Lo que es del César también es de Dios

Opina - Economía

2016-10-24

Lo que es del César también es de Dios

Esa pareciera ser la nueva consigna de las más de cinco mil iglesias, que sin vergüenza moral alguna y en nombre de Dios, le siguen haciendo «conejo» a los colombianos con el no pago de sus impuestos. Por supuesto, con el patrocinio de un gobierno que cuando no es por beneficio, obra con temor del poderoso capital electoral que tienen las iglesias, representado en millones de personas que ven en cada una de estas instituciones, una oportunidad para estar más cerca de su espiritualidad, sin importar el precio que eso conlleve.

En febrero del 2015, la DIAN hizo público un informe en donde alertaba sobre el exorbitante patrimonio de las iglesias, cuyo monto es muy cercano a los 10 billones de pesos. Aunque sus ganancias son exageradas, comparadas con su inversión, estas instituciones se resisten a contribuir con la tributación del país. Así quedó demostrado en la reforma tributaria, presentada ante el Congreso de la República el pasado miércoles 19 de octubre.

En el documento se puede evidenciar que las iglesias siguen excluidas del tributo a la nación, parece como si el gobierno no estuviera muy interesado en buscar un mecanismo real para detener su evasión. Cabe aclarar que la tributaria plantea la necesidad de hacerles un seguimiento, algo que hoy no existe, a las más de cinco mil iglesias colombianas, pero no las obligará a pagar un solo peso al fisco.

Y es que cuando se trata de tributar al Estado, parece que algunos pastores entendieron de otra manera el mensaje que el «creador» les dejó consignado en sus enseñanzas: Mateo 22: 17—2 «Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: Del César. Y les dijo: Dad, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios».

La reforma tributaria estructural, que el gobierno pretende que el Congreso apruebe en menos de dos meses, golpeará estruendosamente a las clases sociales con menos solvencia económica del país: pondrán a pagar impuestos a los tenderos, peluqueros, panaderos y todo colombiano que gane más de $2,700.000 al mes. Sin embargo, las iglesias, tanto de garaje como de renombre pasarán de agache sin tributar un solo peso de sus ingresos, que en la mayoría de los casos son diez veces superiores al de los colombianos que sí deberán declarar. El incremento al IVA –19%– y el precio de la gasolina serán dos factores determinantes que encarecerán todos los productos de consumo masivo, llevando a la gente del común a buscar nuevas maneras de apretarse más el cinturón a la hora de comer, vestir o divertirse.

Sin duda alguna, los grandes evasores de impuestos encontraron en las iglesias la oportunidad perfecta para incrementar sus patrimonios, haciéndole el quite a la tributación del país. El negocio de la fe es tan bueno que cada día pululan nuevas iglesias: en los últimos tres años, el Ministerio del Interior, entidad encargada de entregar personería jurídica a estas instituciones, autorizó el funcionamiento de 1.258, más de una al día en promedio.

Resulta «curioso» saber que muchas iglesias pertenecen o guardan alguna relación con reconocidos políticos del país, como es el caso del senador Jimmy Chamorro, quien es el fundador de la «Cruzada Estudiantil Profesional» y cuenta con un capital político para nada despreciable, como también, la polémica María Luisa Piraquive, fundadora de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, que gracias a la fe de sus creyentes, logró mantener por años a varios de sus familiares y pastores en el Congreso de la República; hoy ella es investigada por diferentes delitos. Así mismo, la senadora Viviane Morales, investigada por su presunto favorecimiento a grupos paramilitares en su paso por la Fiscalía, obtuvo un escaño en el Senado gracias a cientos de votos que salieron de la reconocida iglesia «Casa Sobre la Roca», lugar en donde ella se congrega.

Aunque la actual reforma tributaria también recaudará dinero a los grandes empresarios, el fenómeno de escasez no lo sentirán de la misma manera que la clase obrera porque sus dividendos no se comparan con los ingresos de los miles de asalariados que se encontrarán el otro año con un costo de vida más caro. Sin contar que al empresario le devuelven el IVA y a las iglesias ni se lo cobran, algo que no pasa con el asalariado.

Es imposible desconocer el contubernio entre pastores y políticos que deja como resultado una negociación en donde las iglesias ponen gran parte del capital electoral y reciben toda suerte de coimas y beneficios de carácter económico, como el que hoy podemos ver en la reforma tributaria que hace trámite en el congreso y que necesitará toneladas de mermelada para ser aprobada sin ninguna modificación.

Publicado el: 24 Oct de 2016

 

( 1 ) Comentario

  1. Creo que los $2,700,000. son de declaración más no de tributación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Diego Andrés Quintero
Estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad. Cooperativa de Colombia.