El Uribismo y sus cercanos se preparan llevan a cabo otra marcha que no logrará nada. Otro llamado a las calles, que a base de mentiras y cinismo, pondrá al pueblo a marchar gritando “No más corrupción” cuando son los promotores de esta marcha y sus partidos políticos, los más cuestionados en el país por sus alianzas y condenas por criminalidad.
Así es, se ha juntado de nuevo el ramillete más podrido del país a hablar de la rectitud, pero de la de otros.
De primero tenemos al expresidente Ernesto Samper, quien dijo que la mejor forma de combatir la corrupción es dando buen ejemplo. Sí, el mismo Samper del Proceso 8000 y las alianzas con el narcotráfico que fueron las únicas capaces de hacerlo ocupar la tan anhelada presidencia que hoy no sirve sino para enseñar lo que no se debe hacer.
Otro que salió al encuentro fue Andrés Pastrana, quien no ha servido ni para ser expresidente. Es otro que ama salir a criticar la gestión de diferentes políticos y gobernantes, hablando desde la ética, los valores y la rectitud; pero nadie le cree, no lo quieren ni en su glorificado Partido Conservador y por eso ha terminado aliado con Álvaro Uribe Vélez, al cual criticaba una y otra vez por su gestión.
No debería tampoco el exprocurador Alejandro Ordóñez andar promoviendo campañas anticorrupción, habiendo sido él destituido, precisamente, por conductas ilícitas, por haber tenido una gestión indecente y porque, seamos honestos, Ordoñez como Procurador parecía más político, que ente de control.
No debería marchar Ordóñez contra la corrupción si cuando tuvo el poder de castigarla se hizo el de la vista gorda y prefirió perseguir homosexuales e izquierdistas.
Al llamado del oportunismo también llegaron los precandidatos presidenciales del Centro Democrático, es decir todo aquel o aquella al que aún no estén investigando y que pueda pasar medianamente limpio por el ya debilitado filtro de la prensa tradicional colombiana.
Es decir que hoy son Paloma Valencia, Maria Fernanda Cabal, Carlos Holmes e Iván Duque; pero ya veremos en unos meses cómo se han movido los intereses y las fichas del pequeño reino político de Uribe, del cual sólo se hace parte hasta que llegue a la cárcel o hasta que diga la verdad, le estalle un escándalo internacional como a Óscar Ivan Zuluaga o haya que tacharlo de borrachín para pasar de arrastre.
Arrastre como la firmatón de la resistencia civil, con la que tanta lora dieron por semanas y que al final no llegó ni a oler la meta esperada. Un millón 300 mil firmas ya depuradas fueron entregadas a la Registraduría, ¿para qué? Ni para reciclar, porque esos folios se archivan.
La firmatón fue otra manifestación con la que no se logró nada, o bueno, sí, desinformar al pueblo; ahí empezaron a calentar los argumentos que después llevaron a que el No ganara el Plebiscito y a que Juan Carlos Vélez Uribe, en un acto de soberbia, confirmara esas dudas que siempre se tuvieron sobre la ética, la verdad y la manera en la que los uribistas consiguen los votos que necesitan.
Finalmente, Álvaro Uribe, la cabeza de todo esto -aunque él en su modestia se quite a veces el título de lo que hacen-, ha vuelto a convocar una firmatón, contra todo lo que sea que esté pasando, porque él sigue pescando incautos en el río que él mismo ayudó a revolver.
Y como la Corte dijo que lo que hace en Twitter no es calumniar, sigue tranquilamente haciendo sus vídeos, trinos y comunicados donde siempre encuentra la manera de esquivar señalamientos y movilizar a sus borregos a que lo rodeen y defiendan, porque lo que es con Uribe es con mucha gente que peca de ignorante.
Gente que marcha por la anticostitucionalidad de este gobierno, sabiendo que cuando Uribe fue presidente le torció el pescuezo a la Constitución para beneficio propio y de sus cercanos. ¿Y marcharon en aquel entonces? No lo creo, sólo recuerdo que se movilizaron el año pasado contra los homosexuales y el derecho de los niños a un hogar amoroso.
Esa gente también va a salir, porque la ignorancia también es descarada, porque siguen haciéndole caso al verdugo y viendo a todo el que piense distinto como un enemigo de la patria, vil traidor, guerrillero, cucaracha que merece el destierro. Y lo digo porque así me lo han recordado en repetidas ocasiones, por Twitter, por Faceboook o en la calle, porque según veo a la gente no le gusta que le recuerden los errores de sus ídolos, al fin que ellos no parecen poder creer que los tengan.
Bueno, y ya la cereza del pastel fue la radicación de un proyecto de ley por parte del CD que busca dar muerte política a los corruptos… ¿será que están planeando un suicidio colectivo? Habrá que ver, porque a la cruzada anticorrupción que inicia el país, los oportunistas también llegarán, sin necesidad de invitación. Y a la pregunta ¿Qué autoridad moral tiene el uribismo para asumir la bandera de la anticorrupción? la respuesta es ninguna, pero para mucha gente la verdad no es lo que se dice, sino quién lo dice. Y esos también saldrán a marchar contra sí mismos.
Completamente de acuerdo. Los burros renegando de orejas. Lo peor es que no sólo son los más corruptos, sino que además son autores o cómplices de crímenes más graves, por ejemplo contra la vida, como falsos positivos y desapariciones forzadas
Excelente, estamos en el país del sagrado corazón. Donde lo inverosímil se hace realidad, bien lo plasmó García Márquez en su realismo mágico
Excelente reflexión! Es el colmo el de estos personajes, pero más aún es el colmo de aquellos que los siguen…
Tu planteamiento es parcialmente cierto por que criticas que el Centro Democrático promueva una marcha contra la corrupción pero se queda callado sobre entonces por qué los moralmente dignos personajes de la política no lo hacen. Entonces debemos quedarnos callados y permitir que la corrupción siga cabalgando a todo galope en Colombia? Cuando un periodista resalta un problema inmediatamente debe proponer una solución, cosa que tu no haces.