Comienza el año 2017 con grandes retos y responsabilidades por delante que la sociedad civil debe afrontar. En primer lugar, hay que hacer veeduría en el Congreso de la implementación de los acuerdos de paz suscritos entre el gobierno y las FARC, y en segundo lugar, está promover actividades de paz, que incentiven y se conecten con las negociaciones entre el gobierno y el ELN.
Así como ocurrió con el proceso de paz con las FARC, en el que la sociedad civil se manifestó, se movilizó y se activó en apoyo a una salida negociada del conflicto armado, así mismo la ciudadanía lo debe hacer en el proceso con el ELN, debido a que la paz no se hace solo con un grupo; también se negociar con este último bando para poder alcanzar una paz completa y no a pedazos, en donde la sociedad civil sea partícipe no solo en el apoyo a la paz, sino que a la par sea determinante al momento de proponer e incidir en la toma de decisiones.
El año 2016 tuvo diferentes movilizaciones sociales en el país, aunque no fueron suficientes para que ganara el SI en el plebiscito. En el proceso de paz con las FARC, la sociedad civil manifestó su apoyo a la salida negociada del conflicto armado, sin embargo, la participación de los colombianos no fue tan amplia como se esperaba, lo cual se reflejó en las elecciones del 2 de octubre del 2016. Lo anterior podría obedecer a la molestia que siente la ciudadanía con la clase política y con la polarización de la paz, ya que en vez de que fuese una campaña liderada por la ciudadanía, fue una campaña en cabeza de la clase política, a la cual le fallaron los cálculos electorales, y por ende, los votantes y simpatizantes.
Para fortuna de la paz y de los colombianos que votamos SI en el plebiscito, la Corte Constitucional en diciembre del 2016 aprobó la figura del “Fast Track”, para que por esa vía rápida sean aprobados los acuerdos de paz con las FARC. Dicho mecanismo ya dio sus primeros frutos, puesto que el 28 de diciembre del 2016, el Congreso aprobó la ley de amnistía.
Durante el mes de diciembre, surgió una iniciativa llamada “Ojo A La Paz”, la cual se compone de los movimientos: Javerianos Por La Paz, Acuerdo Ya, Sinestesia, Paz Siempre, Paz Haremos, Rodeemos el diálogo, El Avispero, Seamos Democracia Digital, Guerra Nunca Más, Red Latinoamericana y del Caribe por la Democracia y Paz A La Calle. Ojo A La Paz se creó con el fin de hacerle veeduría a la implementación de los acuerdos de paz y a los debates en el Congreso para la aprobación de los mismos.
El 2017 empezó con la tensión del gobierno y el ELN, en donde las partes argumentan incumplimientos, ese grupo pide indultos para unos guerrilleros y el gobierno exige la liberación de Odín Sánchez, político del Chocó que estuvo preso por parapolítica.
Recordemos que en la negociación entre el gobierno y el ELN se fijaron 6 puntos en la agenda, los cuales son: “Participación de la sociedad en la construcción de la paz, democracia para la paz, transformaciones para la paz, víctimas, fin del conflicto armado e implementación”. (Fuente: El Espectador http://www.elespectador.com/noticias/paz/esta-agenda-negociaran-el-gobierno-y-el-eln-articulo-659672)
A pesar de las solicitudes del gobierno y el ELN, la sociedad civil debe entender que la paz no se puede paralizar ni estancar. Con el pasar de los días nos vamos acercando a las elecciones del 2018, y si el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional no llegan a un acuerdo, o al menos no empiezan a discutir los seis puntos acordados en la agenda, la paz completa se verá ampliamente amenazada y en riesgo de no alcanzarse.
Hay que tener en cuenta que en el primer punto de la agenda se establece la “participación de la sociedad en la construcción de paz”, en donde los colombianos deben proponer iniciativas de paz, y con base en esas propuestas, en el punto tres de la agenda se plantean las “transformaciones para la paz”, en el cual el gobierno y el ELN crearán programas, tomando en cuenta las propuestas de la sociedad civil, para realizar grandes cambios y transformaciones sociales.
Dada la premura de tiempo que hay para que el gobierno y esa guerrilla le den inicio a la discusión de los 6 puntos acordados en la agenda, el pasado sábado 7 de enero del 2017 surgió una iniciativa de la sociedad civil denominada “Por una paz completa, todos a la mesa”, la cual está compuesta por los movimientos: Paz Haremos, Paz Siempre, Guerra Nunca Más, Sinestesia, Seamos Democracia Digital, Acuerdo Ya, El Avispero, Rodeemos el diálogo, Red Latinoamericana y del Caribe por la Democracia, Javerianos por la paz y Paz A La Calle.
La campaña “Por una paz completa, todos a la mesa”, a través de actividades que promuevan la paz y el avance de las negociaciones entre el gobierno y el ELN, busca convocar, despertar, encantar e invitar a los colombianos para que apoyen este proceso, ya que la paz no da espera, y es la sociedad civil la llamada a actuar. Por lo anterior “Por una paz completa todos a la mesa”, previo al encuentro entre el gobierno y el ELN para avanzar en la instalación de la mesa en Quito, realizó una campaña a través de las redes sociales, por medio de mensajes como: #LaPazEsConTodos, #UnaPazCompletaPor, #DialogoEnQuitoYa, y #MesaELNYa, con el fin de presionar tanto al gobierno como al ELN para que se sienten a negociar.
También realizaron una actividad en la Plaza de Bolívar el pasado jueves 12 de enero, cuyo objetivo fue simular la instalación de la mesa entre el gobierno y el ELN, así como rodear esa mesa con todos los sectores sociales del país, para que la sociedad civil integre el proceso de paz con esa guerrilla y lo cobije. Dicho acto contó con la participación de actores como Luz Estela Luengas, Julio Correal y Lucho Velasco, los cuales realizaron un performance para concientizar a la ciudadanía sobre la importancia de decir “adiós a la guerra”.
Es necesario que la sociedad civil se empiece a organizar, a movilizar, a proponer y a vincular, para apoyar el proceso entre el gobierno y el ELN, ya que no se puede pensar una conciliación completa solo con las FARC; la guerrilla del ELN debe llenar ese espacio vacío que le hace falta a la paz, que tanto reclama y necesita la sociedad colombiana. La ciudadanía debe apropiarse de la paz y no esperar a que los políticos lo hagan, tenemos la oportunidad de no repetir los resultados del 2 de octubre del 2016, y de crear y aportar propuestas a este proceso, dentro de lo establecido en el mismo.
