Cuando hablamos de migración, solemos enfocarnos en quienes buscan nuevas oportunidades en el extranjero. Sin embargo, hay otra cara de esta realidad: aquellos que regresan a su país de origen. Ya sea por decisión propia o por circunstancias fuera de su control, volver no siempre significa un final feliz.
Para muchos, el retorno está lleno de desafíos emocionales, económicos y sociales que rara vez se discuten. Porque regresar no es simplemente desempacar maletas, sino reencontrarse con un entorno que ha cambiado y, muchas veces, con problemas que nunca desaparecieron.
El retorno de migrantes en Colombia: una tendencia en aumento
En Colombia, el retorno de migrantes ha aumentado en los últimos años, impulsado por:
Crisis migratorias globales Deportaciones masivas desde EE.UU. Dificultades económicas en el extranjero
Sin embargo, muchos regresan solo para reencontrarse con los mismos problemas estructurales que los obligaron a irse:
Pobreza Falta de oportunidades laborales Desigualdad social
Este escenario deja a los retornados en una situación vulnerable, sin recursos suficientes para reiniciar su vida en su país de origen.
Migración inverso: sentirse extraño en el propio país
Uno de los principales retos al regresar es la sensación de desubicación, también conocida como choque inverso.
¿Por qué ocurre?
El país cambió en su ausencia: nuevas dinámicas sociales, económicas y políticas. Ellos también cambiaron, y sus experiencias en el extranjero pueden hacer que se sientan desconectados de su propia cultura. Relaciones afectadas: reencontrarse con familiares y amigos no siempre es fácil, ya que las personas han seguido caminos distintos.
En muchos casos, los retornados sienten que no encajan ni en su país de origen ni en el extranjero, generando una crisis de identidad y adaptación.
Regresar sin plan y con pocos recursos
Muchos migrantes regresan sin ahorros suficientes o sin una estrategia clara, lo que los deja en una situación de estrés financiero.
Factores que afectan la estabilidad económica de los retornados:
Dificultad para encontrar empleo debido a la falta de oportunidades o discriminación laboral. Acceso limitado a sistemas de salud y educación tras años fuera del país. Reiniciar desde cero, incluso con trámites básicos como documentos y vivienda.
Sin apoyo adecuado, muchos retornados enfrentan un círculo de desempleo y precariedad, similar al que los llevó a migrar en primer lugar.
El estigma del “Fracaso” al regresar
Uno de los aspectos más difíciles del retorno es la percepción social. En muchas ocasiones, quienes vuelven son juzgados por no haber “triunfado” en el extranjero.
Comentarios comunes que enfrentan los retornados:
“¿Por qué volviste? ¿No te iba bien allá?” “Si regresaste es porque fracasaste.” “Seguro no supiste aprovechar la oportunidad.”
Este estigma puede generar sentimientos de vergüenza e inseguridad, dificultando aún más la reintegración social y emocional.
¿Cómo facilitar el retorno de los migrantes?
Para que la reintegración de los retornados sea más efectiva, es necesario que la sociedad y el Estado implementen estrategias de apoyo:
Programas de inserción laboral Acceso a financiamiento para emprendimientos Redes de apoyo psicológico y social Políticas de inclusión y combate a la discriminación
El retorno migratorio es parte del ciclo de la movilidad humana, y comprender sus desafíos es clave para construir sociedades más inclusivas.
¿Estamos preparados para recibir a los retornados?
Hablar de migración no solo implica comprender las historias de quienes se van, sino también de quienes regresan.
Regresar no siempre es una elección, y quienes lo hacen merecen apoyo y oportunidades reales para reinsertarse en su país.
La gran pregunta es: ¿Colombia está lista para recibir y apoyar a quienes vuelven? La respuesta dependerá de las acciones que tomemos como sociedad.
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