen una disputa por el control territorial en cuanto al narcotráfico y a la minería ilegal, según Colprensa (2019), se refiere. Además de lo anterior, la lideresa recibió comentarios racistas de parte del exgerente de la Sociedad Portuaria, quien dijo: «Cuando voy a Cali, mi mujer me dice que tengo que bañarme porque huelo a Buenaventura»; pero Márquez aseguró que ella «siempre quiere oler a Buenaventura», de acuerdo con Morales (2019).
Es así como los padres deben inculcar en los niños conocimiento y sentido de pertenencia por el país, en vez de prestarles el celular para ver a personas que no generan ningún beneficio y deberían, asimismo, mostrarles y explicarles la situación del país para que cuando crezcan no sean atípicos a la realidad de Colombia, además, deben inculcar el hábito de la lectura a sus hijos para que cuando crezcan se informen y poder así disminuir el problema de la ignorancia en Colombia.
En este país abunda la desigualdad y lo podemos ver reflejado cuando personas como la ‘Liendra’ se compran una finca, un carro y un apartamento durante la pandemia solo por hacer videos para Instagram, pero el personal médico, que ha tenido que sufrir tanto con el tema de la pandemia, no han podido ni siquiera comprar un inmueble propio como bien lo expresó Naty Castillo.
Además de comprar artículos de lujo, la ‘Liendra’ posó en el Times Square como «el influenciador número 1 de Colombia», pero el reconocimiento a los médicos que han salvado vidas a enfermos del COVID-19 es casi nulo, incluso, como lo afirmó la doctora Raquel Uceta, a diciembre del año anterior no les habían pagado el salario de tres meses.
Mientras los medios de comunicación dirigían sus noticias al tatuaje de Luisa Fernanda W que decía «Lega», asesinaron al líder ambiental Gonzalo Cardona, un guardabosques que protegía al loro cabeza amarilla en peligro de extinción. Le prestamos más atención a la vida privada de personas que no hacen nada para cambiar la situación del país, mientras asesinan a nuestros líderes que día a día están protegiendo, ya sea los derechos humanos o defendiendo los ecosistemas colombianos que, empresas como Minesa, quieren dañar.
Necesitamos seres comprometidos con el presente y futuro de Colombia, y menos personas que se dediquen a hacer bailes y videos que no aportan valor, es más importante un líder que cuida y protege al individuo y al medio ambiente, que una persona que no tiene interés en cambiar el país y lo único que busca hacer es polémica para que su nombre sea más conocido.
¿Qué esperar de una generación que le da más importancia al tatuaje de una youtuber que a la vida de un líder ambientalista y que ya olvidó las 91 masacres que sucedieron durante 2020? ¿Qué esperar de un país en el que han asesinado y desaparecido a 16 líderes sociales, defensores de DD. HH. y firmantes del acuerdo durante el 2021 y de una generación que ocupa su tiempo libre viendo youtubers y gamers? ¿Qué esperar de un país cuyos habitantes leyeron un promedio de 2,7 libros al año en 2018 y de un país que tiene el peor puntaje entre los miembros de la OCDE?
Las anteriores, son preguntas y respuestas de las que nos podemos imaginar el futuro del país. Debemos reflexionar en qué gastamos nuestro tiempo libre, se necesitan profesionales y personas preparadas para situaciones que impliquen la definición del futuro de Colombia.
Acorde con todo lo que vivimos en este pais, donde vale mas y/o se le rinde pleitesía a políticos analfabetas que tienen poder económico , no se si de orígenes oscuros.
Seguimos eligiendo alcaldes y gobernadores sin ninguna o poca preparación académica, manejados o dirigidos por los gamonales o caciques de pueblo, que poco o nada les interesa el progreso y bienestar de la sociedad, solo los propios.