Columnista:
Álvarez Cristian
El sábado pasado varios medios del país revelaron que, en unas irresponsables declaraciones, el comandante de la Policía Metropolitana de la ciudad de Cúcuta, coronel José Luis Palomino López, señaló que los “difusores de panfletos” en la capital de Norte de Santander eran los «jefes de prensa de los bandidos».
Palomino López hacía referencia a defensores de Derechos Humanos como Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar, que en días pasados denunció en sus redes sociales la aparición de un panfleto donde se le daba un ultimátum a los migrantes venezolanos para que abandonaran Cúcuta so pena de muerte.
Cañizares también respondió en su cuenta de Twitter a las infundadas acusaciones del comandante Palomino López denunciando públicamente que este lo expuso ante los grupos armados que pululan en dicha ciudad.
Pese a que luego pidió disculpas por sus terribles palabras (motivado acaso con la amenaza de investigación por la Procuraduría), quedó demostrado que esta no es la primera, y más delicada, salida en falso del coronel José Luis Palomino… Y de sus hermanos tampoco.
¿El acosador laboral?
En octubre de 2015 aparece uno de los primeros registros de prensa de las malas andanzas del coronel José Luis Palomino Gómez.
En la columna de Daniel Coronell en SEMANA La ropa verde se lava en casa, el periodista revela como José Luis usó su influencia como subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá (J-4 MEBOG) para sacar de apuros legales a un amigo de un subalterno de su hermano —el en ese entonces director Rodolfo Palomino López— y al subalterno mismo.
El informe del patrullero insultado y humillado muestra el paradójico significado que esa noche tuvo la palabra apoyo: ‘Llega al lugar mi coronel J-4 MEBOG donde viendo el sujeto la presencia de apoyo se toma de una manera más tranquila y deciden ingresar a su lugar de residencia, de igual forma ingresando al conjunto residencial Espacio 7’. El oficial superior no hizo nada para respaldar a los agentes sino más bien para que los ofensores pudieran irse tranquilos, señaló el periodista.
Pese a que supuestamente se abrió una investigación en contra de Palomino y el subalterno Lasso, el “castigo” para el coronel mientras se surtía la investigación fue enviarlo como comisionado a Argentina por orden de su hermano, el en ese entonces director, para completar el curso de un ascenso. En síntesis, salió premiado.
Tras su regreso al país, José Luis Palomino López fue destinado a dirigir la Policía en las ciudades de Barranquilla, Tumaco y Cúcuta.
Justamente en Cúcuta, el pasado mes de junio, el comandante José Luis enfrentó otra situación legal. El capitán Carlos Alberto Carrero Gélvez denunció al coronel en la Fiscalía por acoso laboral, tortura sicológica y abuso de poder.
Según Carrero son más los subalternos maltratados por Palomino López a quienes no los baja de “bandidos, contrabandistas, criminales y aliados de las bandas”.
Se acusa, además, al coronel Palomino de mal utilizar a su equipo de inteligencia —los encargados del polígrafo— para que “intimiden y torturen psicológicamente a los policías”, obligándolos a declarar en contra de sus compañeros, para supuestamente presentarlos como falsos positivos.
Dos policías se resistieron a hacerlo y también denunciaron estos hechos ante la Fiscalía, según relató el diario La Opinión y el portal www.elhomenoticias.com
El coronel José Luis, ha desestimado estas graves acusaciones indicando que son hechos que sus detractores quieren mostrar como ciertos para lograr su traslado de Cúcuta.
Por último, cabe recordar que según el portal Verdad Abierta, el jefe paramilitar alias “Don Mario” señaló que José Luis Palomino López —cuando fue comandante de la Policía en Yopal— presuntamente entregó información valiosa sobre objetivos del Bloque Centauros de las Autodefensas.
Estos hechos aún no han sido esclarecidos por la justicia. Además, en defensa de Palomino López, según su hoja de vida sí estuvo en el Casanare, pero nunca como comandante de Policía en Yopal.
Mi hermano y yo
Otro de los Palominos López cuestionado es el coronel Jorge Evelio. Este se desempeñaba como director de la Escuela de Carabineros de Vélez (Santander), Mayor General Manuel José López Gómez. Dirigiendo dicha institución, fueron evidentes una serie de desfalcos a esta entidad, hechos que fueron denunciados por la capitana Tanía Rodríguez, jefa de Talento Humano de la escuela en 2014. Las denuncias de Rodríguez recayeron en el coronel Jorge Evelio, y estas derivaron en una auditoria que arrojó ocho graves hallazgos de malos manejos de contratos.
Entre las fallas más notorias, se destacan irregularidades con la distribución del combustible de los vehículos de la Policía, debilidades en el manejo de los inventarios de la munición, desvío de recursos enviados al Tesoro Nacional o a las cuentas de los auxiliares por concepto de alimentación señaló La F.M. en diciembre de 2015.
Infortunadamente el caso fue engavetado ya que, como reveló en ese entonces Noticias Uno en una grabación que publicó, el inspector encargado de la Policía, coronel Herney Moreno, admitió presiones del alto mando de la Policía (encabezada por el director Rodolfo Palomino López) que lo llevaron a beneficiar al hermano acusado.
Y aunque Jorge Evelio fue investigado por irregularidades en los contratos públicos de la escuela —y aunque había motivos suficientes para su destitución fulminante—, al inspector lo presionaron para darle sólo una amonestación al coronel.
Jorge Evelio Palomino López, se retiró de la institución y en 2018 aspiró por una curul en el Congreso avalado por el partido Cambio Radical. Se “quemó”. Ahora dirige la fundación sin ánimo de lucro FUCONTE donde posiblemente nunca haya mencionado sus “enredos”.
Rodolfo Palomino López, la gran mancha
Quien lo ve con su cara de “yo no fui”, los enredos de Rodolfo Palomino López son tan graves que prefirió renunciar a su cargo antes que enfrentar a la justicia defendiéndose de ellos.
El “prontuario” del ex director de la Policía —aparte del descarado favorecimiento a sus hermanos subalternos— también muestra conductas tan delicadas como incremento injustificado de su patrimonio, seguimientos ilegales a periodistas, acoso sexual y participación en una red de prostitución.
Según denunció el coronel Reinaldo Gómez Bernal, en una reunión de 1998 el entonces teniente coronel Palomino se le acercó y le propuso mantener relaciones. Tras su negativa, hubo una serie de situaciones laborales que rayaban en el acoso por parte de Palomino que perduraron hasta 2015 que el asunto tuvo repercusiones mediáticas y que desencadenaron una investigación más grave.
Palomino, el hombre con un bigote que recuerda al vaquero de The Village People estuvo involucrado en 2016 en un escándalo de grandes proporciones en Colombia denominado “La comunidad del anillo”.
Esta era una supuesta red de prostitución masculina dentro de la Policía para satisfacer a altos oficiales de esa institución y a algunos políticos criollos. De este proceso Palomino fue absuelto ya que según el fallo de Procuraduría no hubo suficientes pruebas para sentenciarlo como culpable.
El otro escándalo develado por La F.M. tenía que ver con varias valiosas propiedades de Rodolfo Palomino López que incrementaron inexplicablemente su patrimonio.
Dos de esas propiedades son unos terrenos, de mil metros cuadrados cada uno, ubicados en un conjunto cerrado llamado El Pedregal de San Ángel. El conjunto está situado al lado de la Escuela Nacional de Policía en Fusagasugá. Lo curioso es que el general Palomino compró los lotes por menos de 40 millones de pesos. Y algo más llamativo, se los compró al señalado líder de ‘La comunidad del anillo’, el coronel Jerson Jair Castellanos. Al momento del negocio, 2009, ya eran públicos los señalamientos contra el coronel Castellanos, señala la investigación de La F.M.
El director Palomino también resultó dueño de un lote de más de 3.000 metros cuadrados en otro exclusivo conjunto conocido como Los Caballeros de la Noche, en Sopó. El lote lo adquirió en septiembre de 2015 por tan solo 200 millones de pesos.
Y para acabar de ajustar, al igual que su hermano Jorge Evelio, el ex general Rodolfo Palomino también fue denunciado por supuesto manejo indebido de recursos, cuando en 2001 fue el director de la Escuela de Carabineros Mayor General Manuel José López Gómez.
Y como todos estos hechos los denunció el equipo periodístico de la F.M., pues como es lógico en este país de “chuzaDAS”, a estos periodistas le empezaron a hacer seguimientos e interceptaciones ilegales. A que no adivinan que entidad y que alto mando eran los principales sospechosos.
Y si adivinan, por favor infórmenle a las autoridades ya que esta y las demás denuncias siguen ahí, durmiendo el sueño de los justos.