Autora:
María José Ordóñez Iglesias
De acuerdo con un informe emitido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 1 de cada 5 hombres muere antes de los 50 años, y muchas de las principales causas en las Américas —incluidas las enfermedades cardíacas, la violencia interpersonal y los siniestros viales— «están directamente relacionadas con una serie de comportamientos «machistas» que son construidos socialmente».
El documento, publicado bajo el título «Masculinidades y salud en la Región de las Américas», subraya que ellos viven casi 6 años menos que sus pares femeninos, lo cual está intrínsecamente vinculado a las expectativas sociales que contribuyen a los comportamientos de búsqueda de riesgos.
La ejecución de roles, normas y prácticas de género impuestos socialmente a los hombres, tales como ser proveedores de sus familias, ser sexualmente dominantes y evitar discutir sus emociones o evadir la búsqueda necesaria de ayuda —«masculinidad tóxica»— contribuyen a reforzar la falta de autocuidado y el abandono de su propia salud física y mental, además de aumentar y posicionar las tasas más altas de suicidio, homicidio, adicciones y accidentes de tránsito, así como de enfermedades no transmisibles.
«No es por tanto un problema que afecta solamente la salud de los hombres, sino que también conduce a resultados negativos para las mujeres y los niños en términos de violencia interpersonal, infecciones de transmisión sexual, embarazo impuesto y paternidad ausente», precisa el informe.
Las diferencias en la mortalidad masculina y femenina empiezan a surgir alrededor de los 10 años, y aumentan rápidamente a partir de los 15 cuando predominan entre los hombres las causas violentas de muerte. «Como resultado, la tasa de mortalidad de los hombres jóvenes es aproximadamente 4 a 7 veces mayor que la de las mujeres jóvenes», subraya el estudio.
A pesar de que los datos que globalmente se conocen dan cuenta de que algunas causas de muerte, como son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las infecciones de las vías respiratorias inferiores y la diabetes, siguen siendo similares entre hombres y mujeres, «3 de las principales causas de muerte en las Américas muestran variaciones significativas entre ambos géneros: homicidios (7: 1 relación hombre/ mujer, lo que significa que matan a siete hombres por cada mujer asesinada); lesiones en la carretera (3: 1); y cirrosis del hígado causada por el alcohol, que es dos veces más alta entre los hombres que entre las mujeres».
El informe, con el propósito de ayudar a mejorar la salud de los hombres, proporciona 9 recomendaciones, y algunas de ellas son:
1. Mejorar, sistematizar y difundir datos sobre masculinidades y salud.
2. Desarrollar políticas públicas y programas de salud para prevenir y abordar los principales problemas que afectan a los hombres a lo largo de la vida.
3. Promover la creación de capacidades sobre género y masculinidades para los trabajadores del sector sanitario.
En ese sentido y, desde una perspectiva genérica, los autores del proyecto precisan reiterativamente la complejidad del tema de las masculinidades, la salud, su falta de abordaje en las políticas y la carencia de los programas que se establecen en los diferentes países de la región, ya que en la mayoría se dedican grandes esfuerzos para atender las distintas consecuencias que generan a la salud de la socialización masculina hegemónica, pero no de forma compartimentada y, normalmente, sin aplicar la perspectiva de género.