La jornada electoral, que tendrá su primer pulso este domingo 11 de marzo, sirve para reflexionar el papel que ha jugado el periodismo colombiano en la orientación política de la opinión pública. El balance hasta ahora deja un panorama desolador y un gran desconsuelo porque algunos periodistas al servicio de los medios han mostrado su miseria intelectual y sus preferencias de clase, en la defensa de sus patrones y en la de sus propias fortunas, que creen en peligro si Colombia la llegase gobernar un mandatario diferente de la clase politiquera tradicional.
Instalados en sus micrófonos, en sus platós televisivos, en sus salas de redacción o desde sus portales, lanzan opiniones, hacen preguntas capciosas, acorralan a entrevistados o callan deliberadamente sucesos para favorecer tendencias.
Uno hubiese esperado que dentro del deber ser de un profesional ético, los adláteres del Sistema y del Establecimiento en que se han convertido los noticieros de las cadenas radiales y los telenoticieros, nos hubieran hecho pedagogía electoral, sin descarados sesgos ni anatemas ideológicos, puesto que el periodismo se debe a intereses colectivos, según la ya utópica razón de ser de la profesión. Pero no. Pareciera que algunos directores se hubieran puesto de acuerdo para actuar en gavilla en contra de Gustavo Petro Urrego, especialmente. ¿Tendrían alguna razón para eso?
Por ejemplo, Vicky Dávila cree que le hace un gran favor al periodismo y que contribuye a la argumentación política cuando muestra los zapatos de Gustavo Petro como si fueran un trofeo.
Frente a lo anterior, le pregunto a la señora Dávila: ¿por qué no hizo lo mismo con el resto de candidatos o precandidatos? ¿Le hubiera mandado a quitar los suspensores que sostienen los pantalones de Alejandro Ordóñez para saber cuánto cuestan? ¿Le hubiera exigido a Marta Lucía Ramírez que le mostrara el costo de su viaje a Venezuela, quién se lo pagó y cuánto le cuesta mensualmente su peluquero? ¿Le hubiera pedido a Fajardo que le mostrara cuánto vale el gel que usa para mantener su melena? ¿Le hubiera pedido a Iván Duque Márquez que le dijera cuál es el precio real por ser la corbata del Centro Democrático?
En el mismo sentido, Claudia Gurisatti, la flamante directora de Noticias RCN, pregunta a sus seguidores en redes sociales su opinión debido a que a Gustavo Petro los bancos no le quisieron prestar dinero para su campaña. ¿Cuál era la intencionalidad de esa solapada pregunta? ¿La señora Gurisatti les ha preguntado a los demás precandidatos de dónde sale la plata para marchas pagadas y publicidades plagiadas de otros países?
Pero el colmo del cinismo se lo llevó Darío Arismendi cuando peló el cobre en contra del precandidato de Colombia Humana: “Petro es una persona de izquierda, Petro es más o menos Maduro, Petro no es empresa privada, no es respetar la libre expresión, Petro es otra cosa. Fajardo es totalmente distinto”. ¿Qué entenderá Arismendi por libre expresión? Si tanto teme que nos parezcamos a Venezuela, ¿por qué no ha preguntado a los precandidatos a qué países nos pareceremos en el régimen fajardista o duquista-uribista? ¿Las empresas privadas que tanto defiende el periodista de marras, que han hecho por Colombia?
A los tres y a los que opinan a favor o en contra de uno u otro candidato, aconsejo que se acerquen a Ryszard Kapuscinski y refresquen un poco los principios sobre el quehacer de nuestro oficio. Este gran y verdadero periodista nos recuerda que para ejercer el periodismo “ante todo, hay que ser un buen hombre, o una buena mujer: buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas”. Más adelante expresa: “el único modo correcto de hacer nuestro trabajo es desaparecer, olvidarnos de nuestra existencia”.
Cómprense el librito; es cortico. Léanselo. Se llama Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen periodismo.
Para la jornada del domingo necesitamos sindéresis. La atmósfera está pesada: ataques a caravanas de candidatos; censura a caricaturistas que no son proclives a candidatos del Establecimiento; amenazas a instituciones que destapan corruptelas entre dirigentes y sus compañías poco santas; asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos; polarización verbal y virulenta en la redes sociales. El palo no está para cucharas.
Señores directores de medios, ustedes tienen todo el derecho a escoger sus preferencias electorales. Lo censurable es que utilicen el poder de esos medios para vendernos sus propias opiniones como verdades. Por favor, absténgase de decirnos por quién votar. Eso enrarece más el ambiente.
Exdcelente articulo
Arizmendi está tomando el mismo camino de la Gurisatti y llevando a Caracol por los caminos de la sepultura que cavó Claudia para RCN Televisión
Es triste y vergonzoso que Arismedi que se autodenomina IMPARCIAL haya caido al nivel de las bugueñas (davila y gurisatti),
Respetable el punto de vista, pero que artículo con carga de rabia.
De acuerdo con el artículo.Es insoportable la lagartería de Arismendi, el mayor lagarto de Colombia, También es increible la parcialidad de Darcy Quin, excomunicadora de Vargas Lleras. Pero tarde que temprano los oyentes se las cobran. Apagar el radio, cambiar el dial, escoger otros medios alternativos.
total acuerdo con su cronica, lo malo es que son pocos los colombianos que tenemos un pensamiento critico hacerca de la politica….
CARROÑEROS, sembradores de cizaña por arrodillados a sus patrones…
LOS GAMONALES de la comunicacion parcialisados como siempre.
Me gusta la radio, pero me indigna que estos periodistas no confiesen su conflicto de intereses cuando editorializan la información y sobre todo cuando la sesgan con todo el descaro. Claro que en este rubro hay que declarar fuera de concurso a Maria Isabel Rueda. gracias
me parece acertado este editorial por que nos permite ver la realidad del periodismo corrupto que se encarga de mal informar al pueblo deberian quitarles la tarjeta profesional
Estimado William, gracias por leer La Oreja Roja. Te contamos que este texto es una columna de opinión cuyo autor es el Mg. Marcos Fidel Vega. Un abrazo y siempre bienvenido.
es lo mismo que usted hace defendiendo su candidato y cada cual, pero ustedes deben hacerlo en privado, deben ser objetivo y nunca lo hacen por que son libres de decir cuanta estupidez se les ocurre y van por la vida sin consecuencias.
No estoy de acuerdo con que iguale a Vicky con los otros dos. Puede ser que Vicky desagrade con sus preguntas en ocasiones pero ella entrevista a todos por igual y les permite hablar y eso no se le puede quitar y peor compararla con los otros dos.. Una cosa es que el periodista deje ver su opinión en ocasiones, y otra muy distinta que sistemáticamente se dedique a presentar noticias sesgadas, censurar una parte de la información y cosas así.
Marcos Fidel gracias por su artículo pero se quedó corto. ¿Sólo tres? ¿Y qué me dice de Maria Isabel Rueda y de otros tantos? En el argot popular se les conoce como los prepago y realmente con sus posiciones y actuaciones «hacen honor» a ello. La pregunta que debemos hacernos es ¿Para qué nos sirve esta clase de «periodismo» y de «periodistas»? Con razón Kapuscinski afirmaba que el periodismo se estaba convirtiendo en algo superfluo. Afortunadamente en los últimos años estamos viendo en nuestro país el surgimiento de un periodismo independiente como el que se profesa en La Oreja Roja.
Y les faltó, Darcy Quin, Gustavo Gomez, Yolanda Ruíz, Erika Fontalvo, Felix , Albreto Casas, Y Julio Sanches Cristo…..Néstor Morales…..