Columnista:
David Zapata Lozano
Para nadie es un secreto que el actual Gobierno ha querido captar todas las ramas del poder en Colombia, ya sea la judicial, la legislativa y la ejecutiva, pero esto no les bastó, ahora quieren el Banco de la República.
Hace unos días se confirmó esto con el nombramiento de los nuevos codirectores del Banco. Se puede decir que el Gobierno tiene un control mayoritario sobre esta institución, pues desde mucho antes es un tema frecuente, todavía más ante la posible llegada del ministro Carrasquilla a la gerencia del Banco con la salida de Echavarría.
Pero si Duque solo eligió a dos codirectores, ¿por qué tienen la mayoría del control del banco central?
Según la Constitución colombiana, el presidente puede elegir solo dos codirectores de la junta. En la mitad de su mandato, recordemos que esta junta está integrada por siete personas:
- Ministro de Hacienda y Crédito Público
- Gerente general del Banco
- Cinco codirectores
Entonces, si hacemos cuentas, podemos observar cómo, en principio, el ministro de Hacienda hace parte del Gobierno. Los dos nuevos codirectores son parecidos a Duque debido a que no tienen experiencia para el cargo al que se les ha nombrado. Un ejemplo claro es la ausencia de experiencia de los dos nuevos codirectores en el ámbito macroeconómico, lo cual no es bueno para el manejo de la junta en un año con tantos retos como el actual, muchos académicos han cuestionado el nombramiento de los nuevos codirectores.
Adicional a esto, el nuevo nombramiento del gerente general del Banco de la República Leonardo Villar, reemplazando a Echavarría, que no goza con el apoyo del actual Gobierno y no optó por la reelección. De la misma forma, cabe recordar el enroque que hicieron con el viceministro de Hacienda actual, que hacía parte de la junta del Banco la República; es decir, el Gobierno tiene cinco de las siete plazas en el órgano económico más importante del país.
¿Qué Consecuencias tiene esto?
La primera, es la posible pérdida de independencia de este órgano violando la Constitución, de la misma forma, una pérdida de confianza en el Banco; algo parecido a lo sucedido a finales del siglo XX e inicios del XXI. Otra consecuencia, es que el Gobierno pueda tomar el camino de la emisión (como se dice coloquialmente imprimir billetes para financiar al Estado), es coger al banco de caja menor lo cual traería consecuencias negativas para la inflación, ya que aumentaría de forma abrupta la inversión extranjera debido a que esta se disminuiría todavía más.
Esperemos que la autonomía del Banco no se pierda, aunque Duque afirmó en campaña que él y la mermelada no iban de la mano, parece todo lo contrario, pues la nueva codirectora es la hija de Alicia Arango, actual embajadora de nuestro país en la ONU. Casualmente, el otro codirector nuevo también es hijo de un político: Mauricio Villamizar, quien es hijo del que fue ministro de Minas del Gobierno de Ernesto Samper, sí, ese mismo del escándalo “miti-miti”. Si bien ninguno de los dos ha hecho política; algo que sería impedimento para pertenecer a la junta, son hijos de políticos, lo que en sí es un vacío legal de la norma.
A continuación, pueden ver las hojas de vida de los nuevos codirectores del Banco de la República. ¡Ojo!, sus hojas de vida son buenas, solo que no tienen experiencia para el cargo al que fueron designados.