Columnista: Juanita G. Pérez
Vergonzante para el gremio de periodistas se podría catalogar la entrevista hecha por el director de Noticias Caracol Juan Roberto Vargas a la saliente ministra de Trabajo Alicia Arango. Sin embargo, este tipo de entrevistas ayudan a entender como los medios tradicionales son el mejor aliado para las políticas “impopulares e ineficientes”.
Vargas, que en esta entrevista parecía más un estudiante de comunicación primíparo en vez de un curtido director de un noticiero, se mostró dubitativo, tímido e indulgente con las contra preguntas que debió haber formulado ante las declaraciones de Arango.
Para la ministra es difícil de entender la crisis que vive Colombia en materia pensional, situación que según ella se da porque muchos compatriotas no alcanzan las semanas cotizadas, no les alcanza la edad, y solo pueden acceder al bono pensional que “se lo gastan enseguida”.
Lo otro es porque hay mucha informalidad y la gente no cotiza. De 23 millones de trabajadores — muchos ganándose menos del mínimo—, solo cotizan ocho millones. Y de esos ocho millones, solo se pensionan 3 millones… Colombia es un país que tiene que mirar que está mal, se “queja” la ministra Arango.
Pasando a otro tema, el director de Noticias Caracol le pregunta a la ministra de Trabajo el monto que el ministerio destina al tema pensional en el país.
Al ministerio de trabajo le llegan 26 billones de pesos al año. Primero, las pensiones no son baratas y en Colombia pasa un tema muy grave y es que la gente que tiene más pensión tiene más subsidios, admite Arango con curiosos gestos que buscan reflejar preocupación.
De acuerdo con la titular de dicha cartera, una persona que se gana 25 salarios mínimos en Colombia (cerca de 22 millones de pesos); el Estado le subsidia 735 millones de pesos extras en subsidio. Mientras que a un ciudadano que se gane un salario mínimo (877.800 pesos), el Estado solo le subsidiará 74 millones de pesos.
Tenemos un régimen de prima media, pero el tema es el absurdo que los subsidios se vayan a quien más gana, argumenta la ministra echándole “la puya” a dicho sistema pensional, principal escollo en las aspiraciones de los Fondos de Pensiones Privadas.
Tímidamente, y casi alzando la mano como un escolar, Juan Roberto Vargas pregunta quienes se benefician de tan jugosos ingresos y el porqué de una norma tan laxa con semejantes personajes.
Sin embargo, y aprovechando la “sumisión” del entrevistador, la ministra Arango zanja la discusión argumentando que Ese subsidio millonario se les paga a todas las ramas del estado (negándose a decir a quienes específicamente), pero son leyes del Congreso.
Yo nunca he podido entender porque esos subsidios van a lo que más ganan, se “lamenta” la ministra Arango con su extraño acento costeño, aunque la “lamentación” no le alcance para admitir que ella es una de esas beneficiadas pues su sueldo supera los 19 millones de pesos.
En un arrebato, Vargas insiste, pero nuevamente la ministra, antes preocupadísima por semejante injusticia, ahora desestima dicha “inequidad”, al argumentar que Esas pensiones millonarias son muy poquitas. El 75% de los pensionados están entre cero y dos salarios mínimos. El resto son de los que van de dos a 25 salarios.
Súbitamente la entrevista pasa a otro campo en el que la ministra explica que:
En un país donde se pensionan 3 millones de personas, tenemos que hacer una combinación entre los dos regímenes pensionales —el de ahorro individual y el de prima media— porque no se va a acabar el de prima media, que es Colpensiones, que es público.
Sin embargo, desde hace mucho tiempo gremios como ANIF y Asofondos (ambos patrocinados y garantes de los intereses de la banca colombiana) han propuesto el marchitamiento y liquidación de Colpensiones en favor de los Fondos Privados.
De hecho, el año pasado, el representante a la Cámara por Antioquia, del Partido Centro Democrático John Jairo Berrío había propuesto un proyecto de ley que liquidaría a Colpensiones en 2030. Finalmente, dicho proyecto se hundió el pasado 30 de agosto.
Ahora la ministra Arango, que antes negaba que se estaban planeando reformas pensionales pero que hoy las admite, niega tajantemente que se esté pensando en acabar con Colpensiones. ¿Ustedes le creen?
Ojo a las siguientes palabras de Arango y a la selección que hace de ellas y que para mi juicio ilustran perfectamente a los Fondos de Pensiones Privadas:
Lo que queremos hacer es una especie de PIRÁMIDE, donde un sector de ella esté arriba, que es el sector solidario, es decir Colombia Mayor, los ancianos desprotegidos. La idea es garantizarles una pensión mínima y digna.
“¡De un salario mínimo!”, afirma exultante Juan Roberto Vargas.
No, todavía no hemos podido llegar allá. Es la esperanza, pero hasta ahora vamos en 80.000 pesos mensuales, que antes estaba en 45.000 mensual, dice muy conforme con semejante logro la ministra Arango, a la vez que Vargas le lanza una mirada de aprobación.
Y uno acá se pregunta cómo es que este hombre, director de uno de los principales noticieros del país, no tiene los pantalones para decirle: ¡Oiga, ¿es en serio? ¿Usted nos está viendo la cara de pendejos? ¿No le da vergüenza salirle con esto a los televidentes?!
Luego uno se acuerda que este mismo director almorzaba con Duque cuando estaba en campaña y bueno…
Sigamos, de acuerdo con la ministra, al equilibrar los subsidios hay gente que va a perder (sí, adivinen quienes van a perder), pero como va a haber un periodo de transición grande, seguramente no va a afectar a mucha gente que sí se podría afectar si hay un periodo de transición pequeño.
Ya entrada en confianza con la “pasividad” de su entrevistador, Arango se permite aseverar que, para ella, la solución al problema pensional y laboral en Colombia —que para diciembre tuvo como porcentaje de desempleados un histórico 10.5%— es la “pertinencia”.
Tenemos que formar a la gente con pertinencia, es decir formarlos en lo que se necesita. Segundo, Colombia tiene que cambiar su forma de contratar, esto es muy polémico, pero cuando uno no cambia la forma de contratar y el mundo va cambiando, el mundo no lo espera a uno si uno hace una cosa indebida. Entonces ahí viene el tema de contratar por tele trabajo, o por días, o por horas.
Si en este punto uno como periodista, pero sobretodo como ciudadano empático no se indigna es porque no se tiene sangre en las venas; sin embargo, el asunto no terminó ahí.
Alicia Arango continuó su “confesión” señalando que Quienes dicen que eso (la contratación por horas) no es para ayudarles a los pelados sino a las empresas, están equivocados porque de todas maneras la personas se van a emplear. Por ejemplo, un ingeniero de sistemas tu no lo necesitas todo el día en tu oficina, sino dos horas.
Por fin, y tras un largo rato sin espabilar, el director de Noticias Caracol, tímidamente hace una contrapregunta, eso sí, disculpándose varias veces por hacerla. Arango, con toda la despreocupación del mundo se la contesta y nos hace saber a nosotros los colombianos lo que se nos viene encima:
Es que el hecho es que a las personas les coticen (salud y pensión), por las 2 horas (trabajadas según el ejemplo de los ingenieros de sistemas), ¡Claro!
Casi a murmullos, Vargas le inquiere a Arango si esto no aumentaría la bomba pensional en la que nos encontramos.
¿Pero cual bomba pensional?” argumenta ella, y remata diciendo que “Si el año pasado nos sobró plata?, varios billones (se niega a decir cuántos), que no se pueden usar para ayudar a las personas que están sin pensión porque no se puede por ley. Eso no está en ley. Pero… Acá no hay bomba pensional.
Y hasta acá aguanté, amables lectores. Hasta ahí aguanté la permisiva parsimonia del director Vargas y el desparpajo conchudo y caradura de la ministra Arango. Hasta ahí me presté como televidente para semejante desfachatez, hasta ahí aguanté que nos metieran una reforma a la fuerza en horario triple A.
Fotografía cortesía de REDMAS.