Autor: Hernando Bonilla Gómez
Son varias las razones por las que se ha convocado a un paro nacional el próximo 21 de noviembre, aunque el Gobierno Nacional siga empecinado en que no hay motivos y que se trata de una protesta infundada, e incluso se afirme que es promovida por el Foro de Sao Paulo, con el fin de desestabilizar el excelente mandato del presidente Duque.
Si quieren causas que justifiquen la marcha, todos los días aparecen. Basta con leer un periódico o escuchar la radio y enterarse de las acciones del Gobierno para tener poderosas razones para defender la protesta del próximo jueves. Hagan el ejercicio.
No más el domingo pasado, el primer mandatario de los colombianos dejó esperando a los familiares de las víctimas de la masacre de Bojayá, quienes despidieron, en una emotiva ceremonia, 78 cuerpos que les fueron entregados luego de un doloroso proceso de identificación. Con el desplante, el presidente demostró su total indolencia y la falta de compromiso con los damnificados del conflicto armado en Colombia.
La simple solidaridad con estas personas y su dolor, aunado a la falta de asistencia y presencia del Estado en la región, que en nada ha cambiado durante muchos años, justificarían una importante movilización social. ¿Protestaría usted?
Y qué decir, según el jefe de Estado, de la impecable operación militar de bombardeo en San Vicente del Caguán, para dar de baja a alias Gildardo Cucho, donde murieron ocho menores de edad, que podrían ser dieciocho, sin dar explicación alguna al país. Simplemente un silencio cómplice o: “¿de qué me hablas, viejo?”, ¿usted no protestaría por esto?
La culpa fue de los reclutadores, dicen. ¿Y el Estado?
¿Marcharía por la muerte cada 72 horas de un indígena en Colombia? Según publicación de la BBC News Mundo del pasado 14 de noviembre, a esto solo se puede llamar genocidio.
¿Marcharía igualmente por los más de 260 líderes sociales y defensores de derechos humanos que, según INDEPAZ[1] han sido asesinados durante este Gobierno?
¿Usted no se movilizaría cuando, luego de conocerse las razones por las que el exministro Botero renunció a la cartera de Defensa, el presidente le rinde homenaje y lo cataloga como un patriota?
Pareciera que nos quieren ver la cara. El primer mandatario afirma que hay quienes promueven el paro con mentiras y que se quieren exacerbar odios, pero olvida convenientemente que su Gobierno presentó nuevamente el proyecto de Ley de Financiamiento (ahora sí reforma tributaria), sin quitarle una coma, con muchos beneficios para los grandes empresarios del país y pretendiendo acabar progresivamente los subsidios y exenciones para los menos favorecidos, a quienes resulta gravando con mayor intensidad. ¿Protestaría usted?
Y niega las reformas laboral y pensional, con el argumento de que solo se materializarán cuando sean discutidas y acordadas en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales. Como si no se supiera que el acuerdo en la comisión no es obligatorio o necesario legalmente para su aprobación en el Congreso. El salario mínimo legal, la mayoría de las veces por no decir todas, se impone por decreto ante la falta de consenso.
En cuanto a esas reformas, debe recordarse que la ministra de Trabajo, Alicia Arango, aupada por los gremios, señaló la necesidad de implementar la flexibilización laboral (contratación por horas) para generar empleo, a lo que se han opuesto las centrales obreras, indicando que ello constituye un golpe al bienestar de los trabajadores y una precarización del empleo.
¿Protestaría usted al conocer la desventaja de la reforma para los trabajadores? Y la pensional, como lo reportó en su momento Portafolio, tiene dos finalidades:
- Eliminar el régimen de prima media, que opera Colpensiones, pero que, según el Gobierno, no implica la extinción de la entidad, ya que se transforma en fondo privado (todo un chiste);
- Aumentar los pagos de las cotizaciones mensuales que realizan los afiliados, lo que afectará no solo a los empleados sino en mayor medida a los independientes y contratistas, que son los que tienen que pagar todo el aporte.
Que el Gobierno no haya presentado al Congreso formalmente esos proyecto de ley o que lo hiciera el Centro Democrático, no es argumento para desconocer que los ha anunciado y promovido a través de sus ministros, y que todo sea una falacia.
Las preguntas entonces son dos: ¿quién le viene mintiendo al país?, ¿hay motivos para el paro?
Particularmente creo que un presidente que no escucha las desgracias o desdichas de su pueblo, ni gobierna para todos sino para un sector privilegiado, haciendo prevalecer únicamente los intereses de los líderes y miembros de la élite del partido de gobierno, limitado, sin autonomía ni independencia, debe ser obligado a oír a través de la protesta social pacífica.
Por eso la cita es el 21 de noviembre, sin miedo y en ejercicio del derecho consagrado en el artículo 37 de la Constitución Política.
[1] Anexo No. 2 del informe especial sobre Violaciones a los Derechos Humanos en Tiempos de Paz. INDEPAZ, septiembre de 2019.
Foto cortesía de: La FM
Desde mi punto de vista de la normatividad, esto se rige por unas normas, que los hablantes observan con un carácter neutral y con una necesidad se habla en la sociedad aunque el Gobierno Nacional siga.
Empezando en que no hay motivos y que se trata de una propuesta infundada. YO marcharía por la muerte de los indígena en Colombia, La nobleza y la solidaridad y todo el dolor de estas personas, enunciado la falta de asistencia y presencia del Estado en la Región.
Sin autonomía ni independencia de ser obligado a oir a través de la propuesta social pacifica.
Esto es sólo algunos de los muchos problemas que existen en nuestro país. La corrupción es el principal flagelo que nos afecta. Si impusieran la pena de muerte para los corruptos no existirían partidos políticos, pues en su mayoría ronda la mala fe. Nosotros siempre hemos elegido ratas, que son las que nos roban una mejor vida. Arriba la protesta por las injusticias que flagelan a nuestro país.