Minuto 83. Gol del Chelsea, gol de Eden Hazard. Termina la esperanza para Puchettino y sus dirigidos. Se hace real una de las historias más lindas del fútbol moderno: Leicester City Campeón de Inglaterra.
Antes de comenzar a leer esta columna, les pido por favor que le regalen un aplauso a directivos, cuerpo técnico, jugadores, a cada miembro del club y a la hinchada del Leicester en general por su gran hazaña. Ellos, señores, son ejemplo de esperanza, valentía y determinación, pues han logrado lo inimaginable, coronarse campeones de la Premier League dando un mensaje de aliento para todos aquellos que no creían tener posibilidades en el fútbol moderno. Ranieri ha hecho historia, ha convertido un simple equipo de fútbol inglés, en el club deportivo con el que simpatiza el mundo entero.
‘The Foxes’, como son conocidos, nos han enseñado a todos con su fútbol que el trabajo duro siempre trae recompensa, que los sueños son para cumplirlos independientemente de quien quiera atravesarse en medio, que creer en uno mismo es la máxima fortaleza que tenemos como personas, y por último, pero no menos importante, que las grandes carteras no siempre reinan ni en el fútbol ni en la vida.
Hace un año, exactamente, este equipo estaba luchando contra todos los pronósticos por salvarse del descenso y muchos de los jugadores que hoy son figuras en el club como Jamie Vardy, Wes Morgan, Riyad Maharez y N’Golo Kanté, eran rechazados en distintos clubes del mundo por ser considerados demasiado bajos, gordos o lentos. Pero, como lo mencionó alguna vez Ranieri, el técnico que revolucionó al mundo del fútbol, todos tenían una excelsa calidad y desde el primer entrenamiento supo lo buenos que podrían llegar a ser.
Para sorpresa de todos, Ranieri no se equivocó. Estaba en lo cierto. Sus muchachos tienen un potencial increíble, tanto que hoy, simplemente por mencionar de manera rápida la influencia de dos de ellos, Vardy disputa la punta de la tabla de goleadores con 22 tantos, mientras su compañero, el Argelino Maharez, que fue escogido como el mejor jugador de la Premier League 15-16, tiene en la bolsa 17 goles y 11 asistencias, convirtiéndose así en el jugador más desequilibrante e importante del equipo.
Pero, en serio, ¿alguien se imaginaba tal hazaña del Leicester? Seamos sinceros y es que ni los mismos directivos lo creían. Era tanta la sorpresa de muchos que hasta el Alcalde, Sir Peter Soulsby, máxima figura política de la ciudad, decretó cambiar el nombre de algunas calles para nombrarlas en honor a los héroes que lograron levantar el corazón de toda una ciudad. Por otra parte, el Chelsea de Mourinho venía de ser campeón, coronándose casualmente en el King Power Stadium, casa de ‘Los Zorros’, y por más mal que estuvieran algunos grandes como el Manchester United, el Arsenal, el Liverpool, el Manchester City, entre otros, era impensado que ‘Los Zorros’ se alzaran con el máximo título de Inglaterra, tanto que Ranieri, al ser contratado como director técnico, tenía como único objetivo lograr 40 puntos y salvar al equipo del descenso, nada más.
Causa mucha curiosidad ver como hay directores técnicos que únicamente tienen éxito cuando les dan a manejar un Ferrari último modelo, mientras otros, por su parte, se sienten plenamente identificados y logran obtener grandes resultados con un auto menos llamativo y mucho más convencional. Este es el claro ejemplo de Claudio Ranieri, un técnico más motivacional que táctico, con grandes frutos en equipos de poco renombre, capaz de motivar e incentivar hasta a los jugadores menos hábiles, pero que ha contado con poca suerte cuando de salir campeón se trata.
El Italiano ha estado a punto de coronarse en Inglaterra con el Chelsea en la temporada 03-04, en su natal Italia con la Juventus en la 08-09 y con la Roma en la 09-10, y en Francia con el A.S. Mónaco en la 13-14, luego de haberlo de ascendido a la Ligue 1. En todos los torneos anteriores salió segundo, y es por eso que es tan importante para el mundo del fútbol que Claudio haya logrado alzarse con una de las Ligas más representativas.
Aquí no importa el equipo del que seamos hinchas. No importa, tampoco, cuáles sean nuestros colores favoritos. Todos queríamos que el Leicester City saliera campeón de Inglaterra.
No permitamos entonces que esta hazaña sea simplemente una moda pasajera, hagamos del título del Leicester un suceso inolvidable para la historia. Inculquemos en los chicos esa fe, esa esperanza que hoy tienen todos los que hacen parte, de alguna u otra manera, de ‘Los Zorros’.
Además, compartamos esta épica temporada futbolera con las próximas generaciones, enseñémosles el valor del sacrificio, la importancia de soñar y el significado de la perseverancia. Esta gran historia ocurrida en la temporada 15-16 debe servir para dar esperanza a todos aquellos que sueñan con llegar a ser jugadores profesionales, a aquellos a los que alguna vez han rechazado “por no ser tan buenos”. Ahora, todos podremos por fin comprender que en este deporte no triunfan únicamente aquellos de apellido poderoso o familia con historia, mucho menos aquellos que desde su nacimiento tienen un gran contrato; como lo dijo Ranieri: “para llegar a la élite, para ser un futbolista profesional, solo necesitas abrir la mente, abrir el corazón, una batería cargada y correr con libertad”.