Columnista:
Magnolia Londoño
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, adelanta una estrategia para atender a los pacientes contagiados con la COVID-19, una enfermedad altamente contagiosa, que demanda la infraestructura adecuada para poder salvar todas las vidas posibles.
La iniciativa Plan mil, que ya está en marcha, consiste en dotar y fortalecer a la ciudad con mil camas de cuidados intensivos (UCI), que serán usadas para la contención del virus en pacientes vulnerables y de alto riesgo, debido a sus complejidades respiratorias o a los problemas de déficit de inmunidad.
La meta consiste en ampliar la capacidad de infraestructura del sistema de salud en la región, lo cual incluye a la Clínica León XIII, al Hospital General, al Hospital de la 80 y, ante un posible desborde de infectados, la adecuación de camas emergentes en Plaza Mayor, y la instalación de carpas para cuidados hospitalarios en el Estadio Atanasio Girardot, y la cancha de la Universidad de Antioquia, como viene sucediendo en las instalaciones de Corferias y en otras partes del país.
La apuesta de Quintero por la tecnología, una de sus banderas en campaña, comienza a tomar fuerza. Para el mandatario, es un elemento importante para combatir la contingencia, que requiere del estímulo a proyectos de ingeniería innovadores de alto impacto y que generen soluciones de bajo costo, ante un panorama de alta demanda por equipos médicos y máquinas de testeo para identificar infectados.
Así fue como una acción conjunta entre sectores públicos, académicos y privados diseñaron y crearon el prototipo de ventiladores mecánicos a bajo costo para brindar asistencia respiratoria en pacientes con la COVID-19, y ante el déficit en el país y su falta de financiación, el alcalde anunció a través de su cuenta de Twitter que la compañía Postobón se comprometía económicamente para hacer posible dicha producción de respiradores.
El uso de la inteligencia artificial, para ganarle la carrera al coronavirus, toma impulso en una batalla que Quintero quiere librar con la tecnología, por medio de big data y análisis de data.
El alcalde ha insistido también en la pedagogía como vehículo para la prevención del virus. Reitera la importancia de lavarse las manos, mantener la distancia y cumplir con el aislamiento obligatorio.
Precisamente la Alcaldía de Medellín, al igual que en otros municipios de la región, arrancó con la iniciativa del pico y cédula para evitar aglomeraciones en bancos o supermercados, que podrían convertirse en un foco de contagio, como un modelo para abastecer paulatinamente a las familias; además, están exigiendo el uso obligatorio del tapabocas en el transporte público, que de no tener acogida por la ciudadanía, se procedería a la cancelación del rodamiento total del sistema.
Otra de las iniciativas de Quintero, es garantizar la protección de los ciudadanos de cualquier nacionalidad, con alojamiento de la población más vulnerable en albergues y alimentación, con 220 mil mercados para alrededor de un millón de personas, en un territorio que cuenta con 74 816 ciudadanos venezolanos y donde, hace unas semanas, decenas de familias se agolparon en la entrada de la Alcaldía a la espera de recibir subsidios y mercados; pero que terminó por ser una información falsa desmentida por la administración.
Resta esperar cómo avanza la curva de contagio, a medida que se puedan seguir haciendo pruebas. Para ello, alcaldes y gobernadores han sido enfáticos en reclamar celeridad de parte del Gobierno Nacional, de modo que la detección y aislamiento de personas infectadas se realice de una forma más ágil y segura para el resto de la población.