Los dos periodos del presidente Juan Manuel Santos se han caracterizado por diferentes manifestaciones, marchas, paros y protestas de las organizaciones sociales y de diversos sectores del país afectados por las políticas neoliberales tanto de este como de gobiernos anteriores.
En el presente año (2016), los paros que más han resaltado han sido el del 17 de marzo, en donde todas las organizaciones sociales y sindicales obreras, realizaron un cese de actividades, y el reciente paro agrario llevado a cabo por indígenas y campesinos a lo largo y ancho del territorio nacional, agrupados en la Cumbre Agraria.
En las últimas semanas el país ha sufrido inconvenientes en la movilidad, debido al paro camionero, el cual a pesar de llevar más de 20 días de actividad, en vez de ir disminuyendo y bajando su intensidad, con el pasar de los días ha tomado una fuerza descomunal, a tal punto que el gobierno nacional no estuvo preparado para enfrentarlo y tampoco ha podido persuadirlo ni acabarlo.
Al igual que en el paro de los campesinos e indígenas, en donde el gobierno tuvo diferentes negociaciones durante tres años seguidos con ellos, en el paro de los transportadores, el gobierno también había negociado con este sector años atrás.
Lo raro de los paros en Colombia es que su principal causa es por consecuencia de la toma de decisiones de los gobiernos, y los paros de este año en especial, han tenido algo en común, y es que han sido movilizaciones generadas por los incumplimientos del gobierno a estos sectores, tras acuerdos pactados con anterioridad.
Tanto el paro de los campesinos e indígenas, como el de los transportadores de carga, han tenido en sus pliegos de peticiones y exigencias, la revisión de los tratados de libre comercio, los cuales han generado un impacto negativo en estos sectores, en especial en sus economías.
Entre las exigencias del paro camionero resaltan: la dignificación de la actividad laboral y operativa de los conductores, a través de contratos conforme a la ley. Planes de estudio para los camioneros, con el fin de que hagan un proyecto de ley que declare el trabajo de los conductores como de alto riesgo y en el cual obtengan beneficios para la pensión. La disminución del costo de los peajes. La oposición a la construcción de 17 nuevos peajes por todo el país. Control a la sobreoferta vehicular, en donde los camioneros le piden al gobierno nacional la solución a la problemática de los vehículos mal matriculados. Promover y realizar buenas prácticas empresariales con el pago de fletes limpios. Garantías del gobierno a los camioneros para la chatarrización, puntualmente el dinero por cada vehículo chatarrizado.
Y por último, uno de los puntos más complicados y sensibles que reclama el sector del transporte, y en general todos los colombianos que tienen carro: la disminución del precio de los combustibles. Los transportadores utilizan como base de su argumentación el fallo de la Corte que obliga a desmontar el fondo de estabilización, que debe concluir con la disminución de 1.200 pesos por galón, según informó Jorge García, presidente de la Confederación Nacional de Transportadores, y uno de los voceros de la Cruzada Camionera.
A pesar de la disposición que han tenido tanto el gobierno como los líderes de la Cruzada Camionera, por encontrar soluciones, ponerle fin a este paro y darle solución a la crisis de este sector, aún las partes no han podido llegar a un acuerdo, puesto que el gobierno no logra satisfacer las necesidades de los camioneros, necesidades que son clave para la subsistencia de los transportadores, como de todas las personas que tienen que ver con este sector y que reciben un ingreso de él.
Y es que los líderes de los camioneros se han reunido en más de 20 ocasiones con el Ministerio de Transporte, sin embargo han sido reuniones que el gobierno presuntamente utilizaría para desgastarlos, con tal de que los camioneros finalicen el paro rápidamente y acepten cualquier ofrecimiento, a pesar de esto, los camioneros han estado firmes y no han dado su brazo a torcer.
Pareciera que el gobierno utilizara las mismas estrategias con todos los movimientos sociales, a los cuales les ha incumplido los acuerdos de las negociaciones. Los medios de comunicación y los diferentes funcionarios del gobierno nacional siempre realizan grandes discursos de conciliación, diciendo que todo se solucionará, y que el gobierno siempre estará en la mejor disposición para dialogar y concertar, sin embargo, en la práctica la realidad es otra, pues el gobierno dilata el cumplimiento de los acuerdos y reprime la protesta social.
Los colombianos esperamos que el gobierno atienda las reclamaciones justas del sector camionero, el cual ha sido afectado por la toma de decisiones de politiqueros como Vargas Lleras y mandatarios como Santos y Uribe, que han gobernado para sus amigos empresarios, pero no lo han hecho para el pueblo colombiano. Adicionalmente es claro que el gobierno ha incumplido a los sectores sociales en más de dos ocasiones, los camioneros están a la deriva de la voluntad política del gobierno, puesto que de la buena toma de decisiones de los gobernantes, está la solución de las problemáticas de este sector, como del resto de sectores sociales que hay en nuestro país.
Las organizaciones sociales que hicieron parte del gran paro nacional del pasado 17 de marzo, no descartan realizar un paro nacional con cese de actividades indefinido, debido a los continuos incumplimientos del gobierno. Campesinos del departamento de Boyacá han planteado la posibilidad de unirse al paro de los camioneros y no descartan participar en movilizaciones de apoyo a los mismos.