Columnista:
Aurora Folgoso
Hoy día estamos en presencia de una conflagración importante y no les hablo necesariamente del conflicto geopolítico que se vive entre Ucrania y Rusia, sino de la sangre que sigue corriendo en nuestro país por culpa de aquellas agrupaciones que fueron y siguen siendo historia, esa en la que solo la población civil termina afectada: los grupos armados al margen de la ley, en este caso el ELN.
Al presente pareciese más importante los conflictos externos, y no menciono que esté mal informarnos y visibilizar este tema que aunque no nos afecte directamente por ahora, no estamos exentos a ignorarlo; pero lo que sí ignoramos son las bombas, la sangre, los soldados y armas contra inocentes que están recorriendo en nuestro país.
Con solo tres días del paro armado según Indepaz el ELN ha tenido 56 acciones, una cifra muy alarmante en las que se resaltan los múltiples artefactos explosivos, volcadura de puentes, objetos con símbolos alusivos a este grupo, cilindros sin explotar, quema de camiones, grafitis alusivos, ataúd como señal de restricción de movilidad, cajas con letras del ELN, patrullajes, el asesinato de un líder social, entre otros.
Mientras que los medios nacionales nos están inundando de titulares del presidente de Rusia y su declaración de guerra (recalco nuevamente no quiere decir que no sea importante) en nuestro país también vive un conflicto, por ello debemos aterrizar un poco a la situación, porque también la sangre corre por este lado; y como dicen por ahí: «estamos centrando la vista en el patio ajeno, y están haciendo fiesta con el de nosotros».
Después de años de silencio en el marco de los paros armados, me surge la incógnita del ¿por qué aparece nuevamente este grupo en épocas de elecciones?
Casi parece una coincidencia, ¿no será que es una estrategia de disuasión y de medirle el aceite a los candidatos y futuros gobernantes, ver sus respuestas si son de confrontación o de negociación?, o ¿tal vez buscan enviar el mensaje por la vía armada o negociada para demostrar que tienen poder?, o ¿nos estarán vendiendo algún candidato? o, ¿tal vez están protestando contra las políticas económicas y sociales del gobierno de Iván Duque, sin mencionar su interés por el control de la región?
¿Dónde está Diego Molano? ¿Dónde está Iván Duque? Estos no nos sirven para garantizar nuestra seguridad; pero eso sí, uno escucha a Diego Molano, Iván Duque y compañía y hablan de otro país, y en materia de seguridad hablan como si todo estuviera tan bien, resaltando logros y victorias pírricas frente a la situación real de orden público, para eso si sirven, para vender discursos de seguridad si es muy fácil, pero a la hora de ejecutarlos es otra cosa. ¿Cómo es que se movilizaron el Ejército, Policía y Esmad durante el paro nacional y ahora solo se quedan de brazos cruzados?
Iván Duque y su Gobierno quedan muy mal parados con esta escalada violenta del ELN que sigue atentando contra la población civil que como siempre es la que termina pagando los platos rotos de esta guerra. La seguridad colombiana es un desastre con solo informarles que el país sigue siendo el primer productor de cocaína a nivel mundial, las disidencias de FARC cada día ganan más territorios, el Clan del Golfo son dueños y señores, el ELN muestra que tiene capacidad de hacer paros armados a nivel nacional y sin hablar de la seguridad ciudadana donde aumentó el asesinato y el hurto en las ciudades del país.
Muchas personas hoy se levantaron con amenazas en sus pueblos, con el miedo de poder salir a la calle y morir, comerciantes no abrieron sus negocios, el transporte está afectado, pero como solo se vive en algunas partes del país, pues normalicémoslo, es lo que siempre hacemos ¿Vamos a seguir ignorando este problema el cual no es nuevo? o, ¿vamos a centrarnos en lo verdaderamente importante, tanto el conflicto geopolítico que se vive con Rusia y Ucrania, pero también el conflicto interno que se vive en Colombia?
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