Autor:
Cristian Álvarez
Muy activas estuvieron las bodegas uribistas este fin de semana tratando de hacer parecer como una grandilocuente hazaña jurídica el desastroso actuar de la firma del abogado Abelardo de La Espriella y su pírrico triunfo contra el senador Gustavo Bolívar al hacerlo retractar de dos de los 12 trinos que este publicó entre enero y febrero sobre el pasado judicial de su colega Álvaro Uribe Vélez.
Y para hacer ver nuevamente al “Gran Colombiano” como una víctima de nuestro sistema judicial, la bodega —(de pronto con alguna ayudita de “Pipo Du Brand”) se puso a la tarea de esculcar asuntos viejos a ver qué pescaba que les pudiera servir para dicho fin.
Estando en esas se encontraron con una “perla” de 2014, algo anacrónica y que en su tiempo pasó desapercibida por lo inverosímil, pero que para estos tiempos del “confunde y vencerás” resultó muy útil.
Tras conocerse el fallo, uribistas como Ani Abello, excandidata al Senado por el Centro Democrático y el polémico asesor del “presidente eterno”, Hernán Cadavid M. publicaron este tuit:
“Para rematar, sale Gustavo Bolívar con la vieja fábula «íntima convicción», que @AlvaroUribeVel favorecía a Pablo Escobar. Más bien escuchen Uds. por que el narcotraficante puso precio a la cabeza de Álvaro Uribe Vélez”.
A lo anterior se anexó un video de una entrevista del programa SEMANA en Vivo, emitida en noviembre de 2014 en la cual la investigadora María Jimena Duzán habló con Juan Pablo Escobar —hijo del narcotraficante Pablo Escobar— sobre su libro Pablo Escobar, mi padre.
De dicha entrevista, la bodega uribista usa un extracto bastante pintoresco y que, en vez de arrojar luces de inocencia sobre el “Gran Colombiano”, antes enloda más su ya deteriorada imagen pública.
Lo que dice el video
En el extracto, el hijo del capo de capos afirma que Pablo Escobar puso un precio a la cabeza de Álvaro Uribe de 500 millones de pesos. Aunque en el video no se habla de una fecha en específica, se señala que el supuesto motivo por el que Escobar pensaba matar a Uribe era porque el en ese entonces director de la Aerocivil había incrementado los controles en cuanto a los registros de los vuelos que salían de Colombia hacia el exterior, lo que había perjudicado las operaciones de narcotráfico del Cartel de Medellín.
Aunque ya de por sí la historia suena extraña, y como en La Oreja Roja no comemos cuento, nos pusimos a desmadejar el hilo de este asunto y esto fue lo que encontramos.
Atando cabos viejos
Primero que todo, hay que partir de un hecho fundamental, que es la historia de vida de Álvaro Uribe Vélez.
Como bien se sabe el expresidente nació en el año de 1954 en el municipio rural de Salgar en el seno de una familia relativamente humilde. Posteriormente en su juventud —y tras radicarse en Medellín y obtener su título de abogado— hizo parte de las juventudes del Partido Liberal Colombiano de la mano del político antioqueño Bernardo Guerra Serna en 1977, según el libro El señor de las sombras de Joseph Contreras y Fernando Garavito.
De otro lado, su padre Alberto Uribe Sierra, a mediados de la década de 1970, se vio milagrosamente beneficiado en un “extraño revés de la fortuna” que lo catapultó a la riqueza y lo introdujo en la clase dirigente al convertirse en corredor político e intermediario en la transacción de bienes raíces para los narcotraficantes o “ricos emergentes” de aquél entonces, tal como lo señala Forrest Hylton en su artículo La hora crítica, perspectiva histórica de la Colombia de Uribe.
Una vez consolidado su “misterioso” caudal económico, la familia Uribe se decantó por el caudal político, por ello, Alberto Uribe Sierra se dedicó junto a Guerra a hacer proselitismo político dentro del Partido Liberal a favor del joven Álvaro.
Es así como el “avezado” hijo de don Alberto primero fue Jefe de Bienes de las Empresas Públicas de Medellín en 1976, Secretario General del Ministerio del Trabajo en 1977 y Director de la Aeronáutica Civil entre 1980 y 1982. Según el portal La Silla Vacía.
Y es acá donde empieza lo inverosímil del relato del que se pega el uribismo para defender a su patrón.
El empleado más eficiente
El 24 de marzo de 1980, el presidente Julio César Turbay Ayala nombró a Álvaro Uribe Vélez en la dirección del departamento de la Aeronáutica Civil.
Lo curioso es que el hijo de don Alberto llegó en reemplazo de Fernando Uribe Senior, quien fue asesinado por no ceder ante las presiones del Cartel de Medellín para conceder matrículas para sus aeronaves, licencias para rutas específicas y aprobación de pistas en haciendas privadas, tal como lo señaló el columnista Yohir Akerman en El Espectador en abril de 2018.
Además, como ya lo habíamos señalado en La columna El rompecabezas de Uribe y su relación con la mafia —también publicada en La Oreja Roja— durante su periodo de dos años al mando de la Aerocivil, Álvaro Uribe Vélez autorizó 2.242 licencias para pistas aéreas, es decir, la casi totalidad de licencias otorgadas por el Estado colombiano desde 1954 hasta 1980 que esta tasada en 2 339.
Entonces, ¿por qué el Cartel de Medellín mataría a uno de los funcionarios que en ese entonces más réditos económicos le pudo haber aportado a dicha organización criminal cuyas utilidades se derivaban de la exportación de cocaína que solo era posible gracias a las pistas aéreas?
Este es uno de los misterios que el uribismo no es capaz de responder por simple incapacidad o por simple inconveniencia.
De otro lado como contra preguntó María Jimena Duzan, si el jefe de la mafia pagó 200 millones de pesos por asesinar al candidato presidencial Luis Carlos Galán, ¿por qué habría de pagar más del doble por matar a un desconocido funcionario antioqueño? Otra duda que se vuelve un quebradero de cabeza para las lumbreras del partido de gobierno.
Los vínculos entre “enemigos mortales”
Por último, hay tres hechos que desvirtúan completamente la “enemistad” entre Escobar y el Cartel de Medellín contra Uribe Vélez.
El primero de ellos es la cercanía entre la familia Ochoa Vásquez y la familia de Alberto Sierra que trascendía los lazos familiares lejanos que ambos clanes tenían por parentesco de la esposa de Uribe Sierra, como según cuenta Hylton.
Para nadie es un secreto que en los actos taurinos y en las tarimas organizadas por Medellín Sin Tugurios participaban activamente Alberto Uribe Sierra, Fabio Ochoa y Dairo Chica, todos narcos afiliados al cartel de Medellín.
El segundo asunto sería la cercanía de Álvaro Uribe —vía su padre— con el cartel de Medellín cuando fue alcalde de la ciudad, hecho denunciando ante el presidente Belisario Betancur por el en ese entonces presidente de la ANDI Fabio Echeverry (que tiempo después se volvería uribista pura sangre y padre putativo de la idea del famoso “articulito” de la reelección presidencial) situación que le costó el puesto de alcalde a Uribe.
Y el tercero, es que el 23 de diciembre de 1992, el en ese entonces senador Álvaro Uribe Vélez, promovió una reunión con María Victoria Henao —esposa de Escobar— para negociar una nueva entrega de Escobar ante la justicia tras su cinematográfica fuga de La Catedral.
En la reunión también participaron el político Álvaro Villegas (famoso exgobernador de Antioquia quien también es el dueño de la firma CDO que construyó el edificio SPACE) y el en ese entonces procurador Iván Velásquez.
Uribe le dijo en aquella época a El Tiempo que la única razón de su actuación mediadora fue la de contribuir a que, dentro del marco del derecho, cesara esa fuente de violencia que tanto golpeó a Medellín y al país.
Tan conmovido con el gesto mediador se mostró el capo de capos, que envió una carta de agradecimiento a Uribe Vélez por su acto altruista.
Siendo así las cosas ¿Cómo es que uno le termina mandando agradecimientos a quien amenaza de muerte? ¿Por qué Uribe se preocuparía por quien supuestamente lo iba a matar?
Este tipo de argumentos uribistas son cosas que definitivamente no cuadran y que hacen que ante las afirmaciones del hijo de Pablo Escobar uno solo pueda decir —en lenguaje de memes— “No lo sé, Rick, parece falso”.
Que desgracia para esta sufrida patria LOCOMBIANA, tener como su mayor ídolo a un crimina,ica del malandrin, retrechero, embustero, matarife y super mafioso como su crisol y orientador para refundar la patria.
«……todo pueblo que insiste en elegir canallas, ladrones, asesinos y malandros esta condenado a quemarse en su propio infieno…..» El peor mal de POLOMBIA la secta política del CD= Centro Delinquir
por supuesto que el joven alvaro uribe por ordenes de su padre, en esa epoca alvaro obedecia siegamente a su padre porque asi se usaba en la antioquia rural de esos años, desafortunadamente, le aprobo pistas y licencias de vuelo a los narcos de medellin. todo eso lo sabemos todos. pero nosotros admiramos al dr uribe por su labor en el congreso en los años 90 y principalmente por su labor como presidente que rescato a una colombia fallida y derroto a las farc
El hijo de Pablo se equivocó de Uribe, estaba muy niño y obviamente al parecer aun desconoce que en Marzo 25 de 1980 y tras 6 semanas de haberse posesionado en el cargo como director de la Aerocivil , muere asesinado por el cartel de Medellin Fernando Uribe Senior, quien si se dedicó a revocar licencias y cerrar pistas de aterrizaje a personas de dudosa procedencia.