Los periodistas colombianos afiliados a las cadenas nacionales son maleducados, ignorantes, demuestran su falta de lectura, de estudio, de imparcialidad y sobre todo de capacidad de análisis de la realidad.
Ver a Juan Roberto Vargas y su excesiva ignorancia al formular preguntas a los candidatos presidenciales, así como el discurso manejado por su redacción, nos demuestra la incapacidad de comunicar con imparcialidad. Parece que se basa más en chismes y tuits que en estudios serios de opinión. Este director de noticias demuestra que como entrevistador deja mucho que desear al seguir una línea marcada a favor o en contra del entrevistado.
Vargas Lleras y sus “videítos” demostraron la ética amañada de este medio. La absurda retórica vista en la entrevista con Gustavo Petro ha demostrado lo mal informado, lo pésimamente preparado como periodista y determina la delicada situación del periodismo colombiano.
No es tolerable para nadie con un poco de lectura de la realidad de Colombia, escuchar las ineptas sandeces que pregunta este presentador o “talent” venido a ser director periodístico, cuando los entrevistados o lo contradicen con argumentos reales o simplemente lo manipulan a su antojo. Su falta de perspicacia para hacer de la entrevista un debate político y la total ausencia preparación en temas básicos como la realidad nacional, los procesos judiciales de los candidatos o la simple concepción del discurso, lo limitan a crear un diálogo que permita sustraer las ideas de sus entrevistados y se convierte en un monigote que se confunde y contradice.
De este ejemplo de periodistas maleducados y sobre alimentados por sus idearios políticos personales o de empresa, estamos llenos. Vicky Dávila que mereció una excelente columna de este mismo medio donde demuestra su falta de ética y su irrespeto a los televidentes u oyentes, brindándoles contenidos insulsos y de poca monta. La clase de periodista educada en el negocio del rating y las disposiciones empresariales. La que juega a manda más, pero no le manda a nadie. Hace lo que le ordenan sin criterio ni mucho menos intenciones puramente informativas.
Claudia Gurisatti junto a RCN descaradamente juegan para el equipo del que más a la derecha juega. Su constante justificación de las atrocidades cometidas por asesinos y corruptos. Su innegable parcialidad y la manera miserable y rastrera en que callaron a críticos de su propia casa como Pirry, da un antecedente muy claro. La señora parece ser el matrimonio Goebbels unido en una sola persona.
De ahí para abajo su línea argumental, en los papelones en vivo haciendo que una Claudia López indignada se levante de la silla porque no le permitían dar su opinión en las transmisiones sobre el proceso de paz o la inclusión de las teorías absurdas e incomprobables del uribismo y sus lacayos a sus titulares, dándoles valor de verdad incuestionable. La satanización de los que piensan con coherencia o simplemente critican; son la misma línea que maneja la ultra derecha colombiana para callar intelectuales. Poniendo en riesgo su vida y la de sus familias. Por eso no es tan descabellada la comparación con quien sería el jefe de propaganda del nazismo.
¿Qué clase de periodistas están educando las universidades colombianas? ¿podría ser acaso que las facultades de comunicación no les dan la debida enseñanza a sus estudiantes, sobre los principios básicos de la misión de ser transmisores de información? Al parecer todo tiene su origen en la sobrepoblación de profesionales en esta área y la incapacidad de crear nuevos medios los lleva a vender sus conciencias por miedo a no ejercer su profesión.
Sumémosle la pésima paga que reciben los periodistas en Colombia y la falta de apoyo como gremio. En un país donde el momento coyuntural que vive necesita que la verdad sea expuesta, no existen más que mentiras y amaños en las noticias y la perpetuación de los grandes males de nuestra sociedad por parte de los dueños de los medios masivos.
Con conocimiento de causa al haber sido trabajador de la televisión colombiana, puedo decir que las mismas empresas imponen su propia línea de discurso. Impidiendo la crítica y la percepción de otras formas de ver los contenidos. Por eso medios como La Oreja Roja y otros más que surgen cada día nos da la oportunidad de expresar libremente nuestras posturas, o simplemente dar un punto de vista más amplio y coherente con la realidad de nuestra sufrida patria. La misma que está a punto de caer más profundo por el amaño de la información del que somos víctimas.
Amigo periodista: Recuerde que su deber es informar y estudiar los hechos actuales. Para eso se requiere un nivel intelectual que le permita afrontar con imparcialidad lo que llega a sus manos. No está en su derecho hacer juicios de valor y mucho menos limitar o esconder la realidad que tarde o temprano le va a explotar en las manos. Es su función decirnos la verdad. Así nos duela es mejor que mentiras que nos impidan un futuro mejor.
este articulo es muy bueno y en la medida que estas publicaciones y otras se vuelvan virales como esta pasando, y hallan mas espacios de informacion alternativa son a ellos (RCN y CARACOL) , los que se tendrán que adaptar a la realidad del país y que ellos contribuyen a la corrupción de Colombia .
La problemática es la misma, se venden al mejor de este juego y siempre van a ser los magnates empresarilaes y gobernantes corruptos asesinos responsables de tanta violencia y tración que hacen de Colombia lo que desean a su antojo. Corrupción en acción en la medieval moderna Colombia.
La misma desazón que le produce a usted “La mala educación de los periodistas colombianos” la sentí al leer su artículo, pero por otro motivo; pues me parece que para tener tantos pergaminos como escritor, comete muchos errores gramaticales (la mayoría de sintaxis), lo cual le quita fuerza al mensaje. Espero poder seguir leyendo sus artículos, pero escritos con más cuidado. Cordial saludo
Aquí ya el verdadero periodismo falleció hace muchos años, quedaron personas que obedecen a los caprichos y mal intenciones de sus dueños
Acertada mirada
Cordial saludo.
La asertividad de sus comentarios en cada publicación son objetivas, espero sigan defendiendo la verdad con total imparcialidad, buscando siempre la mejora continua para lograr en realidad el cambio social, cultural y político de Colombia.
Felicitaciones, excelente articulo.
Una dura crítica y un llamado de atención al periodismo que se está desarrollado en la actualidad. Creo que la falta de intelectualidad o conocimiento no es el verdadero problema, sino la obstinación por mostrar una postura reacia sobre la verdad que ya conocemos. Un periodismo de agresión y ataque que busca acabar con la imagen del entrevistado sin importar que este ya la no tenga, un periodismo que se cuestiona sobre obviedades, es un periodismo que está mandado a recoger.
Comparto completamente la opinión sobre las entrevistas realizadas por Juan Roberto Vargas; la primera entrevista, que fue realizada a Vargas Lleras, da la impresión de que entre el medio y el candidato presidencial se hubiera establecido una alianza para favorecer políticamente al ex-vicepresidente.
Cuestionable su comentario y muy real. El primer principio es valorarse a nivel personal, ético y profesional.
Mientras seas empleado o vendido a una empresa, no tendrás libertad de expresión.
En esto de los medios, domina el empresario al periodista; agreguemos la individualidad acompañada del egoísmo, el interés propio, y la falta de ética. En conclusión… ¡en un mayor porcentaje, el periodista es una veleeeeta!!! Duele decirlo, pero es una realidad. Nunca es tarde para cambiar, y el periodismo independiente debe de marcar la pauta «eso sí… si se trabaja con responsabilidad y no caigamos en los mismos errores que caímos cuando eramos empleados».
Que excelente artículo, ya muchos Colombianos que no comemos cuento a todos esto disque periodista que dejan mucho que pensar de esta manipulada profesión.
Estamos cansados de tanta manipulación de medios.
La verdad es que la IGNORANCIA es inmensurable… y encima, cuando entrevistan no dejan terminar una respuesta cuando ya están contra preguntando.
El tono utilizado no es para informar es para imputar y sentenciar!
Pero verdadero asco produce verlos y escucharlos “vendidos” No hay caso!!!!!
Esa es la triste realidad de la información en Colombia, lo mas triste es vender su pensamiento y verdad por unos pesos y así sucede con los actores y actrices Colombianos también trabajan en cualquier novela o dramatizado sin calidad todo por lo que le den.
LOS TALES PERIODISTAS SOLO TRABAJAN PARA EL MEJOR POSTOR. LA ETICA NO LA CONOCEN Y DE LA MORAL NI HABLAR, SE PUEDE PENSAR QUE EN LA UNIVERSIDAD DOLO LES ENSEÑAN A VENDERSE. Y QUE LA VERDAD SE OCULTA X EL DINERO QUE LLEGUE A SUS BOLSILLOS.
Excelente , es cierto , que mal educados y lambones son . Además que todo el mundo le dicen Dr , solo por lamboneria , ni siquiera saben qué es ser dr .
Excelente trabajo y análisis. Esa es la real situación de los colegas periodistas colombianos. Nos fuimos a menos creyendonos las estrellas de las entrevistas.
Falto mencionar el remplazo de Davila en la FM.
Excelente artículo. Y si por los medios nacionales llueve, por los de las regiones no escampa. Periodista pagos a doscientos y trescientos mil pesos mensuales por debajo de la mesa para hacerle propaganda noticiosa a alcaldes, gobernadores y políticos.
hoy desde la gran mayoría de los medios se juega al tape tape y a la desinformación.