Columnista:
Mario José Bonilla
En esta ocasión te voy a hablar de una palabra que me gusta «orogénesis» pero no sé su significado, tal vez me lo han explicado, pero a los cinco minutos se me ha olvidado, porque no me interesa qué significa, pero me sigue gustando. «Orogénesis» suena lindo, la sigo repitiendo, ¡qué linda palabra!, a propósito pelele, ¿qué palabra te gusta?, «¿democracia?». Tal vez te pase lo mismo que a mí, no tienes ni idea de qué significa, no te ha importado, se te ha explicado en el colegio, en la universidad o nunca. Qué importa, de igual manera es linda.
Sí, pelele, democracia es linda; una palabra que pronunciaron los hombres más honorables de la historia, los «griegos». La cuna de la democracia nadie la pone en duda. El asunto aquí es que a ti te pasa lo mismo con la palabra democracia que a mí con la palabra «orogénesis»; te gusta, pero no sabes lo que significa. Eso es lo que yo creo, pelele, si la entendieras no hablarías todas esas estupideces. No soy político ni filósofo y por eso no te puedo enseñar nada, y tampoco tengo claro qué significa «democracia».
Más bien, sí sé qué es lo que no significa, eso sí lo tengo claro y te lo voy a decir; democracia no significa que el pueblo tenga el poder, sí que lo tenga el supremo, porque el pueblo votará por quien se le diga: ahí está la artimaña y le crearon un falso modelo de igualdad para decir que la voluntad de las mayorías es la que prevalece, porque si tiene que elegir entre varias opciones, el que tenga más dinero hará tan visible las suyas y las convertirá en las únicas. Es una palabra tan linda, que ahí está la jugadita, claro, en nombre de la democracia se han cometido los peores crímenes de la humanidad.
Democracia no significa eliminar la participación popular y la toma de decisiones razonables, donde según los padres de esta no se le puede dar todo el poder al pueblo, porque sería un gran peligro para sus intereses. ¿Entonces, a qué jugamos, pelele? ¿Es un poder que tienen todos los ciudadanos? Sí, pelele, te pertenece a ti, a mí y a todos. Disfrutamos de la más absoluta democracia para elegir ladrones de cuello blanco que actúan peor que un ladronzuelo callejero. Democracia no es que tú, pelele, tengas poder y elijas tu propio destino, porque te van a tratar de terrorista tirano cuando salgas a exigir una real democracia: razonable y lógica. Democracia no es mandar acribillar al pueblo; democracia no es invadir a países; democracia no es exterminar con culturas; no, así no son las cosas.
De qué democracia hablas, pelele. La tuya, claro, porque de la democracia del pueblo que se ocupen los tiranos, no tienen futuro, pero tienen a la democracia para elegir a sus verdugos a fin de que se les mate de hambre. ¡No, pelele, eso no me gusta!, eso no es democracia: ¡atropellar, asesinar al pueblo y violarle sus derechos! Así que mejor busca otra palabra, porque esta será linda y todo, pero ya le descubrimos la trampa, y por eso me sigue gustando «orogénesis», aunque tampoco sé lo que significa.
La democracia en nuestro país está disfrazada por la corrupción y la tiranía, desde que se inició la historia.