Autor:
Kevin Pérez Díaz
La procuradora general de la Nación, Margarita Cabello, de quien ya hemos hablado en esta columna, radicó ante el Congreso a mediados del mes de junio una reforma al Código Disciplinario con la que buscaba que se le otorgaran a la entidad funciones jurisdiccionales y de policía judicial bajo la excusa de dar cumplimiento al fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor de Gustavo Petro.
En dicho fallo la Corte declaró responsable al Estado colombiano por la destitución de Petro en 2013 por parte de la Procuraduría, en ese entonces en cabeza del godo Alejandro Ordóñez.
A pesar de que desde todos los sectores llovieron críticas y que incluso el Consejo de Estado se opuso a la reforma, al considerar que desconoce las funciones que la Constitución le otorga a la entidad, la bancada de gobierno la aprobó sin inconvenientes. Ninguna novedad.
También se criticó vehementemente la posibilidad que esta abrió de aumentar la burocracia —como si ya no fuera suficiente— y la repartición de mermelada, dado que uno de sus artículos permite la creación de un número indeterminado de cargos. Nada más y nada menos que en época preelectoral.
«No es cierto lo que están diciendo, ni mucho menos que se van a crear miles de cargos dentro de la Procuraduría», respondió Margarita Cabello a las críticas a través de un video publicado en la cuenta de Twitter del organismo el 2 de junio.
«La Reforma al Código General Disciplinario no busca crear burocracia en la Procuraduría», se informó en un comunicado de seis puntos publicado en la página web de la entidad el 13 de junio.
Pues, bueno. El pasado 24 de diciembre, en medio de las celebraciones de Nochebuena y Navidad, en la Procuraduría no se cocinaba una cena sino un decreto con el que adicionaron 1208 cargos que costarán alrededor de 12 000 millones de pesos.
La procuradora se defendió de los cuestionamientos señalando que el aumento de la planta era necesario para dar cumplimiento al fallo de la Corte IDH a pesar de que en este no se da ninguna instrucción al respecto.
Los nuevos cargos incluyen 20 asesores para Margarita Cabello, 32 procuradores regionales, 60 procuradores provinciales que contarán con 491 asesores y 269 profesionales universitarios. Solo por hacer mención de algunos.
En época preelectoral, y después de que la procuradora proclamara por todos los medios que no se crearían cientos de cargos con la reforma al Código Disciplinario, el presidente Duque firmó un decreto que no creó cientos, sino más de mil.
No es un detalle menor que lo haya hecho el 24 de diciembre. Es una práctica sistemática. Así lo hacen todo: a escondidas, de espaldas a la ciudadanía. Como los delincuentes.
Posdata: Adivinen a qué candidato se le aguó la boca con la cena que le cocinaron a Margarita Cabello en Navidad. Blanco es, gallina lo pone y frito se come.