Familia, sociedad y discriminación

Según las ciencias sociales, la familia es denominada como la institución histórica y social compuesta por un grupo de personas ligadas por vínculos que emergen de la relación intersexual y de la filiación. La familia tiene funciones indispensables en la sociedad entre las que se encuentran la satisfacción de la mayor parte de las necesidades de los seres humanos, la socialización y educación de los individuos y la formación de los procesos fundamentales del desarrollo psíquico. Es el grupo primario por excelencia, con leyes y dinámicas propias que le permiten permanecer en equilibrio.

El día 10 de agosto del presente año, se realizó una marcha que tenía como objetivo “generar conciencia” sobre la importancia de rescatar los valores y los principios de la familia, así como realizar una protesta “pacífica” (y lo digo entre comillas, por la gran cantidad de mensajes salidos de casillas, propagados en diversas vayas, pancartas y avisos) en contra del Ministerio de Educación Nacional y su proyecto “Ambientes escolares libres de discriminación”, con el cual se busca evitar la propagación de conductas discriminatorias en el entorno escolar y “fomentar los procesos de sensibilización, reflexión y transformación de los imaginarios existentes con respecto a los roles de género”; funciones establecidas por la Ley 1620 de 2013 (ver documento). Dicha marcha fue convocada por varios sectores sociales, con el apoyo y acompañamiento de algunos dirigentes políticos y de la iglesia.

Mal, mal, mal. Realizar una marcha amparados bajo un concepto errado de la familia (y por ende, mandado a revaluar), es desconocer y violentar las diferentes dinámicas familiares y sus diversas tipologías. ¿Solo la familia nuclear o elemental, es decir, esa conformada por papá, mamá e hijos es válida, llena de principios y de valores?

¿Según eso, las familias monoparentales, extensas, simultáneas, homoparentales, entre otras, no valen? ¿Dichas familias son “enfermas” y no tienen principios solo porque por cosas y situaciones de la vida, esa fue la forma en que fueron (o pudieron ser) configuradas?

¿Quién les dijo a los participantes de la marcha que una familia tradicional es sinónimo de valores y principios? ¿Desconocen o quieren desconocer que muchas familias de “principios” presentan un alto grado de disfuncionalidad debido a la violencia conyugal, las adicciones y las enfermedades mentales por decir lo poco?

De otra parte, sorprende la cantidad de mensajes propagando pensamientos homofóbicos en contra de la ministra de educación Gina Parody y hacia todo aquel que estuviera a favor de la iniciativa del MEN, aduciendo que dicho material es una imposición de una ideología e influirá en la conducta u orientación sexual de los estudiantes. ¿Será que quienes se consideran adalid de la moral solo por el hecho de ser heterosexuales y de haber formado una familia regida por “valores y principios”, se han tomado el trabajo de leer (y comprender, además) el documento de 99 páginas? ¿Quieren acaso que en el país se repita lo del estudiante Sergio Urrego, el cual no es el único pero sí el solo caso que se ha hecho visible?

Imagen cortesía de: inamerica.blogs.cnn.com

Es bastante ilógico pensar que si un estudiante es instruido sobre el respeto y la tolerancia por la diferencia, dicha situación causará que ese estudiante cambie o varíe su orientación sexual. A decir verdad, ver tantos comentarios faltos de soporte científico, basados solo en lo que dicen unos pocos porque a ellos les parece o porque repiten versículos de la Biblia (descontextualizados, además), me hace pensar que aún Colombia vive en el medioevo. Preocupa bastante que la sociedad siga propagando prejuicios absurdos y discriminando al que piensa, siente y ama de una forma diferente.

¿Acaso como padres no es mejor enseñarles a los hijos que la vida está libre de prejuicios y de estereotipos? Educar a los hijos bajo estos preceptos, es darle a la sociedad personas que no discriminarán y aceptarán las libertades de todo el mundo por igual. Hacer eso, es garantizar que los hijos tendrán valores no perceptibles para algunos. ¿No pensamos como padres, que es mejor preparar adecuadamente a los hijos para que sean personas capaces de vivir armoniosa y respetuosamente en comunidad? ¿Acaso pensamos que nuestros hijos están libres de padecer en algún momento algún tipo de discriminación?

Adenda: impulsar un referendo para que a los estudiantes se les enseñe sobre familia con la Biblia, es violentar un estado laico como lo es Colombia. Eso, sí es querer imponer una ideología que no toda la población colombiana comparte.