La mayoría de municipios y ciudades de Colombia siguen atravesando una crisis bastante compleja en materia de disposición final de Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Más del 80% realizan la disposición final en rellenos sanitarios, el 10% en botaderos a cielo abierto, el 0.18% en quemas y tan solo cerca del 3% realizan actividades de aprovechamiento.
La normatividad en esta materia ha promovido, principalmente, la regionalización de los rellenos sanitarios bajo los conceptos de: economías de escala; viabilidad técnica, económica y ambiental; facilidad de control; y seguimiento por parte de los entes de control.
Esto, además, incentivando vía tarifa, a los entes territoriales para la ubicación, dentro de su ordenamiento territorial, de zonas para el desarrollo de estaciones de transferencia o rellenos sanitarios, según lo descrito en el Decreto 0920 del 8 de Mayo de 2013, expedido por el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.
No obstante a lo anterior, alternativas para el aprovechamiento de residuos sólidos son incipientes. Dentro de las últimas normas expedidas se encuentra la Ley 1573 de 2015, que en su artículo 88, crea el incentivo al aprovechamiento de dichos residuos, el cual menciona, sobre la destinación de los recursos, lo siguiente:
“Dichos recursos se utilizarían entre otros para la elaboración de estudios de prefactibilidad y factibilidad que permitan la implementación de formas alternativas de aprovechamiento de residuos, tales como el compostaje, el aprovechamiento energético y las plantas de tratamiento integral de residuos sólidos, entre otros”.
Mundialmente existen diversas y probadas tecnologías para la gestión de Residuos Sólidos Urbanos diferentes al relleno sanitario. Por mencionar algunas, están en operación las plantas de separación con tecnología MBT (Tratamiento Mecánico Biológico); plantas de bio-digestión; plantas térmicas de incineración, gasificación, pirolisis y arco de plasma. Este último grupo, genera múltiples subproductos tales como: material reciclado, sustrato mejorador de suelo, combustible como bio-diesel y etanol, energía eléctrica, entre otros.
Cada una de estas tecnologías ha desarrollado un proceso técnico evolutivo, en el cual ha disminuido los impactos medioambientales y ha mejorado su eficiencia.
Frente a la crítica situación que viven los municipios y ciudades, por la creciente cantidad de Residuos Sólidos Urbanos que generan y, por consiguiente, la necesidad de ubicar nuevos sitios para la disposición final en rellenos sanitarios:
El Gobierno Nacional tiene el reto de enfocarse en las políticas tendientes a la reducción en la generación de RSU, al consumo responsable, a la reutilización de materiales desde la fuente, pero sobre todo, al reciclaje.
Sin embargo, mientras estas reducciones en la generación de RSU avanzan, es necesaria la implementación de nuevas tecnologías que generen valor agregado desde la transformación de los mismos RSU.
A partir de dos principales normativas se inició el proceso de apertura a la entrada de nuevas tecnologías. En primera instancia, la Ley 1508 de 2012 estableció el régimen jurídico de las Asociaciones Público Privadas (APP); una modalidad que busca la participación y vinculación de capital privado, que incorpora experiencia, conocimientos, tecnología, equipos y se distribuyen riesgos y recursos, preferentemente privados.
Y en segunda instancia, el Decreto 063 de 2015 por el cual se reglamenta las APP en el sector de agua potable y saneamiento básico.
Es imperativo que el Gobierno Nacional, las entidades regionales, ambientales y regulatorias, trabajen de la mano con la academia en el proceso de avalar estas tecnologías reconocidas mundialmente por su sostenibilidad ambiental, técnica y económica.
De esta forma, se podrán definir políticas claras y específicas sobre disponibilidad de la materia prima RSU; parámetros ambientales y técnicos para la obtención de licencias ambientales; viabilidades financiera con respecto al marco regulatorio tarifario; libertades de competencia o Áreas de Servicio Exclusivo; aumento del nivel de calidad, servicio, venta de subproductos, entre otros.
Esperamos que el Gobierno dé: la legalidad, el emprendimiento y la equidad. Así mismo, que se la juegue por impulsar iniciativas que permitan darle un tratamiento especial, efectivo y dinámico a los RSU, así como también de lograr poner en marcha una política integral que le dé un respiro a la difícil situación que muchos municipios y ciudades del país afrontan frente al manejo de estos residuos.
Foto cortesía de: Conexión capital