Columnista:
Javier Hernando Santamaría
Ya casi finaliza el primer mes del 2023 y, los canales privados imperantes en Colombia, destaparon sus primeras cartas en cuanto a su nueva oferta televisiva, de la cual se evidencia lastimosamente, que no hay una producción novedosa como tal, en pocas palabras, nos están ofertando más de lo mismo.
Por los lados del Canal Caracol se mantienen los acostumbrados y, ya muy desgastados realities, Yo me Llamo y Desafío The Box. Sobre este último formato, se conoció un anuncio por parte del directivo Juan Esteban Sampedro, quien señaló que la del 2023 será su última temporada en la llamada ciudad de las cajas, y se espera retomar para el 2024 los escenarios de competencia en otro país.
En materia de melodramas sacarán del refrigerador la producción Los medallistas, llamada también como Sueños de oro, la cual relata la vida de reconocidos deportistas nacionales: Yuri Alvear, Ingrit Valencia y Óscar Muñoz, quienes lograron medallas olímpicas.
Abordarán la temática de los usureros gota a gota y el downhill, a través de la telenovela Romina poderosa, muy en la línea de La reina del flow, como también una serie juvenil musical protagonizada por el grupo femenino Ventino, acompañadas por la actriz Carolina Gómez, asumiendo un rol de villana, y el actor venezolano José Ramón Barreto.
En cuanto al tan cacareado formato de talento musical y de convivencia La descarga, la verdad sea dicha, no ha tenido el impacto que se esperaba, manteniendo un rating fluctuante; en los días previos a su lanzamiento, a través de redes sociales se intentó imponer un veto a este programa, como rechazo a la contratación de la cantante Marbelle, como mentora del mismo, debido a sus posturas flagrantemente racistas e irrespetuosas hacia la vicepresidenta Francia Márquez.
Las series de época también conforman la parrilla del Canal Caracol, esta vez encuadrada en los años setenta, en las haciendas algodoneras del Valle del Cauca, escenarios usados para relatar el amor prohibido entre la hija de un rico terrateniente y un jornalero negro.
El Canal RCN fue —durante el 2022— un náufrago aferrado a una tabla de salvación, en este caso a la repetición de la inolvidable telenovela de 1994, Café con aroma de mujer, junto a las producciones Leandro Díaz y Hasta que la plata nos separe, las cuales le permitieron sobreaguar frente a su competencia; su telecomedia Dejémonos de Vargas pasó sin pena ni gloria, tras los cambios de horario y días de emisión.
El Canal RCN ha convertido, el regreso del formato Survivor, la isla de los famosos, en su principal pilar para reconquistar la teleaudiencia de la codiciada franja triple A. También tendrán una telenovela de corte familiar llamada La tía Alison, muy en la línea de Pa’ quererte.
En materia de rating, ninguno de los canales privados puede sentirse victorioso, paradójicamente, el año pasado la franja de la tarde, con las telenovelas turcas y las repeticiones programadas, marcó casi lo mismo que las producciones de la franja triple A.
La tendencia a la baja del rating se mantiene, lo cual es un claro indicativo del cansancio de una gran mayoría de telespectadores frente a la oferta televisiva, quienes han migrado a otras opciones de entretenimiento; se podría concluir que ya no hay un apego a la televisión abierta tan marcado. Las nuevas generaciones son muy volubles e infieles en cuanto a la elección y fidelidad a las fuentes de entretenimiento.
Las plataformas de streaming —y la evolución vertiginosa de la tecnología— están acorralando a la televisión abierta, la cual requiere de la implementación de urgentes y contundentes estrategias de renovación que le permitan competir y no dormirse en marchitos laureles.
Aunque se hace un comparativo cuando la radio, en su momento se vio amenazada con la aparición de la televisión, se dice ahora, que el entretenimiento de streaming no es como tal una amenaza peligrosa para la subsistencia de la televisión abierta, al esgrimir que un buen porcentaje de población no está en capacidad de mantener suscripciones a plataformas como Netflix, Prime Video, HBO Max, ViX, Disney y demás.
Lastimosamente aunque nuestra televisión pública tiene, hoy por hoy, una producción atractiva y, pese al bajo presupuesto que maneja, se esmera en ofertar propuestas televisivas interesantes, las cuales son, a la larga, una recomendada alternativa de entretenimiento frente al hartazgo que hoy genera la televisión privada con su tedioso patrón de programación.
@TVCritica2017