Columnista:
Ronald Ruiz López
Aunque es una batalla dura la que ha tenido que vivir el pueblo colombiano durante varias décadas, soportando tantas injusticias y tanta corrupción, jamás en la historia de este país se había logrado verlo unido por una sola causa; darle fin al uribismo.
Según la RAE una secta es: «una doctrina religiosa o ideológica de lo que se considera ortodoxo, 2. comunidad cerrada, que promueve o aparenta promover fines de carácter espiritual, en la que los maestros ejercen un poder absoluto sobre los adeptos».
Partiendo de esa definición se entiende con claridad que el uribismo además de ser un movimiento político se convirtió en una secta en la que personas como Paloma Valencia adoran a su «mesías» Álvaro Uribe Vélez.
Lo satisfactorio es que ya se ve una luz al final del túnel, una esperanza, Colombia despertó, sabe que dicho salvador siempre fue un farsante, corrupto y untado de narcotráfico, incluso más que el mismo Pablo Escobar. Y sabe que la marioneta que puso como «presidente» Iván Duque Márquez, a punta de mentiras y engaños fue lo peor que le pudo haber sucedido en todos los tiempos a este bello país.
El ver a millones de colombianos saliendo a las calles a mostrar su inconformismo por este Gobierno, pero más aun, mostrando su asco y desprecio al ‘Matarife’, como lo suelen llamar, gritando en una sola voz, Uribe paraco hijuep…, trasmitiendo un mensaje de reflexión a los habitantes para que en las próximas elecciones ningún voto sea por el que diga Uribe y de paso no apoyar a ningún candidato que pertenezca al partido que representa ese horrible nombre; es decir, el Centro Democrático. Ver a tantos colombianos unidos en un solo pensamiento hace pensar que, al ‘Matarife’, hablando en términos taurinos, solo le queda la estocada final.
No se sabe si Uribe algún día pague por sus delitos, sinceramente se escucha en las calles que eso, contando con la belleza de justicia que existe en este país, será casi que imposible, pero su daño a la humanidad es tan profundo que una gran parte de los colombianos solo le pide que se retire y deje al país en paz.
No se requiere analizar muy de cerca a este malévolo personaje para saber que es una persona con un trastorno narcisista de la personalidad, su peor castigo es ver que perdió todo el poder que tuvo algún día, que está entre la lista de las personas más odiadas del planeta, que tarde que temprano, la justicia, que hoy en día la maneja con sus propias manos se le va a salir de las mismas, va a actuar con independencia y le va a hacer pagar por todos sus crímenes.
A mi criterio, cuando me detengo a pensar en ¿cuál será el posible final de Álvaro Uribe Vélez?, diría que, aunque son infinitas las posibilidades, me inclino por tres:
1. Termina en una prisión, juzgado por una Corte Internacional. Aunque para ser sincero es difícil que se cumpla.
2. Al verse acorralado por sus mentiras y engaños y tener la justicia en el cuello a punto de encerrarlo, se pueda dar a la fuga y desaparezca.
3. Que su ego sea tan grande que prefiera, antes de cualquier otra opción, el suicidio y dejar su legado como un mártir, «un gran colombiano» que dio su vida por la patria cuyo pueblo al final lo traicionó. Como una vez lo dijo Marta Lucía Ramírez al compararlo con Jesús.
No digo que con el final del uribismo este país se convierta en una Suiza, ni tampoco como es costumbre, que nos vamos a convertir en una Venezuela. Existen muchos otros enemigos que le hacen daño a la patria, familias como los Char, megacontratistas como el señor Sarmiento Angulo y narcotraficantes que le hacen daño al país. Pero sí sé, que este sería un gran golpe para la corrupción y las injusticias de este país.
Por eso invito a todos los colombianos a que pongan su granito de arena. No es tan difícil. Reflexionemos sobre por quién votar en las próximas elecciones, no vendamos el voto, leamos las propuestas de los candidatos, no creamos mentiras estúpidas como, que nos convertiremos en una Venezuela o con promesas olímpicas de más salarios menos impuestos, no al fracking, y muchas más que nos vendió el subpresidente.
Así, lograremos dar la estocada final al uribismo y será su fin, porque, aunque Uribe es un viejito astuto, sabemos que está rodeado de mucho estúpido, iniciando la lista por la marioneta que puso en la Presidencia. No hay quien ocupe su lugar.