Ha partido Jorge Mario Valencia Yepes, periodista, presentador, productor y escritor colombiano, quien se convirtió a través de estas 4 décadas en un controvertido ícono de la televisión colombiana.
Un hombre sencillo y desparpajado que despertó amores y odios entre todos los televidentes que siguieron cada uno de sus programas, desde aquel recordado Valores Humanos, en el que guardaba la apariencia de un joven seminarista muy locuaz, hasta ubicarnos en el matutino de variedades Muy buenos días, con el que permaneció al aire 16 años continuos.
Trasegó por varias programadoras dándole ímpetu a su espíritu creativo, impulsando proyectos propios como Revivamos Nuestra Historia, Telesemana y singulares programas de concurso, todo un prontuario televisivo que lo hicieron merecedor a ser considerado el sucesor del gran animador Fernando González Pacheco, con quien mantuvo lazos de amistad muy fuertes y solía llamarlo cariñosamente “El bobito”.
Durante sus 63 años de vida escribió varios libros como Volver a vivir, El ángel del amor, Correo angelical, Llena eres de gracia, Insúltame si puedes, Los grandes juegan heridos, Enciclopedia de los datos inútiles, entre otros.
Padre de María José y Simón Valencia, casado con Gineth Fuentes, recientemente había sido contratado por el canal RCN para reintegrarse como gerente de entretenimiento, aprovechando su vasto conocimiento del medio y en procura de idear planes de contingencia frente a la crisis creativa y de audiencia que aun atraviesan.
Mucho se ha dicho de la supuesta prepotencia y desfachatez, ensalzadas de sarcasmo, de las que Jota Mario hacía gala frente a determinadas personas que no eran de sus afectos.
Pero como él mismo lo advirtió en su despedida del programa Muy buenos días, muchos de aquellos que lo señalaban y juzgaban con severidad, no lo conocían ni un ápice, pero aun así, a todos les agradeció de corazón por haberlo acompañado durante esa etapa de su existencia, ya fuese para agasajarlo o condenarlo sin piedad.
Jorge Mario Valencia Yepes, el viejo “Jota”, ha partido de este mundo, quizás en compañía de esos ángeles en los cuales creía y de los que habló y escribió con la vehemencia del creyente, del hombre común y corriente, del padre, del esposo, del hijo, del hermano, del personaje famoso, amado y odiado, que salía en la TV para alegrar a millones de colombianos.
Su misión en esta tierra ha terminado, ¡buen viaje a la eternidad!…
Fotografía cortesía de: La Fm