La justicia en Colombia no solo cojea, también patea y queda demostrado con el reciente escándalo del “Cartel de la Toga”. En resumen, “honorables” magistrados de la Corte Suprema de Justicia, abogados, senadores, fiscales, es decir, el martillo de la justicia, pedían sumas considerables de dinero para archivar o mover la justicia en pro de terceros cuyos procesos judiciales amenazaban con la libertad del cliente.
Si algo de transparencia tenía el tema de “anticorrupción”, no solo el gobierno, ahora nos llevan a una realidad distópica digna de una serie de televisión con zombis y matones. A continuación una reseña de algunos de los protagonistas más sonados del “Cartel de la Toga”, “honorables” magistrados, abogados y figuras de la política colombiana:
Exmagistrado Francisco Javier Ricaurte: Cartagenero. Fue presidente de la Corte Suprema de Justicia, recientemente capturado y enviado a la cárcel bajo los cargos de Concierto para delinquir, cohecho, tráfico de influencias, y uso abusivo de información privilegiada.
Su carrera se llevó a cabo en la Rama Judicial, en donde logró ser figura visible, a punto tal que poco a poco fue tomando el poder en la justicia ¿cómo? pues una de las funciones de los magistrados de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, a la cual Ricaurte pertenecía en 2013, es realizar la lista de elegibles para que el Consejo de Estado y la Corte Suprema llenen sus vacantes. Con este beneficio, logró rodearse de abogados con sus mismos ideales, lo que le dio más fuerza al interior de la Corte.
Como dato curioso, Ricaurte es hermano de Rafael de Jesús Ricaurte, extraditado en 2015 por su vinculación con una red de narcotráfico.
En 2016 la Fiscalía investigó a Francisco Ricaurte por peculado por apropiación a favor de terceros, gracias a una denuncia de la Unidad Administrativa Especial de Gestión Pensional y Contribuciones Parafiscales de la Protección Social, al parecer, una premonición de los recientes hechos.
Entre los casos recientes en los que se vio vinculado por corrupción, está el famoso caso del Senador Musa Besaile, quien declaró haber pactado un pago de 2.000 millones de pesos para frenar una orden de captura en su contra por parapolítica. Hoy, Musa se encuentra prófugo de la justicia.
Exmagistrado Leónidas Bustos: Expresidente de la Corte Suprema de Justicia, supuesto encargado, junto a Ricaurte, de dirigir la red de corrupción de la Corte. Es otro poderoso de la Corte: hizo parte de la Sala Penal.
Su carrera en la Corte Penal inicia en 2008. Contrario a Ricaurte, su carrera inicia en la academia como director del Departamento de Derecho Penal de la Universidad Libre. Fue docente en las Universidades Sergio Arboleda y Militar Nueva Granada. En 2012 llega a la presidencia de la Sala Penal y en 2014 alcanza la vicepresidencia de la Corte.
En manos de Bustos fueron archivados más de 40 procesos entre los que se cuentan, según un artículo publicado por RCN Radio los casos de: congresistas Hernán Penagos (Partido de La U, 2011), Humphrey Roa (Conservador, 2011), Juan Carlos Martínez Sinisterra (Partido PIN), Dilian Francisca Toro (La U, 2013), Jimmy Chamorro (La U, 2015), Juan Carlos Vélez Uribe (La U, 2010), Piedad Zuccardi (La U, 2010) y Roosvelt Rodríguez (La U, 2011).
Exmagistrado Camilo Tarquino: expresidente de la Corte al igual que los anteriores “honorables”, de este abogado de profesión, no se ha dicho mucho hasta el momento, pero es curioso saber que a pesar de su “bajo perfil”, se le acusa por exigirle 20 mil millones de pesos a Alejandro Lyons, exgobernador de Córdoba; y que adicional a esto, en una auditoría llevada a cabo por la Fiscalía, en la cual verifican las propiedades de los magistrados, se encontró que este personaje en 2010 adquirió una propiedad por valor de 910 millones de pesos, una suma un poco alta hasta para una persona que gana alrededor de los 20 millones de pesos al mes.
Magistrado Gustavo Malo: con este magistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia volvemos al caso de Musa Besaile. Hace un mes fue denunciado porque desde el 2014 tiene a cargo el caso por parapolítica del Senador cordobés. Recordemos que Besaile confesó que en 2015 realizó un acuerdo de pago por 2 mil millones de pesos para frenar una orden de captura en su contra, proceso que se encontraba a cargo de del señor Gustavo Malo.
A pesar de la presión para que presente su renuncia, Malo se rehúsa y acude a su presunción de inocencia. Lo delicado es que de los 90 casos por parapolítica que siguen activos en la Corte, el magistrado tiene 20, esto es, el 22% de los casos, desde el 2014 que él los asumió. Ahora, la Comisión de Acusación de la Cámara le imputó los delitos de: concierto para delinquir, prevaricato por omisión, prevaricato por acción y utilización de asunto sometido a reserva, cohecho propio.
Ex fiscal Luis Gustavo Moreno: este barranquillero, es abogado de la Universidad Libre, Master en Derecho penal de la misma Universidad y realizó una maestría en Proceso Penal En la Universidad Sergio Arboleda.
Es el más untado del grupo y el encargado de encender el ventilador y salpicar a estos prestigiosos de la justicia. Cuestionada joya de la corona, ex jefe Anticorrupción de la Fiscalía. Moreno era el encargado de pactar las negociaciones. Ahora, requerido por la justicia norteamericana por recibir 10 mil dólares al exgobernador Alejandro Lyons, como pago de un soborno.
En 2011 trabajó con el Distrito como abogado de la Secretaría Distrital del Gobierno. Luego pasa a asesorar a la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes, donde prestaba servicios profesionales para el acompañamiento de los procesos disciplinarios. En este trabajo, tuvo acceso a información de procesos en contra del fiscal Eduardo Montealegre.
Moreno ingresa a la Fiscalía en 2015. En ese momento, la administración de este organismo se encontraba a cargo de Eduardo Montealegre. Lo curioso del caso es que Moreno ya había aconsejado a la Comisión sobre las investigaciones en contra del Director.
Senador Musa Besayle Fayad: Cordobés, inicia su carrera política en 2002, gracias al apoyo del exsenador Juan Manuel López Cabrales (vinculado con casos de parapolítica), como representante de la Cámara por el Partido Liberal.
En 2010 se une al Partido de la U y logra una curul en el Senado con más de 62 mil votos. En 2014 duplicó la cifra y queda nuevamente como senador.
Desde 2010, ya la Corte Suprema de justicia le abrió investigación preliminar por parapolítica e irregularidades en los manejos de los recursos de la salud en Córdoba. Tiene 19 anotaciones de las cuales 13 fueron archivadas.
La anotación que tiene por parapolítica, fue asignada en 2014 al magistrado Gustavo Enrique Malo, también vinculado al “cartel de la Toga”.
Otro caso por el que es investigado, es por los sobornos de la famosa firma Odebrecht. La Fiscalía lo acusó por haberse presuntamente beneficiado con los sobornos que la firma ofreció a senadores, para poder quedarse con el contrato de la ruta del sol.
Este 26 de septiembre, la Sala Penal expidió orden de captura inicialmente por peculado y cohecho, debido al escándalo de corrupción que se ha hecho público en los últimos meses luego de la captura del ex fiscal anticorrupción Gustavo Moreno. Como se dijo al comienzo, hoy se encuentra prófugo.
No es la primera vez que miembros de la Justicia se ven involucrados en este tipo de hechos. En la historia se han dado casos por corrupción en la justicia y es un remolino que se disipa pero vuelve y se integra, ¿cuál es el motivo? la Corte Suprema de Justicia tiene el poder de elegirse, es decir, ellos mismos ponen la lista de elegibles (muy posiblemente a merito personal o por favores políticos) dejando así pocas opciones para airear el interior de las salas de la justicia.
A rey muerto, rey puesto, como en el narcotráfico, parece ser la norma que gobierna en las altas cortes. A menos que se reforme la justicia, este país no va a progresar a gran nivel y vamos a seguir repitiendo el abanico de hechos que siempre han golpeado nuestra nación: escándalos, ollas y asados de corrupción en las altas diligencias de nuestra patria cada día más huérfana y abandonada.