Este 21 de septiembre es el día internacional de la paz, proclamado a «conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación, en cada pueblo y entre ellos», evento que se realiza desde el año 2001 por la Organización de las Naciones Unidas.
El máximo organismo promotor de la paz mundial, la cooperación y el desarrollo sostiene que no es posible un mundo pacífico si no se toman las medidas pertinentes para lograr el desarrollo social y económico de todas las personas del mundo y garantizar la protección de sus derechos.
Naciones unidas insta a las naciones y pueblos a luchar contra eliminación de la pobreza y el hambre; defender el derecho a la vida, la salud, la educación, la protección de las fuentes de agua, la igualdad de género; la mitigación del cambio climático; combatir toda forma de discriminación, auspiciar el desarrollo humano y fundamentalmente la paz y justicia social (objetivo 16 del desarrollo sostenible).
El 21 de septiembre de 2018 se llevará a cabo la máxima cita de las organizaciones sindicales en Colombia, no hay mejor fecha para dar trascendencia a la fiesta democrática sindical en nuestro país.
Estatutariamente cada cuatro años los trabajadores colombianos, haciendo uso del voto como mecanismo universal de participación democrática, directa, secreta, indelegable y programática, eligen sus representantes a los órganos de dirección de los principales sindicatos.
El pulso lo librarán las fuerzas de izquierda por controlar la Central Unitaria de los Trabajadores (CUT) nacional y departamental con 500 mil afiliados, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE) miembro de la (CUT) aglutina con 220 mil maestros y las juntas directivas de los 32 sindicatos filiales de FECODE, entre otras agremiaciones y sus órganos de dirección cuatrienio 2018-2022.
Es así como elegiremos Comité Ejecutivo Nacional CUT (21 delegados), máximo órgano de dirección de la principal central sindical de los trabajadores colombianos). Cuya tarea fundamental es la de defender las conquistas y los derechos de los trabajadores, buscar el mejoramiento y dignificación de las condiciones de vida y laborales, así como del pueblo en general, a través de la defensa de la soberanía nacional, las libertades democráticas, la justicia social, el respeto de los derechos humanos.
Congreso de la CUT. Es la máxima autoridad de la central unitaria de los trabajadores de Colombia, constituida por los delegados oficiales elegidos, más los miembros del comité ejecutivo. Adopta los principios y la plataforma de lucha, define las políticas de acción, estudia los problemas sociales, económicos, políticos y culturales de los trabajadores colombianos y elabora los planes y acciones para su solución.
Subdirectivas departamentales CUT, (32 delegados) una por cada departamento, encargada de canalizar las dinámicas laborales a nivel departamental, en consonancia con los principios establecidos en los reglamentos de la central unitaria.
Comité Ejecutivo de Fecode (15 delegados). Es el organismo de dirección permanente de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación —FECODE—, representa ante todo el interés general de los trabajadores de la educación. Está obligado a velar por el cumplimiento de los estatutos y demás ordenamientos, así como a acatar los acuerdos y resoluciones de la asamblea General Federal.
Asamblea Federal de Fecode: es la máxima autoridad de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación —FECODE—, y estará constituida por el Comité Ejecutivo y los delegados elegidos —expresamente para este fin— por los afiliados de los sindicatos filiales a la Federación. Trazará el programa de acción de la Federación y demás planes de trabajo y políticas a ejecutarse en el siguiente cuatrienio.
Juntas directivas departamentales sindicatos filiales (32): Es el organismo de dirección permanente de los sindicatos filiales de Fecode, compuesto por 13 miembros. Es la encargada de ejecutar los planes, programas y proyectos aprobados por la asamblea general, los plenos departamentales ordinarios y/o extraordinarios.
Pleno departamental estatutario: Organismo de decisión integrado por la junta directiva departamental, los delegados elegidos para su seno y los delegados de las asambleas municipales (Cada municipio tiene una subdirectiva).
Están en juego la representatividad, vigencia y hegemonía de las fuerzas de la izquierda democrática colombiana, un panorama variopinto de tendencias y matices políticas e ideológicas diversas: Polo Democrático en expresiones como Moir, Polo Social, Unidad Democrática, etc), Progresistas o Decentes de Petro (Magisterio Humano), Marcha Patriótica de la Fuerza Alternativa del Común (FARC), Partido Comunista, verdes, liberales, conservadores, cristianos, etc.
Se esperaba un debate electoral más enriquecido, en torno a las ideas y los argumentos, con mayor altura ideológica, respetuoso de las diferencias, un proselitismo también alternativo, es decir, que hiciera un balance de las ejecutorias y conquistas del fenecido periodo (2013-2017); que profundizará en los perfiles de los candidatos y erradicará la vieja práctica de centrar los debates en las difamaciones y acusaciones personales que colocan a las fuerzas sindicales al mismo nivel de los partidos y movimientos políticos tradicionales.
Sin duda, el proselitismo sindical reciente fue permeado por la coyuntura política del año 2018, elecciones a congreso y presidenciales (primera y segunda vuelta). Las últimas de mayor incidencia que las primeras, habida cuenta que, desde la expedición de la constitución de 1991, era la primera que se consolidaba una candidatura de izquierda con opción real de poder, enfrentándose contra viento y marea al régimen oligárquico con candidato propio: Gustavo Petro Urrego.
Muy distinto a lo sucedido en 2014, cuando la izquierda de manera estratégica se la jugó por Juan Manuel Santos (II), como último recurso para detener la recaptura del poder por parte del innombrable y las fuerzas retardatarias que representa y aglutina.
Al arrinconar al régimen parafraseado a Álvaro Gómez, se soñó con un mejor mañana para el pueblo colombiano, se estremecieron las bases del bloque hegemónico del poder, se demostró que sí es posible el cambio en Colombia por vías democráticas, que vale la pena seguir soñando en un mejor país porque las conciencias y ciudadanías libres están en crecimiento pleno.
Con este marco de referencia, se espera el castigo a los promotores del voto en blanco, incoloro, sin alma y conciencia. Merecen ser Blanqueados democráticamente en los organismos de dirección sindical, al promover y defender los intereses del régimen se actuó de manera egoísta, suicida, ciega, antipopular; son coparticipes de la trepada al poder de los sepultureros del pueblo colombiano.
La clase trabajadora, la izquierda democrática, los movimientos alternativos y múltiples sectores populares saben que les espera en el tetrauribista gobierno de Duque “sangre, sudor y lágrimas”. El sindicalismo no guarda ninguna expectativa favorable con Duque, por el contrario, desde ya se prepara para enfrentar la andanada represiva con la resistencia, unidad, lucha y movilización social. La calle y la protesta social entrarán en ebullición, valido en estado social de derecho, así la empiecen a criminalizar, macartizar y reprimir.
La arremetida del Duribismo (Uribe en ropaje de Duque), ha vuelto, más puro, duro, rancio y macizo, por ello se necesitan organizaciones sindicales fortalecidas, conectadas entre sí y en mancomunidad con los demás sectores sociales profundamente amenazados hoy: comunales, educadores, estudiantes, campesinos, indígenas, afros, obreros, ambientalistas, animalistas, cristianos, líderes sociales, defensores de derechos humanos, opinión pública en general, entre otros.
Fotografía cortesía de El Nuevo Herald.