Ideo-Sin-Cracia

Opina - Política

2016-08-03

Ideo-Sin-Cracia

Hace no mucho tiempo, en una de mis clases favoritas, un profesor dijo: “nosotros somos inentendibles, no votamos por los planes de gobierno, seguimos votando por la cara bonita, el que más lindo habla, o el que dice que va a hacer más cosas. Y vea como estamos de jodidos.” Yo diría que se quedó corto con su conclusión, porque realmente estamos jodidos, pero no poco. Mucho. Muchísimo, y pecando por lo malo que pueden ser los excesos.

Ese profesor, me hizo darle vueltas al mismo pensamiento que normalmente recorre mi mente cada vez que hay un proceso electoral: ¿sabemos por quién estamos votando?, y cuando veo los resultados en la prensa, radio o televisión, me doy cuenta que no. Nuestra idiosincrasia, al parecer es inmutable, aunque hay dudas de su absolutismo, y lo digo por ciudades del país donde votaron no por la cara bonita, porque sus gobernantes no son los Ken, se supone, que los eligieron por sus planes de gobierno y traían propuestas diferentes. Vaya a ver hasta dónde fue así.

Con el pasar de los primeros seis meses de gobierno, en ambas ciudades, nos dimos cuenta que estos señores si bien no fueron elegidos por nuestra inmutable e inexorable idiosincrasia, si han sido los creadores de una nueva forma de gobierno. ¡Platón y Aristóteles se revuelcan en sus tumbas frente a estos hombres! El gobierno de la improvisación, de las medidas de última hora, ese gobierno donde la planificación no es bienvenida; En estas ciudades se le dio la bienvenida a la Ideosincracia, a esos gobiernos sin ideas, y las pocas que tienen es para demostrar que no estaban preparados para administrar, o que responden a intereses ajenos.

¡Qué administraciones! ¡Qué gobiernos! ¡Qué ideas! ¿Ideas?… ahí están los problemas.

Las ideas que tenemos como colectivo nos han dado los gobernantes que merecemos, y las ideas, más bien las no-ideas, de esos gobernantes el desastre de país que tenemos.

Imagen cortesía de: parentesiscali.blogspot.com

Imagen cortesía de: parentesiscali.blogspot.com

País que algunos quieren-queremos y pretendemos rescatar. Pero… –sí siempre hay peros– la idiosincrasia de todos, combinado con la ideosincracia de los pocos no dejan probar las ideas nuevas. Sin embargo, eso también tiene fundamento en la “traición” cometida por aquellos que diciendo tener nuevas ideas, o nuevos programas las violentaron y tomaron el camino fácil.

Pero hay material en Colombia para trabajar, hemos sido los creadores del conflicto interno más extenso, de la futbolítica, y ahora de la ideosincracia. Entonces… ¿qué sucede? Las ideas están, los que quieren están –lo que algunos llaman: talento humano–, el problema, en última instancia, tampoco es dinero, nos quedamos a medio camino, sin poder aplicar. Nos casamos con nuestra idiosincrasia. Y la idea de cambio: la erradican.

¡Bienvenidos!, entonces, al país de la ideosincracia. Les brindamos la capacidad de elegir, aunque su idiosincrasia le diga lo contrario. Bonita nación, ¿no?

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Mauricio Duarte
Editor de mi vida (y de textos). Sin palabras que me puedan definir. Columnista, estudiante de Derecho, y del arte que haga falta saber. Dijeron que escribía bien, y me lo creí. Tw. @SubEscritor