El embarazoso episodio protagonizado por el presidente Iván Duque Márquez durante la visita de Mike Pompeo, al afirmar: “Hace 200 años el apoyo de los padres fundadores de los Estados Unidos a nuestra independencia fue crucial, por lo que recibir hoy su visita nos llena de alegría y de honor, precisamente este año del bicentenario tan importante para nuestro país”, ha desencadenado una serie de discusiones y disgusto entre los ciudadanos colombianos que critican con argumentos y pruebas el intento del presidente por falsear la historia de la independencia de la hoy República de Colombia.
De acuerdo a lo posteado en Twitter por la historiadora Isabel Arrollo “Formalmente, EE. UU. se declaró neutral frente a las guerras de independencia hispanoamericanas, al igual que todas las potencias europeas. A pesar de esa neutralidad, la ofensiva diplomática promovida por Bolívar entre las ‘grandes potencias’ fue intensa y exitosa”.
Además, el también historiador Jorge Orlando Melo sostuvo: “No hubo ningún apoyo de USA a la lucha por la independencia, pero desde 1823 la recepción de un representante (Torres) y el reconocimiento dieron algo de protección, lo mismo que la doctrina Monroe”. Dejando muy en claro que algunos de los padres fundadores de EE. UU. como Thomas Jefferson o Benjamin Franklin sirvieron de inspiración para la independencia del país sin haber realizado un aporte directo a la liberación de los nativos del territorio del yugo español, algo lógico ya que la independencia de los estadounidenses se dio 30 años antes que la de Colombia.
El mencionado acontecimiento permite abrir el debate sobre la importancia de la educación en el país, es por esto que cabe preguntarse: ¿Por qué es necesario fortalecer los recursos destinados para la financiación de la educación en Colombia?
Hay que recordar el paro de dos meses realizado por estudiantes de 32 universidades públicas del país y que pese a haber culminado el 14 de diciembre, para el 17 de enero del presente año, los estudiantes volverán a las calles a protestar.
La educación es la base fundamental para el desarrollo de una sociedad, es por esto que las condiciones en las que se imparten son cruciales para la formación básica o profesional de quien la recibe.
Sin duda alguna, el Gobierno debe destinarle a la educación superior pública los recursos necesarios para su correcto funcionamiento, sin embargo la educación básica debería ser una prioridad. Según Andreas Schleicher, director de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en entrevista con la Revista Semana “Colombia está gastando quizá más de lo debido en educación superior. De cierta manera todo el sistema de financiamiento colombiano está bajo presión. Entonces, las personas quieren tener más universidades (…), pero hay que entender que invertir en ese campo necesariamente impide invertir en otros”, por ejemplo en la educación escolar.
La educación escolar es financiada por el Sistema General de Participaciones (SGP) el cual financia a las instituciones educativas por la cantidad de alumnos que en ellas se encuentren inscritas. El 58,5% de las cuantían que recibe la SGP deben ser destinadas a la financiación de la educación. Cabe anotar que los recursos son transferidos a las entidades territoriales (departamentos, distritos y municipios) y son ellas quienes se encargan de distribuirlos.
Schleicher continua diciendo “en nuestra experiencia, las bases son lo que más importa. Si le das a las personas una excelente educación básica, tal vez puedan encontrar los recursos para financiar sus estudios universitarios, pero si no les das una buena educación básica ni siquiera van a poder llegar al tercer nivel”.
Con esto no se está diciendo que el Gobierno debe dejar de aumentar los recursos para la educación superior; lo que sí es cierto, es que debe haber una mejor distribución de los recursos para que la educación desde preescolar hasta la el último grado de bachillerato sea de alta calidad.
A pesar que Colombia integra el selecto grupo de buenas prácticas económicas, OCDE, está muy por debajo de la inversión que estos realizan en educación. En 2018, el país destinó 4,7% del PIB a la educación, frente a un 6,5% de la media de los gastos de los países que conforman la OCDE.
Incrementar el presupuesto de la educación posibilita una mayor cobertura de la demanda estudiantil, fortalecimiento de los procesos académicos y mejoramiento de la infraestructura. A mayor educación, mayor es el PIB Per cápita de una nación, lo cual se traduce en desarrollo humano y social para un país.
Una sociedad educada no se deja meter los dedos en la boca, es capaz de refutar y criticar con argumentos las posturas erróneas y falaces hasta de su propio presidente, quien en un intento por agradar al secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, se atrevió a negar la verdadera historia de la indecencia de su país. Puede que el presidente haya tenido un lapsus, pero en un evento de político de la relevancia del ocurrido todo es previamente planeado.
Fotografía cortesía de Reuters.
Con lo demostrado por el cerdito títere del capo, se comprueba una vez más lo pésima y mediocre que es la educación en Colombia. Tenemos gobernantes que dan vergüenza en el contexto regional y mundial. Nunca jamás este país había estado bajo la égida de una piara de ignorantes hampones y pícaros, pero gracias a diez millones de brutos y serviles gozamos de la peor vergüenza que un país ostente. Qué desgracia y que desprestigio de país!!!!!!