La verdad no suelo filtrar las solicitudes de amistad que me hacen en mis redes sociales, por ejemplo, en Facebook suelo aceptar casi todas las peticiones que me aparecen, tras llevar a cabo una fugaz ojeada del perfil de quien quiere seguirme, teniendo eso sí muy claro, que falsos perfiles pululan en la red y cualquier determinación tomada en ese sentido, es a cuenta y riesgo.
Hace poco recibí la solicitud de amistad de 3 jóvenes entre los 18 y 26 años, quienes me formularon, no creo que por mera coincidencia, las mismas estratégicas preguntas que fueron moldeando la invitación a un seminario especial de “marketing en internet”, que se llevaría a cabo el sábado siguiente, a las 2:00 p.m., en un lugar estratégico de la ciudad de Cali y, al que por ociosa curiosidad decidí asistir, suministrando solo mi número de celular.
Al llegar al lugar de la cita, los alrededores ya estaban colmados de juventud: chicos y chicas entre los 18 y 26 años y uno que otro cincuentón contemporáneo mío, con rostros expectantes formando fila muy juiciosos, todos a la espera de ingresar al mentado seminario de marketing, unos charlaban espontáneamente entre sí, mientras al fondo se escuchaba estimulante música electrónica.
Jóvenes vestidos con traje formal se encontraban apostados en la puerta principal y fueron ellos los encargados de organizar a los acudientes en 5 filas, para proceder luego al ingreso y registro, calculo que habían cerca de 300 personas, mal contadas.
Dentro del salón de recepción varios jóvenes muy sonrientes, elegantes y con portátil en mano, verificaron la información de los invitados, quienes solo debían suministrar el número de celular que le refirieron al nuevo contacto que los invitó a través de Facebook.
Inicia el seminario con la presentación de 3 maestros de ceremonia principales, que se van intercalando a lo largo de la jornada, todos muy locuaces, elegantes, algunos con buen sentido del humor, que van rompiendo el hielo con los asistentes y de manera meticulosa introduciéndolos, supuestamente, en el llamado marketing por Facebook.
Dos pantallas gigantes se mantienen constantemente emitiendo videos de jóvenes practicantes de deportes extremos, mochileros viajando por el mundo, imágenes que contagian el mensaje subliminal de libertad total, de goce pleno de la vida.
Los maestros de ceremonia venden a su público de forma persistente la idea de que los sueños sí se pueden cumplir, solo si se tiene un cambio radical de mentalidad y un espíritu de dedicación infranqueable; te van pintando las delicias que proporciona el dinero, entre ellas, las de poder viajar por el mundo y comprar todo aquello con lo que se sueña poseer.
Una vez picada la curiosidad de los asistentes, se les advierte que deben pagar 20 mil pesos para poder escuchar la segunda parte del seminario de marketing por Facebook. En esta instancia el numeroso grupo se reduce un tanto, pues la siguiente parte de la charla conlleva permanecer 5 horas más en el lugar y despojarse de ese dinero, que muchos no tienen en el momento.
La segunda parte de la charla se dedica a presentar a los integrantes de la compañía más destacados, los cuales han sido estratificados por niveles según el récord de ventas alcanzado, gente que, supuestamente, un día también asistieron al mismo seminario y hoy gozan de una vida con ingresos millonarios, tiempo e independencia, además de convertirse en viajeros del mundo.
Trascurre el prolongado seminario con la posterior presentación del gran líder comandante de esta pirámide mundial, un mono ojiazul llamado Michael Sarfel, quien, por los videos presentados, uno concluye que se goza la vida a sus anchas, viajando por el mundo entero, sin angustias de ninguna clase, viene siendo el fulano, como ese botón de muestra, al que todos en la compañía quieren emular.
Muy someramente se habla a lo largo de esta charla, de los productos que se comercializan en Colombia: Blue Energy y el Noni Gia, fuente principal de los recursos que mueven la compañía multinacional b: hip, los cuales exclusivamente se comercializan en una plataforma mundial única, a la cual se puede llegar a tener acceso, solo si cada uno de los asistentes al seminario, está decidido a convertirse a carta cabal, en un nuevo integrante de b: hip.
Se cita nuevamente a otra reunión el día domingo a las 6:30 p.m., en la que por primera vez se brinda degustación a los asistentes de uno de los productos estrella y, sin mayores reparos, se les informa que para ser parte de la compañía y sus privilegios, además de ir alcanzando los sueños propuestos, se tiene que hacer una inversión cercana a los 6 millones de pesos, una cifra insignificante, según ellos, si se examina minuciosamente el beneficio que se obtendrá a futuro, aseverando que en muy poco tiempo la inversión será recuperada con la ayuda de los tutores y mentores, de los que dispone la compañía.
Este filtro reduce el grupo considerablemente, sin embargo, los líderes motivan a los asistentes que van quedando en firme, a no tirar sus sueños por la borda por tan solo 1.795 dólares, una única inversión, la llamada puerta abierta a un mundo de sueños cumplidos.
Estamos sin lugar a dudas frente a una nueva pirámide, esas mismas que hace un par de décadas dejaron a miles de incautos con los bolsillos vacíos y altas deudas por pagar, pero aun así, muchos hoy se dejan pintar pajaritos en el aire y fácilmente pasan a convertirse en idiotas útiles de gente inescrupulosa que solo busca lucrarse con los sueños y metas de otros.
Quizás estos muchachos que acudieron a esa invitación cursada por un desconocido a través de Facebook, no poseen ningún somero referente de aquellas pirámides de antaño y por esa misma particularidad, son buscados con meticulosidad por redes sociales para seducirlos con la idea de hacerse fácilmente libres, independientes y millonarios.
Toda pirámide tiene su tiempo de gloria y esplendor alucinante, muchos alcanzan a obtener muy buenas ganancias, pero cuando irremediablemente el campo de acción se satura, la pirámide tiende a derrumbarse como castillo de naipes, todo lo que sube, tiene que bajar…