Según la RAE la palabra corrupción denota el “uso de las funciones asignadas en un cargo para sacar provecho económico o de otra índole, para sí mismo o en beneficio de terceros”.
Dicho lo anterior, es necesario desenmascarar una parte del gran entramado de corrupción que se viene presentando en la administración del alcalde Enrique Peñalosa, no de forma banal, sino con hechos y pruebas que así lo demuestran, aunque el alcalde ni se inmute y permita que por acción u omisión las distintas entidades bajo su mandato naveguen en las aguas de la ilegalidad. Como en aquel cuento infantil de Hansel y Gretel, sigamos entonces las migajas de pan dejadas como pistas a lo largo y ancho de la ciudad.
Irregularidades en el contrato de semáforos
Una mañana al salir a trabajar, observé cómo en un barrio de calles estrechas en Bogotá, en menos de 500 metros y unas 4 cuadras habían instalado 3 semáforos en cada intersección, esto ocasionó desde entonces una congestión vehicular que antes no existía, caos en el tráfico interno del barrio y accidentes. El comentario reiterado era que la corrupción se hacía con la repartija de contratos en movilidad que en estos sectores de la ciudad se multiplicaron de la noche a la mañana.
Como consecuencia de lo anterior, esta semana de nuevo es noticia el hasta hace poco secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo, quien acaba de ser destituido e inhabilitado por 10 años para ejercer cargos públicos por la Procuraduría General de la Nación, luego de ser hallado responsable por la falta de planeación en la contratación de la renovación de la red semafórica de Bogotá.
Aún cuando fue advertido en varias oportunidades, él prefirió ignorar a los entes de control llevando a cabo una licitación por $215.000 millones que saldrían de las arcas del distrito, es decir, de su bolsillo y del mío, de los impuestos que pagamos todos. Para que al final se supiera que hubo hasta falsificación de firmas como consta en la declaración de Andrés Cufiño, expresidente de Sutec Argentina (socia mayoritaria del consorcio que se quedó con el contrato), pero ¿Por qué falsificaron la firma?, la respuesta es una sola: Los estados financieros que presentó Sutec eran falsos ya que esa empresa no contaba con la solvencia económica necesaria para acceder a un negocio tan grande como lo advirtió la Procuraduría.
¿Qué hizo Bocarejo? Su negligencia y permisividad impidió el resarcimiento de “las inconsistencias y anomalías” antes señaladas, ya que no ejecutó las acciones establecidas por el principio de contratación estatal transparente. Con su actuar benefició a terceros, quienes irregularmente se quedaron con el dinero de los bogotanos, sí, igual que el buen muchacho y ahora mártir del Centro democrático Andrés Felipe Arias y el favorecimiento a terceros en AIS, según los fallos judiciales. Es apenas justa la sanción en primera instancia a Bocarejo, así como lo fue la pena impuesta a Arias. Pero aún así, esa presunta de corrupción silenciosa avanza en las entidades del distrito.
Despilfarro en el contrato de las canecas recolectoras de basura
Un año después de observar las irregularidades de la red semafórica en el barrio, la misma comunidad empieza a encontrar otro caso alarmante. Una proliferación de cestas para la basura. Esas canecas que invaden Bogotá, lejos de ser la solución al problema de aseo, son una señal visible de que algo irregular está pasando, pues aun cuando el distrito dijo que serían instaladas con al menos 50 metros de distancia entre ellas, lo cierto es que hoy encontramos canecas que invaden el espacio público situadas a 15 metros de distancia o menos entre una y otra, son el nuevo símbolo de Peñalosa como los ya reconocidos bolardos.
Pero ¿qué hay de fondo en esta contratación? Nada menos que el asomo sospechoso de las dudas en lo que podría ser un contrato entregado a dedo y de forma irregular.
La denuncia fue presentada en su momento por la empresa Canecol, quien se interesó en participar de la licitación de este contrato para reemplazar el mobiliario de cestas de recolección de basuras de Bogotá. Pero en la medida que avanzaba el proceso se dieron cuenta de que el distrito exigía unas especificaciones técnicas que solo eran cumplidas por una empresa española, con lo cual se violaba el principio de la libre competencia y, adicionalmente, se excedía en casi el doble el valor individual de cada caneca. Esas denuncias no tuvieron eco en los medios y fue minimizada por los representantes de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP).
Hoy, cuando ya se han empezado a instalar, usted debe saber que cada cesta le costó al bolsillo de los capitalinos en promedio $1’327.959, multiplicados por las 80.000 cestas que se instalarán. Según la denuncia de los proveedores participantes de la licitación, los modelos que ellos presentaron estaban por debajo de los $500.000. ¿Qué cubrimiento de la noticia hicieron los medios tradicionales? ¿Qué ha dicho el distrito? ¡Los primeros han guardado un silencio cómplice y, los segundos y directos responsables, solo han dado explicaciones a medias!
A este silencioso mar de irregularidades se suma el del pupilo de Peñalosa y hoy candidato a la Alcaldía de Bogotá respaldado por el Centro Democrático (el que dijo Uribe, versión 3.0) Miguel Uribe Turbay. Pues resulta que cuando este ocupaba el cargo de secretario de Gobierno contrató en su equipo de trabajo y, asesor de despacho, a su amigo personal Óscar Beraldinelli, quien luego sería denunciado por un grupo de al menos 50 empresarios como el presunto líder del cartel de los bares y restaurantes que funcionaba en la capital y, que según ellos, los estafó en millonarios contratos en los que ellos terminaron pagando por la compra de establecimientos cuyas acciones tenían a Miguel Uribe como dueño en 2013 y que fueron negociadas por su amigo actuando a nombre del hoy candidato que promete continuar con lo que viene haciendo Peñalosa en Bogotá, pero que a la hora de recibir el dinero desaparecían. Las denuncias vienen siendo presentadas desde 2015 por los delitos de abuso de confianza y administración desleal.
Al final del día uno se pregunta: ¿Por qué estos escándalos no han tenido el eco suficiente en los medios? ¿Por qué los entes de control como la Fiscalía y la Contraloría no toman las acciones que la ley exige? ¿Por qué esa Contraloría tan diligente en la fiscalización de la alcaldía de Gustavo Petro, guarda absoluto silencio al destaparse estos escándalos en la administración de Peñalosa?
Más irregularidades saldrán a la luz cuando el período del alcalde Enrique Peñalosa termine y asomen escándalos y vicios de ilegalidad en los tantos negocios que allí se vienen gestando. Amanecerá y veremos.
Y ellos están convecidos que pueden actuar con total impunidad.
Ojala investiguen la contratación de esos horribles contenedores que están sobre los andes, quitando la visibilidad y sirviendo para que se oculten malandros de todo tipo.
el contralor es el que tiene investigacioones de odebrecht, no lo han mandado a la carcel, por que no hay fiscal todavia, y ademas es de cambio radical, por eso pasa de agache todos los negociados del cafre corrupto de Peñalosa.
Las canecas metalicas vienen siendo instaladas sin supervision de ninguna entidad, solo con la decision de los empresarios contratista. Segun ellos se deben instar cada 35 m. sin considerar q tipo de vias.
Algo similar a la instalacion de avisos en las vias para vehiculos y peatones; en la 148 en dos cuadras instalaron 45 avisos; en pisos, en andenes para peatones, todo sin supervision de entidades del distrito.Si en la Guajira despilfarran los recursos, en Bogota no se dan por enterados.
El alcalde para Bogota tiene q ser Hollman Morris ,persona leal a la Colombia humana , para q pare tanta corrupción y esta ciudad sea rescatada . Bogota tiene muchas familias en la absoluta pobreza,q necesitan ayuda de un trabajo digno y estudio para tantos jóvenes q no tienen oportunidad de nada
Los subsidios otorgados por Petro le ocasionaron multas impagables, los actos de corrupción de Peñalosa gozan del silencio de los Medios y de los organismos de control. Y quieren hacernos creer que somos iguales ante la ley.
Y aún siguen las irregularidades. No veo la necesidad que Transmilenio paute en emisoras y patrocine secciones radiales en prestigioso programa cuando se necesitan recursos para mejorar el servicio, el sistema de seguridad y las puertas de las estaciones. Contratos millonarios injustificables que redundan en el excesivo despilfarro económico
Esa es la NACROECONOMIA de Miguel Uribe Turbay, y sus seguidores. Vivir de la delincuencia, el robo al pueblo colombiano saqueando sus impuestos, son personas no digna para ocupar cargos públicos, más muchos murieron en los hospitales, y además muchos no están estudiado.
Despierta Colombia. Porque ellos también caerán. Bendiciones de bendiciones.
Se ve alas claras que la corrupción en Bogota es rampante,y se seguirán creando leyes para que no pase nada y salgan como mártires de la patria,así como progresa una sociedad?
Gracias por sacar a la luz estos detalles. No me cabe duda de que Peñalosa es corrupto pero las evidencias son necesarias. Conociendo esto se acrecienta mi temor sobre el metro. Si lo contrata Peñalosa será el foco de corrupción más grande que Colomvia ha visto, y eso ya es mucho decir.
Se debe hacer seguimiento a las investigaciones
Esto se llama democracia? Colombia es de Uribe y sus sirvientes.
Peñalosa el peor alcalde del país corrupto de lo peor y ese contralor distrital Juan Carlos Granados es otro ampon donde estará el procurador que los investigue?
Debemos exigirle al contralor de Bogotá,se manifieste ante estos actos de corrupción tanto de Peñaloza como Uribe Turbay
Un ejemplo de la ausencia de criterio para instalar las canecas esta en el anden frontal y lateral del colegio San Bartolomé de la merced, sobre la carrera 5 entre calles 34 a 35 aproximadamente. Pasen y vean como instalaron 8 o 10 pares de canecas seguidas, en un anden por donde nadie pasa, existiendo zonas de la ciudad urgidas de canecas. Me duele ver como botan a la basura mis impuestos.