Columnista:
Álvarez Cristian
Esta semana el concejal bogotano Diego Cancino, uno de los abanderados en la lucha contra los abusos policiales, reveló en Twitter el giro que tomó el caso del joven Juan Luis Guzmán en Arboletes, Antioquia; que demuestra nuevamente la sistematicidad de la brutalidad policial.
Después de un mes del horrible asesinato de Javier Ordoñez por parte de agentes de la Policía Nacional en Bogotá, el caso de Guzmán demuestra —pese a la extensa separación física— una serie de similitudes que no son producto de casualidades sino más bien de un “libreto aprendido”
Muerte en Arboletes
Juan Luis Guzmán González era un joven de 21 años que estaba estudiando Ingeniería Agrónoma en la Universidad de Córdoba. Sus estudios universitarios los combinaba con la práctica de danzas tradicionales de su región que realizaba en el grupo de Bullerengue del pueblo.
Juan tenía otra particularidad en su personalidad que aún hoy en día en países atrasados como Colombia sigue siendo un estigma social: él era homosexual.
En la noche del 26 de julio, Guzmán González tuvo una acalorada discusión con unos vecinos del barrio Las Marías de Arboletes, Antioquia. El asunto se convirtió en una riña con golpes de parte y parte, motivo por el cual tuvo que intervenir la Policía para controlar la situación.
En la trifulca, el comandante de la Policía en Arboletes señala que Guzmán rompió los vidrios de una vivienda y con ello lastimó a una persona de la tercera edad.
Por ello, fue llevado a la estación de Policía de Arboletes para que respondiera por daño en bien ajeno, lesiones personales y, por ser sorprendido en la calle— por infringir las medidas sanitarias que actualmente rigen en todo el país.
Como lo reseñaron los medios locales, el traslado de Juan Luis se hizo con él reducido por parte de la Policía y con una actitud tranquila por parte del detenido.
Sin embargo, como relató su hermana al portal Las 2 orillas todo cambió cuando Juan Luis llegó al recinto policial.
Juliana Guzmán le contó al portal de noticias que cuando llegó a la estación para llevarle algo de ropa y mantas a su hermano, pues pasaría la noche bajo custodia, no le permitieron entrar.
Además, afirmó que su hermano les pedía a gritos desde adentro que grabara con su celular porque estaba siendo violentado por los agentes de Policía.
Juliana relató que veinte minutos después de haber sido recluido en la estación de Policía de Arboletes, la familia de Juan Luis fue avisada de que el joven yacía sin vida en el Hospital local Pedro Nel Cardona.
Los policías encargados de custodiar a Juan Luis indicaron que el joven amarró un bóxer (ropa interior masculina) en uno de los barrotes del calabozo y se suspendió del cuello hasta que murió.
Cabe recordar que esta misma justificación ha sido ampliamente usada antes por agentes de la Policía Nacional en todo el país cuando sus custodiados fallecen dentro de las instalaciones policiales.
Serias irregularidades
En la nota de Las 2 orillas se sostiene que los policías encargados de vigilar a Juan Luis aseguran que el joven detenido y reducido por los policías, se las arregló para él mismo darse golpes contra las paredes antes de su ahorcamiento.
Nuevamente vale la pena recordar que este es el argumento usado por los policías del CAI en Bogotá para justificar los golpes que presentó Javier Ordoñez al ser asesinado por ellos.
Otro aspecto es que hasta ahora no ha trascendido si el ahorcamiento se realizó con una prenda interior del joven o ajena, lo cual arroja mantos de duda sobre la versión oficial del supuesto suicidio.
Finalmente, el columnista Víctor Alfonso Yerena señala algo grave sobre este crimen cuando llegaron agentes adscritos a la DIJIN para realizar la inspección del cuerpo en la morgue del hospital.
Yerena relata que los familiares de Juan Luis notaron que los agentes de la DIJIN dejaron caer el cuerpo del joven de la camilla al piso, lo que pudo haberle provocado heridas post mortem.
De ser esto cierto ¿con qué finalidad hicieron eso los agentes de la DIJIN? ¿Buscaban acaso entorpecer la investigación?
Medicina Legal se pronuncia
De acuerdo con la publicación del concejal Cancino, casi tres meses después, se conoció finalmente el dictamen oficial del Instituto Colombiano de Medicina Legal al cadáver de Juan Luis Guzmán..
El peritaje hecho por los médicos legistas descarta la versión del suicidio y catalogó la muerte del joven como un homicidio por estrangulamiento.
El peritaje hecho por los médicos legistas descarta la versión del suicidio y catalogó la muerte del joven como un homicidio por estrangulamiento.En su dictamen Medicina Legal también especifica que en el cadáver de Juan se encontraron rastros de fuertes golpes.
Con este dictamen la familia podría comenzar acciones legales que permitan esclarecer los hechos y llevar ante la justicia a los responsables del asesinato de Juan Luis.
Sin embargo, hay alto riesgo de impunidad pues según Yerena, por ahora, los policías involucrados siguen libres, en servicio y simplemente fueron trasladados de Arboletes, Antioquia.
Cabe resaltar que esta situación es habitual dentro de la Policía Nacional cuando uno de sus agentes se encuentra gravemente involucrado por hechos similares.
Según un reporte enviado por el Ministerio de Justicia a la Cámara de Representantes, publicado por El Tiempo, el Estado colombiano tiene actualmente 696 demandas en contra por casos de abuso policial.
Entre los casos se encuentran lesiones a civiles en procedimientos policiales, daños a bienes causados por miembros de la fuerza pública e incluso demandas por ejecuciones extrajudiciales perpetradas por agentes del Estado.
La mayoría de las demandas son por uso excesivo de la fuerza, con 240 procesos, les siguen las lesiones a civiles en procedimientos policiales con 227 demandas y por último están las muertes de civiles en procedimientos policiales que suman 53 procesos en contra del Estado.
